La defensa del acusado de matar a su expareja en Catral culpa al retraso de la ambulancia
Tras dislocarle la mandíbula e intentar asfixiarla, el presunto homicida le asestó ocho puñaladas, dos de ellas mortales
DAVID SEVILLA
Martes, 24 de junio 2014, 00:51
La Sección Séptima de la Audiencia Provincial acogió ayer en la Ciudad de la Justicia ilicitana la vista oral en la que juzgan a C.H.M., residente en Elche, que el 4 de diciembre de 2010 asesinó presuntamente a su expareja en el domicilio que ambos habían compartido en Catral, municipio de origen de la víctima, hasta el momento de la separación.
En la exposición previa de todas las partes del procedimiento, la defensa explicó al jurado popular conformado para el juicio que «Estefanía [la víctima] podría estar viva y declarar como testigo de las agresiones que recibió», si los servicios sanitarios no hubiesen tardado más de lo normal. Una tesis que se basa en los 30 minutos que, según la defensa, tardó la ambulancia en recorrer los 20 kilómetros que le separaban del domicilio en el que ocurrieron los hechos.
Según los informes forenses posteriores, el supuesto homicida propinó varios golpes en la cara a la víctima, llegando a dislocarle la mandíbula, y posteriormente intentó asfixiarla antes de propinarle varios cortes en la cara con un cuchillo de gran tamaño con el que, finalmente, le asestó seis puñaladas en el abdomen y dos en la parte superior del tórax. Estas últimas especialmente mortales, según los informes.
El fiscal pide 20 años por un delito de asesinato con ensañamiento y con agravante de parentesco y nueve meses por otro de quebrantamiento de condena, ya que meses antes recayó sobre el acusado una orden de alejamiento por un delito de amenazas que, visto lo sucedido, no cumplió. Además, el fiscal pide el pago de una indemnización por responsabilidad civil de 115.000 euros para la familia de la víctima.
Quebrantar la orden
No era la primera vez que el acusado quebrantaba la orden de alejamiento. Según su relato, no habían dejado de verse los fines de semana e incluso acudieron a una boda juntos. El supuesto homicida aseguró que «no sabía que estaba incumpliendo la ley porque ella me dijo que mientras ella no denunciase, no pasaría nada». Asimismo, fue el propio padre del acusado el que interfirió para que meses atrás resultara acusado de malos tratos por amenazas. Una muestra del afecto manifiesto que la familia del supuesto asesino tenía por la víctima, conscientes de que la situación podía ir a más.
Así con todo, el juicio se reanudará mañana con el testimonio de los guardia civiles que acudieron al domicilio en el que ocurrieron los hechos, de los peritos forenses y el de algunos de los familiares y vecinos con los que el acusado tuvo contacto el día de los hechos.