Los vendedores del mercado Central exigen con una manifestación la apertura del parking

«Cómo deben de estar de cabreados en el mercado Central para que salgan a la calle a protestar». Con estas palabras se expresó ayer un peatón cuando vio que al mediodía los comerciantes recorrieron con silbatos, vuvucelas, megáfonos y pancartas en mano la calle María Cristina, San Vicente, plaza de la Reina y de la Virgen hasta las puertas del Palau de la Generalitat.

Los vendedores cerraron ayer una hora antes las paradas del mercado (14 horas) para hacer patente en la calle su enfado monumental con las administración autonómica y local que llevan un año negociando sin éxito el desbloqueo del aparcamiento de la plaza de Brujas, construido ya, pero pendiente de que salga a concurso la licitación para acondicionar las plantas, crear la rampa pendiente y urbanizar la plaza.

Conscientes, tanto los políticos como los vecinos y comerciantes, de que el reloj de arena está en marcha y que las elecciones municipales de mayo 2015 están más cerca de lo que parece, los vendedores del mercado Central consideraron que ya ha había llegado el momento de presionar y exigir soluciones «porque el parking está hecho y cerrado y nosotros estamos perdiendo clientes por culpa de que no les podemos dar buen servicio y facilidades de aparcamiento para hacer las compras», indicó Amparo Peris, vendedora del mercado.

Antes de comenzar la manifestación, los vendedores expusieron en la plaza central del mercado diez carros de la compra llenos de calabazas con caras tristes y con lemas como: ¡Basta ya de promesas. Queremos soluciones. Parking ya'; 'Porque somos el corazón de la ciudad. Parking ya'; 'La burocracia nos ahoga': o 'Set anys sin parking. Ya hi ha prou'. Esta puesta en escena fue el tema de conversación de los cientos de turistas presentes en el mercado que inmortalizaron la imagen con sus cámaras de fotos.

Una vendedora, como Carmen Peris, indicó: «Hemos sido muy pacientes, pero estamos hartos de esperar. Después de 7 años desde que comenzaron a hacer el aparcamiento, ya toca que lo abran». Compañeras como Amparo Coret y Alicia Andreu añadieron que «sólo en la zona de pescadería son media docena de paradas las que han cerrado porque como los clientes no tienen dónde aparcar, acaban por no venir».

Durante el recorrido de la manifestación, con más de 400 asistentes, no faltaron anécdotas, como las de unas señoras que creían que regalaban las calabazas y se acercaron a pedir una. Pero tanto los vendedores, como comerciantes y hosteleros exigieron la inmediata apertura del aparcamiento -que cuenta con 475 plazas- «porque el comercio se está muriendo. Necesitamos el parking más que el pan para comer».

«La Generalitat llevó adelante el parking porque lo consideró imprescindible. Hemos sido pacientes a los problemas técnicos y económicos que se han planteado. Ahora en la Generalitat dicen que trabajan a tope por desbloquearlo, pero a estas alturas de la película, esa explicación ya no nos vale. El parking se hizo con dinero de los ciudadanos. Hace tiempo que han hecho números. Pedimos que las dos administraciones sean lo suficiente inteligentes para llegar a un acuerdo y tengan sensibilidad porque no tiene sentido que la infraestructura esté hecha y no esté abierta», indico Francisco Dasí, presidente de los vendedores. «Este mercado es la joya de Valencia y necesitamos un mejor trato», añadió.

Dasí explicó que, al parecer, la alcaldesa se reunió recientemente con Bonig para tratar el tema, «pero Bonig dijo que tenía que valorar la propuesta con el área de Intervención. No queremos una reunión más, queremos que sea la definitiva».

Escollo

Para poner en marcha el parking «queda pendiente hacer una obra de acondicionamiento de las plantas, que podría costar 5 millones; urbanizar la plaza y hacer una rampa, que suma 1,5 millones; pagar el IVA que alcanza 1,9 millones; hacer frente a la indemnización del aparcamiento de Parcent -que sube 4 millones- y negociar el pago del canon», comentó Dasí.

Pero el principal escollo entre las dos administraciones es, sin lugar a dudas, el pago de los 11 millones de euros que costó hacer el parking. El ayuntamiento renunció a ingresar dinero por el canon en los próximos lustros para desbloquear el tema. En principio propusieron a Infraestructuras que renunciara a recuperar los 11 millones y, visto que la Generalitat planteó que era irrenunciable, plantearon que la concesionaria hiciera pagos flexibles -al parecer podrían rondar los 50.000 euros al año- para ir cubriéndolo. Aunque ayer en la Generalitat no quisieron poner sobre la mesa las cifras concretas ofertadas, según fuentes consultadas, la propuesta municipal de fórmula de pago era inviable porque no cubre el coste de la obra.

Estas cifras no fueron aceptadas por la Generalitat, ya que el parking de Luceros de Alicante, también lo construyó Infraestructuras con un coste de 8,5 millones, y en este caso, la empresa adjudicataria paga 823.000 euros anuales por un período de 10 años.

Tras la manifestación, a las 17 horas, tuvo lugar otra reunión que estaba programada entre la consellera de Infraestructuras, Isabel Bonig y el concejal de Transporte, Alberto Mendoza. Al parecer en este encuentro -uno más de la media docena de reuniones que el consistorio ha tenido con distintos escalafones de Infraestructuras- se presentaron propuestas y contrapropuestas, pero sin fumata blanca. Quedaron en estudiar los datos y volverse a ver.