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Una pareja, junto a su hija.
En busca de la fórmula perfecta para la maternidad subrogada

En busca de la fórmula perfecta para la maternidad subrogada

Mil familias españolas utilizan cada año esta fórmula de reproducción, permitida en países como EE UU y Ucrania

Daniel Roldán

Sábado, 11 de febrero 2017, 17:57

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La última batalla se produjo hace algo más de tres meses. La Sala de lo Social del Tribunal Supremo dio la razón a un padre que había tenido dos hijas gracias a la inseminación artificial en la India y que había solicitado el disfrute de su permiso de paternidad y que éste fuera abonado por la Seguridad Social. Esta sentencia fue celebrada por las asociaciones que defienden la maternidad subrogada porque reconocía, de una forma clara, la existencia de los niños nacidos de un vientre de alquiler (expresión que aborrecen) al entender que la «atención de los menores es el punto de vista predominante» y que las «prohibiciones sobre inscripción registral o sobre el propio contrato de maternidad por sustitución quedan al margen». De esta manera, los magistrados de la Sala de lo Social matizaban las dos sentencias anteriores de sus homólogos de lo Civil, que rechazaban la constancia de la filiación de los hijos, aunque no denegaban la inscripción de los niños en el Registro Civil. Es decir, solo se aceptaba al progenitor biológico en los papeles.

«Era algo parecido a deconstruir una familia para luego volverla a construir, iniciando un proceso de adopción para acabar con el mismo resultado», explica Pedro Fuentes, presidente de Son Nuestros Hijos. «Los niños no son nulos, como los contratos», añade. Todos son pequeños pasos para normalizar la situación de estas familias. Por ejemplo, que el Instituto Nacional de la Seguridad Social haya modificado en su página web el capítulo relativo a prestaciones sociales tras el nacimiento de un menor para incluir en las prestaciones de maternidad los casos de gestación por sustitución. «Está bien, pero lo que queremos es que haya más iniciativas legislativas de verdad», explica Fuentes.

Ciudadanos ha sido el primero de los grandes partidos en proponer una legalización de este complejo asunto, algo que ha dejado descolocadas al resto de las formaciones. Tanto es así que Podemos y PSOE evitaron, en la Asamblea de Madrid, que la comunidad regulase sobre esta situación. En los tres partidos, la confusión es reinante. «Nosotros también discutimos mucho el tema, pero llegamos a una postura clara», apunta Patricia Reyes, portavoz en la Comisión de Igualdad del Congreso. Así que Ciudadanos ya ha anunciado una proposición de ley para que la maternidad subrogada sea legal en España. Una decisión que ha provocado un debate en el PP que se creía cerrado. Varios líderes regionales como Cristina Cifuentes (Madrid), Juan Manuel Moreno (Andalucía) o Alberto Núñez Feijóo (Galicia) se han mostrado partidarios de que el partido abandone su tradicional no y apoye esta práctica por la que nacen unos mil niños al año en España. El revuelo montado ha provocado que, al final, se haya debatido una ponencia en el congreso del partido de este fin de semana. El PP desactivó el debate al aprobar un texto de consenso entre las dos sensibilidades del partido que aboga por realizar un debate «más serio, profundo y sereno» de este tema. Vamos, que ni sí ni no.

Una instrucción del 5 de octubre de 2010 por parte de la Dirección General de Registros y del Notariado fue la que reguló, de alguna manera, la inscripción de los niños como españoles solo en los casos en los que haya una «tutela judicial del proceso». En California, son los jueces los que marcan todos los plazos. Ellos conceden la paternidad y permiten que la madre gestante desaparezca de los papeles para que sea el padre o la pareja, tanto heterosexual como homosexual, los que aparezcan como los progenitores de ese bebé. El precio puede oscilar entre los 100.000 y los 150.000 euros y es la fórmula más garantista.

Ucrania, otro de los países con más demanda, tiene una fórmula más restrictiva. Solo lo pueden hacer parejas casadas y heterosexuakes y solo si ella demuestra que no puede concebir hijos. Si se cumplen estos requisitos se permitirá la gestación subrogada aunque el niño no será adoptado hasta un proceso posterior. También se realizan estas técnicas en India, Tailandia, Reino Unido y Canadá. Estos dos últimos países son los modelos que más atraen a las organizaciones y a Ciudadanos. Ambos son altruistas, es decir, no hay negocio, y bastante garantistas. El modelo de Canadá se asemeja al estadounidense, mientras que el británico sería más parecido al ucraniano. «En Reino Unido pasa una semana hasta que el juez determina la adopción porque se da tiempo a la madre biológica a que, si lo desea, cambie de opinión. Es un tiempo excesivo», indica Fuentes. «A nosotros nos gusta más el modelo canadiense, pero tenemos que hablar mucho con las partes implicadas para tomar una decisión», añade la diputada de la formación naranja.

Ambos señalan que hay que regular las condiciones de la madre gestante, que todos sus derechos estén recogidos y que se determine quién debe asumir los gastos de todo el proceso. «No se puede dejar a la mujer sola», zanja el presidente de Son Nuestros Hijos.

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