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Las torturas de la CIA no aportaron información para evitar el terrorismo

Las torturas de la CIA no aportaron información para evitar el terrorismo

El programa de interrogatorios de la era Bush, que incluía técnicas de ahogamiento simulado, era "mucho más brutal" de lo que la CIA reveló, según el informe presentado hoy en el Senado de Estados Unidos

REUTERS / EP

Martes, 9 de diciembre 2014, 02:20

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Las técnicas de interrogatorio "reforzado" que la CIA usó durante años contra presuntos terroristas no aportaron nunca información que permitiera evitar una "amenaza terrorista inminente" y fueron mucho menos eficaces de lo que desde la agencia de Inteligencia se ha hecho ver, según el esperado informe de la Comisión de Inteligencia del Senado publicado este martes.

Conclusiones

  • 1/ La utilización de técnicas agresivas de interrogatorio no fue una forma eficiente de adquirir información precisa u obtener la cooperación de detenidos.

  • 2/ La justificación por parte de la CIA de la utilización de estas técnicas agresivas de interrogatorio está basada en afirmaciones inexactas en cuanto a su eficacia.

  • 3/ Los interrogatorios de detenidos de la CIA fueron brutales y mucho peores de lo que la CIA había descrito a los legisladores.

  • 4/La condiciones de encarcelamiento de los detenidos de la CIA eran más duras de lo que la CIA había descrito a los legisladores.

  • 5/ La CIA brindó de forma repetida informaciones inexactas al departamento de Justicia, trabando la posibilidad de hacer un análisis jurídico correcto del Programa de Detención e Interrogatorio de la CIA.

  • 6/ La CIA evadió activamente o bloqueó el control por parte del Congreso de este programa.

  • 7/ La CIA bloqueó el control y el proceso de decisión de la Casa Blanca.

  • 8/ La puesta en práctica y la gestión de este programa por parte de la CIA complicó y en ocasiones bloqueó las tareas de seguridad nacional de otras agencias.

  • 9/ La CIA bloqueó la supervisión por parte de la Oficina del inspector general de la CIA.

  • 10/ La CIA coordinó la difusión de informaciones secretas a los medios, incluidas informaciones inexactas sobre la eficacia de las técnicas agresivas de interrogatorio.

  • 11/ La CIA no estaba preparada cuando inició el programa de detención e interrogatorios, más de seis meses después de haber sido autorizada a detener personas.

  • 12/ El programa de detención e interrogatorios estaba mal instrumentado y mal dirigido todo el tiempo, pero principalmente entre 2002 y a inicios de 2003.

  • 13/ Dos psicólogos externos concibieron las técnicas agresivas de interrogatorio de la CIA y jugaron un papel central en la puesta en práctica, estimación de la gestión (del) programa. (...) En 2005, la CIA había subcontratado la mayoría de las operaciones del programa.

  • 14/ Los detenidos de la CIA fueron sometidos a técnicas de interrogatorio coercitivas que no habían sido aprobadas por el departamento de Justicia o autorizadas por la dirección de la CIA.

  • 15/ La CIA no llevaba un registro completo o exacto de los individuos que detenía, y mantuvo personas que no cumplían los criterios para estar detenidos. Las afirmaciones de la CIA sobre el número de detenidos y de quienes fueron sometidos a sus técnicas agresivas de interrogatorio eran inexactos.

  • 16/ La CIA no logró evaluar correctamente la eficacia de sus interrogatorios agresivos.

  • 17/ La CIA raramente amonestó o responsabilizó a su personal por graves y significativas violaciones, actividades inapropiadas o errores en la gestión de personal en general.

  • 18/ La CIA dejó de lado o ignoró numerosas críticas internas y objeciones respecto a la puesta en práctica de la gestión del programa de detención e interrogatorios.

  • 19/ El programa de la CIA (...) no era viable intrínsecamente y efectivamente terminó en 2006, luego de revelaciones en la prensa, una reducción de la cooperación de otros países, y preocupaciones de orden jurídico.

  • 20/ El programa de la CIA (...) afectó la reputación de Estados Unidos en el mundo, y engendró costos adicionales importantes, de orden financiero y no financiero.

El documento, resultado de una investigación de cinco años y de casi 600 páginas, pone de manifiesto la crueldad de las técnicas aplicadas contra los detenidos y en particular que incluso el personal médico de la agencia dio la voz de alarma porque el método del 'waterboarding' (ahogamiento simulado) estuvo a punto de ahogar al Jalid Sheij Mohamed, 'cerebro' de los atentados del 11-S.

Respecto a esta técnica, la más comentada en los últimos años desde que salió a la luz este programa, el informe sugiere que se habría aplicado a más de los tres detenidos que ha reconocido la CIA, ya que por ejemplo hay fotos de una prisión en Afganistán en la que la agencia asegura que nunca se realizó.

Asimismo, según los datos que recogen del informe los medios estadounidenses, en algunos casos se llegó a privar del sueño hasta durante una semana a los detenidos y también hubo casos de "alimentación rectal" o "hidratación rectal", técnica que el jefe de interrogatorios de la CIA describió como método para ejercer el "control total sobre el detenido", pese a no ser necesario por razones médicas.

Resultados inflados

De acuerdo con el informe, altos cargos como los ex directores de la CIA George J. Tenet, Porter J. Goss y Michael V. Hayden, inflaron el valor del programa de interrogatorios durante sus 'briefings' secretos tanto en la Casa Blanca como en el Congreso, así como en sus intervenciones públicas.

Igualmente, se documentan decenas de casos en los que cargos de la CIA presuntamente engañaron a sus superiores e incluso a sus compañeros sobre cómo se gestionaba el programa y lo que había logrado.

En un caso, un memorándum interno de la CIA transmite instrucciones de la Casa Blanca para que se mantenga el secreto el programa al entonces secretario de Estado, Colin Powell, según el 'Washington Post'.

También queda desmontado el argumento de que estas técnicas de interrogatorio, a las que el presidente Barack Obama no ha dudado en calificar de tortura, no aportaron información fundamental que permitiera localizar al líder de Al Qaeda, Usama bin Laden, al contrario de lo que asegura la CIA .

Por otra parte, por primera vez se ofrece un listado completo de los 119 prisioneros bajo custodia de la CIA y se indica que al menos 26 de ellos fueron detenidos por errores de identidad o por mala información de Inteligencia.

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