Borrar
Urgente Supermercados abiertos este Viernes Santo en Valencia: Horarios especiales
Azul y amarillo. Desde hace cuatro años viste el hábito de la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel y se llama Olalla del Sí de María.
«El Señor me hizo casting»

«El Señor me hizo casting»

La actriz Olalla Oliveros empezaba a despuntar en series cuando le llegó la 'llamada celestial'. Lo dejó todo y desde hace cuatro años su único papel es el de la monja Olalla del Sí de María

ESTER REQUENA

Lunes, 9 de junio 2014, 00:01

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

Olalla Oliveros estaba más que curtida en someterse a castings de todo tipo. Llevaba ya diez años en Madrid persiguiendo su sueño de convertirse en modelo y actriz. Y lo había conseguido, con un currículum que incluía papeles en series como 'El Comisario' o 'La familia Mata', además de un buen número de anuncios de marcas que iban desde Ford hasta ING Direct pasando por los cereales Kellogg's. Pero a sus 36 años, a esta viguesa le llegó la prueba más importante de su vida. Y nada menos que a domicilio y sin cámaras ni equipo de producción de por medio para demostrar sus dotes. «El Señor me hizo casting y no pude decir que no. Él no se equivoca», recuerda quien ahora viste orgullosa un hábito de monja en colores azules y amarillos. De eso hace ya cuatro años. Desde entonces se ha centrado en el papel más importante de su vida: el de la hermana Olalla del Sí de María.

«Nunca soñé con ser monja, no se me pasaba por la cabeza, yo quería ser actriz y las cosas me iban muy bien», comenta en un vídeo de YouTube donde detalla su experiencia religiosa. Pese a que ya estaba sonando su nombre en el mundillo del artisteo, cumpliendo así el sueño por el que tanto había luchado, por dentro no se sentía del todo bien. «Al llegar a Vigo mis amigas me decían: 'Oye, que fui a tal tienda y te vi en un catálogo', 'Te vi en un anuncio'... Eso momentáneamente te llena porque te reconocen, se te hincha el cuerpo... Pero a solas con el Señor no te puedes esconder y yo no era feliz», rememora ahora. Empezaron entonces a rondarle por la cabeza imágenes de cómo le sentaría el hábito... pero en la pequeña y la gran pantalla. «Me cogían para papeles muy frívolos, muy vanidosos, de chica frívola. Y yo me decía: ¿cuándo me darán un papel de monja? Sentía en mi interior que de monja lo haría muy bien». Y el tiempo le ha dado la razón... pero en la vida real.

Ya lleva cuatro años siendo una más en la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, una asociación católica con sedes en San Miguel de Oia y en Madrid que conforman tanto laicos como los llamados miguelianos y miguelianas. Éstas realizan votos de castidad, obediencia y servicio al prójimo, además de llevar hábito, aunque la jerarquía eclesiástica no las considera monjas al no estar aún reconocida la asociación como una orden, compañía o congregación religiosa. El colectivo se fundó en 2009 y la entonces actriz lo conoció a través de una amiga del colegio, gracias a que habían ayudado a uno de sus hermanos a rehabilitarse tras dejar las drogas. De hecho, la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel ofrece asistencia a enfermos, jóvenes y ancianos, de ahí que ahora Olalla tenga entre sus cometidos distintas funciones en un centro de mayores.

En diez días canceló todo

El cambio de los escenarios a la vida contemplativa pilló con el paso cambiado a su familia y amigos, que lo que menos se esperaban era que dejase todo por seguir la llamada del Señor. Olalla se confesaba católica practicante e incluso viajaba de vez en cuando a Lourdes. Precisamente, regresando de una de esas escapadas le llegó la 'llamada celestial'. «'¿Qué es lo que me da esta fuerza? ¿Qué es lo que me da esta paz?', me preguntaba. No me quitaba una monja de la cabeza. Me reía. Decía: '¡Oh Señor, ¿cómo puede ser que me estés pidiendo esto?'. Y venga a reír y venga a llorar. Así me pasé todo el camino en autobús, de noche», recuerda ahora con una gran sonrisa. «Fui a misa, me confesé y hablé con el sacerdote. Y cuando intentaba hablar con Jesús no conseguí hablar con Él porque me daba la risa. Era tanta la alegría que lo único que hacía era reírme, porque estaba entendiendo que era feliz, que el Señor me pedía eso».

Y no se lo pensó mucho. Habló con su representante y en apenas diez días anuló todos los compromisos que tenía en su agenda, incluido un papel fijo en una serie. No en vano, solo unos meses antes había comenzado el rodaje de 'Fuera de juego', una serie en la que compartía títulos de crédito junto a Fernando Andina, Diana Palazón y Álex Angulo. Pero el proyecto no vio la luz porque Telecinco lo canceló antes de su emisión. A ella le importó poco: poco después entraba en semiclausura en una asociación cuya media de edad ronda la treintena y que curiosamente saltó a los medios de comunicación hace poco por la visita que les realizó Tamara Falcó, aunque no para tomar los hábitos... por el momento.

Quizás allí coincidieran y Olalla le contase la historia de cómo «una actriz apasionada que confía en la combinación de entrega, humildad y constancia», tal como se describía en su blog, traslada ahora esa fórmula a un trabajo que la hace totalmente feliz. «Ese gozo y esa felicidad no la da ni un vaquero, ni un novio, ni un 'qué guapa estás' ni un tacón alto», sentencia orgullosa.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios