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Material. Piezas de cartón piedra, en el taller de José Ramón Espuig. Fábrica. Cuerdas donde hace años se ponía el cartón a secar, en La Papelera de Sant Jordi (Buñol).
Cierra la única fábrica de cartón piedra de la Comunitat

Cierra la única fábrica de cartón piedra de la Comunitat

El cese de actividad de la empresa que suministra a los artistas coincide con la declaración de las Fallas como Patrimonio Inmaterial

LOLA SORIANO

Sábado, 3 de diciembre 2016, 00:06

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valencia. Valencia está de fiesta desde el miércoles, justo después de conocer que las Fallas ya son Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, pero esta alegría que se seguirá celebrando mañana con la Crida a la Humanidad, a partir de las 18.30 horas en las torres de Serranos, coincide también con anuncios tan tristes como el cierre de la única fábrica de España que está especializada en la creación de cartón piedra para fallas y hogueras.

El cese de actividad de La Papelera de Sant Jordi, ubicada en Buñol, tiene fecha de caducidad. Si las administraciones que tanto quieren abogar por preservar los procesos creativos de las fallas no lo remedian, el 31 de diciembre se dejará de producir este cartón tan específico que permite crear ninots de escenas o revestir grandes piezas.

El principal 'enemigo' que ha herido de muerte a este cartón esponjoso de moldear es el corcho, que se ha comido el 90% de la cuota de mercado del cartón piedra.

Ahora muchos de estos artesanos se llevan las manos a la cabeza, porque las fallas de Especial o Primera A sí son prácticamente todas de corcho, pero en las de secciones más bajas siguen apostando por el cartón en las escenas para equilibrar la economía del taller y para mantener una técnica artesanal que la Unesco ha reconocido como Patrimonio Inmaterial. «En la mayoría de los talleres es inviable hacer todas las piezas de corcho, a no ser que se bajaran los volúmenes. Las autoridades o expertos nos tienen que lanzar un salvavidas», explica Ximo Esteve, vicemaestro del gremio.

El maestro mayor del gremio, José Ramón Espuig, detalla que «en los proyectos más caros no, pero en el 80% de las fallas se ponen figuras de cartón y en proyectos que sólo tienen un presupuesto de 8.000 ó 10.000 euros o pones cartón o no lo puedes hacer». Espuig asegura que en Fallas habrá plantadas unas 5.000 figuras de cartón. Y añade que «el reconocimiento del Patrimonio nos llena de orgullo, pero hay que empezar a apoyar a este sector».

José Luis Pérez Ballester añade que «con la crisis de 2010 se volvió a recuperar en parte el cartón porque precisa menos especialización en los trabajadores que el corcho, que ya necesitas expertos escultores que lógicamente cuestan más».

Aunque en varios puntos de España hay empresas que realizan cartón, éste suele emplearse para productos como cajas o mandriles cilíndricos, pero no tienen las características específicas que sí logra esta empresa valenciana para hacerlo fácilmente moldeable.

El propietario de La Papelera Sant Jordi, Vicente Domínguez, es el primero que se muestra apenado por la situación, pero la lógica dice que si una empresa tiene déficit, no puede seguir adelante muchos años. Para Domínguez el producto que realizan para los artesanos es más que un sentimiento. De hecho, su tío, era Martín Domínguez, que fue director de LAS PROVINCIAS y su tío abuelo, el periodista Félix Azzati.

Vicente Domínguez explica que hace más de 15 años producían unas 500 toneladas de cartón para toda España. «Suministraba unas 300 toneladas para Valencia y entre 25 y 30 toneladas para Alicante. Y todos los meses entre 2.000 y 3.000 kilos para maniquíes», indica.

Ahora la producción para los artistas falleros «ha bajado a 30.000 kilos y no llega a los 1.000 kilos para los artistas foguerers. Ya no demandan el cartón piedra para maniquíes y tampoco nos piden ya los artesanos que hacían caballos de cartón o piezas de muñecas. Por tanto, a nivel nacional, la fábrica producía 500 toneladas y ahora sólo 50».

Durante estos años el corcho le ha ido arrancando a bocados la cuota. «Hemos ido ajustando los gastos porque desde hace años las autoridades decían que iban a prohibir el corcho y con esa esperanza pensábamos que crecería de nuevo nuestra producción», añade. Esta misma semana el Ayuntamiento anunciaba que iban a hacer, junto con la Generalitat y la Diputación, estudios económicos, turísticos y de materiales y un plan estratégico, pero puede que lleguen tarde.

Ofrecimiento a artesanos

Esta fábrica, ubicada junto al río de Buñol, se creó en 1847 y ya en 1850 empezó a suministrar para fallas, manualidades artesanales y carrozas. «En Buñol de las 21 papeleras que hubo sólo quedamos dos, las más pequeñas. A nivel de Comunitat 8, cuando llegamos a ser 176, pero la mía es la única que se dedica al cartón piedra», argumenta.

El propietario ha decidido ahora dejar en cese temporal por un par de años, pero incluso se había ofrecido a ceder gratis la instalación a la cooperativa de artesanos para que pudieran seguir fabricando su propio cartón piedra, siempre que se hicieran cargo de los gastos. «No quiero enviar las máquinas a desguace porque los que nos hemos dedicado a este sector éramos inventores y cada maquinaria es única. Por sentimiento no me importaría que pudieran seguir haciendo este cartón».

El presidente de la cooperativa del gremio, José Devís, y artesanos como José Luis Pérez Ballester y Manolo Martín aseguran que es una pena «que ahora que somos Patrimonio Inmaterial no tengamos ayuda». Devís añade que la Ciudad Fallera ha cumplido 50 años y siempre he visto el cartón piedra. No podemos dejar perder esa cultura».

Desde la cooperativa aseguran que «no hay ninguna empresa que haga este producto con esa calidad. No tiene la misma esponjosidad y no permiten tan buen modelado».

El propietario añade que todo el material que utilizan es reciclado, «desde el papel, el algodón que usamos es de rechazo, es decir, el que no se puede usar para hacer hilos, también lleva yute y trapo y el circuito de agua es cerrado. Además, el cartón lo cogemos de una planta nuestra de recuperación».

Ahora que está tan de moda el reciclaje, llama la atención que en lugar de apostar por este producto que, junto con la madera, hace una cremà más limpia, se masifique un corcho que produce una humareda negra.

El gremio lanza el reto a autoridades y universidades para aportar ideas para mantener esta técnica, sin por ello eliminar el corcho.

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