Especialistas para impartir los talleres y un voluntariado

Una de las instalaciones más imponentes del centro es la cocina industrial. Martínez indicó que ya tiene confeccionados, por una nutricionista, los menús que servirá, un servicio que dispondrá de su propio personal, cocinera y pinche. A esta plantilla se sumarán otros profesionales especialistas en la atención infantil, además, la fundación contratará de forma puntual a expertos para que impartan los talleres que se consideren interesantes y la idea es que también haya un voluntariado, formado por gente joven y senior, para colaborar con las actividades que se desarrollen.

La responsable del proyecto insiste en su intención de que, a largo plazo, el proyecto llegue a ser «de la ciudad y no se quede en algo personal». Afirma que la cesión por parte municipal de ese local en concreto, no fue a petición suya, sino que se le planteó. El anterior equipo de gobierno, tras estudiar su proyecto, le cedió las instalaciones de titularidad pública por un periodo de 15 años, prorrogables.

Una circunstancia por la que asegura estar muy agradecida y por la que se ha volcado en invertir para realizar la mejor reforma posible de las instalaciones, a las que ya ha invitado a la asociación de vecinos del barrio, con el fin de que conozcan su nuevo aspecto y está en contacto con diferentes colectivos de todo el municipio para abrir las dependencias a escolares de cualquier colegio ilicitano.

«Mi objetivo es que sea un espacio donde los escolares quieran venir y acudan con ilusión», agrega.