Dijsselbloem asegura que la meta es que Grecia siga en la eurozona

El presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, ha dicho que la meta sigue siendo que Grecia permanezca como miembro de la zona euro, pero ha reconocido que está por ver si ese objetivo aún puede conseguirse tras la victoria del 'no' en el referéndum.

"Los griegos quieren quedarse en la eurozona. Esa es también mi meta. Pero si lo conseguimos, vamos a ver", ha sostenido Dijsselbloem a su llegada a la reunión en La Haya del consejo de ministros neerlandés, en unas declaraciones que recoge la agencia ANP.

El también ministro holandés de Finanzas ha destacado que el rechazo del 61,3% de los votantes helenos a las últimas propuestas de los acreedores de Atenas no solo no facilita la situación sino que hace más difícil encontrar una solución. Dijsselbloem ha insistido en que se necesitan "medidas duras" para lograr una situación económica aceptable en Grecia, al tiempo que ha recalcado que "no existe una solución fácil".

Preguntado acerca de la dimisión del ministro griego de Finanzas, Yanis Varoufakis, Dijsselbloem se ha limitado a decir: "no tengo problemas con la gente. Implica tono y aportaciones sustantivas. Creo que deberíamos centrarnos en eso ahora".

Teleconferencia

Dijsselbloem tuvo por la mañana una teleconferencia con los presidentes del Consejo Europeo, Donald Tusk; de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y del Banco Central Europeo, Mario Draghi, así como con el director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad o fondo de rescate permanente, Klaus Regling, para hacer un primer análisis del resultado del referéndum griego.

Esta tarde la eurozona celebra una reunión técnica antes de que mañana se den cita en Bruselas, primero el Eurogrupo, y a continuación los 19 jefes de Estado y de Gobierno de la zona euro.

Los países del euro dieron por rotas las negociaciones para prorrogar el anterior rescate cuando el primer ministro heleno, Alexis Tsipras, convocó el referéndum por sorpresa hace dos semanas. Atenas ha pedido un nuevo rescate a sus acreedores europeos de 29.100 millones de euros para cubrir los vencimientos de deuda en el periodo 2015-2017 y una reestructuración de la deuda, aunque desde Bruselas advierten de que cualquier posibilidad de retomar las conversaciones pasará por "exigencias más duras" para Grecia.