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La Orquesta de Valencia, en un fotomontaje.
SOS en la Orquesta de Valencia

SOS en la Orquesta de Valencia

La formación del Palau de la Música atraviesa un momento crítico

Carmen Velasco

Miércoles, 7 de octubre 2015, 19:18

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El domingo 30 de mayo de 1943, Lamote de Grignon dirigió el primer programa de la Orquesta de Valencia (OV) en el Teatro Principal. Con obras de Bach y Schubert surgió la que ahora es la formación titular del Palau de la Música. A sus espaldas, 72 años y más de 3.200 conciertos. Nació en la precariedad, sin sede fija para los ensayos, sin programación regular, sin espacio para guardar los instrumentos... La institución musical históricamente ha sorteado todo tipo de vicisitudes y problemas que han hecho temer por su futuro, aunque ahora nadie o muy pocos se imaginen que la ciudad del Turia pueda prescindir de su orquesta.

La supervivencia de la OV no está garantizada. Yaron Traub (Tel Aviv, 1964) dio la voz de alarma: "La Orquesta de Valencia está desapareciendo". Y los músicos, los que forman la plantilla y los que se han marchado, se alinean con la visión del director. La "precariedad" de la formación es insostenible, asegura un extrabajador de la OV y hoy jubilado. Los músicos soportan la "desidia" de las instituciones, añade otro músico en activo. Y la calidad se resiente.

Algunos intérpretes apuntan a que Traub sabe lanzar mensajes y maneja las circunstancias a la perfección para hacer llegar sus señales de alerta sobre el Palau de la Música, algo que juzgan como una "implicación" del maestro con la OV. Las palabras del otro día buscaban poner el foco en la formación musical justo ahora cuando ha habido un cambio de los titulares en la gestión del Palau de la Música y del Ayuntamiento de Valencia. Los nuevos responsables del auditorio tienen en su mano mostrar su apuesta por la entidad musical corrigiendo los errores del pasado.

No es la primera vez que Traub alza la voz en defensa de la OV y de sus músicos. En 2013 el director israelí protestó en la calle. Fue el 23 de septiembre cuando mostró su rechazo a los recortes que está sufriendo la música sinfónica. Acudió junto a decenas de músicos a la plaza de la Virgen. Un concierto gratuito y al aire libre sirvió para trasladar un mensaje atronador: "Destruir una orquesta es tan grave como cerrar una biblioteca o un museo".

Esa tarde de 2013 los dos directores titulares de las principales formaciones musicales de Valencia, Yaron Traub (OV) y Omer Meir Wellber, entonces al frente de la Orquestra del Palau de les Arts, se alternaron la batuta para hacer llegar, junto con las notas de los grandes compositores, como Rossini y Mozart, el mensaje reivindicativo de los músicos.

Desde el acto en la plaza de la Virgen hasta ahora no ha cambiado nada en la OV. Nada ha mejorado. "Desde hace ocho años no se realiza una convocatoria de nuevas plazas", según el comité de empresa. La música amansa a las fieras pero no aplaca los recortes.

Son los propios músicos de la formación cultural los que no sólo validan el SOS lanzado por Traub sino que señalan las causas por las que la OV está "desapareciendo". El primer riesgo al que se enfrenta la formación es la fuga de músicos. Es habitual que los intérpretes cambien una orquesta por otra. "Nadie duda de que los integrantes del Palau de la Música son de una calidad extraordinaria y la evidencia de su nivel es que presentan a las pruebas en el extranjero y las superan", explica un extrabajador. Sin embargo, la marcha de los músicos sólo beneficia a los interesados y perjudica a la formación. "La OV no cubre las vacantes que dejan los intérpretes", señala un miembro de la formación en activo, quien apunta que la OV "debería tener 14 o 16 violinistas y sólo cuenta con 10 de los que dos están con bajas de larga duración". No es la única sección coja dentro de la formación del Palau de la Música. "Debería haber cuatro fagots o como mínimo tres, como en la mayoría de orquestas sinfónicas, pero la OV sólo tiene uno y para los conciertos contrata a dos", añaden desde la plantilla.

No se cubren las plazas de los músicos que se incorporan a otras formaciones, sino que "las jubilaciones, las excedencias y las bajas de larga duración también quedan desiertas" ni "hay bolsas de trabajo por secciones".

La "precariedad" de la plantilla ha ido a más, comenta un músico ya jubilado tras cuatro décadas en activo. Conforme han pasado los años, las condiciones de los contratos de los trabajadores temporales han ido a peor. "Se hacen contratos de cinco días. Así los músicos externos empiezan a ensayar un lunes para el concierto del viernes", afirman. Los músicos no tienen duda: "Todo repercute en la calidad de la orquesta". No es lo mismo, argumentan, trabajar con una plantilla estable bajo la supervisión del director titular que con una formación con alto porcentaje de rotación en sus integrantes. "No siempre se contratan a los mismos músicos porque se depende de la disponibilidad de los mismos", mantienen los miembros de la OV.

Pese a los recortes, los antiguos trabajadores son tajantes: "No es el peor momento de la OV, ni por la calidad ni por el futuro de la formación". Comparan pasado y presenten: "A principios de los 70 la sección de viola estaba compuesta por cinco músicos, ahora superan la decena", comenta un músico jubilado. "Cuando Luis Antonio García Navarro era el titular de la formación la OV estaba a extinguir sin apoyo de los políticos", añade.

Entre los músicos, actuales y del pasado, tampoco hay coincidencia respecto a cuál es la mejor época de la Orquesta de Valencia. Unos destacan los años de Miguel Ángel Gómez Martínez, al que definen como "un director extraordinario" y que ofrecía "conciertos de calidad pasamosa". Otros destacan que Yaron Traub tiene una cualidad que no lograron sus predecesores: el cariño del público valenciano. "Los asistentes al Palau de la Música adoran al actual titular", afirman. Este idilio entre Traub y los abonados es una buena alianza para que no decaida el público fiel del coliseo.

"Es síntoma de falta de previsión anunciar la temporada a finales de septiembre cuando la mayoría de los coliseos lo hicieron antes de verano", indican los músicos, que a mediados de julio mantuvieron una reunión con los nuevos gestores. "Fue una toma de contacto, pero no ha habido más relación con la concejal Glòria Tello", dicen los trabajadores.

Desde el Palau de la Música se mira otra vez a Les Arts, donde en julio se convocaron nuevas plazas y se han incorporado 13 músicos a la Orquesta de la Comunitat. Y confían en que la OV sea la siguiente formación musical en fortalecer su núcleo duro.

La caída de presupuesto, a causa de la crisis, es desde hace años el motivo que impide a la OV crecer, al menos así lo sostuvieron los anteriores responsables del Palau. Desde las pasadas elecciones se ha abierto un tiempo nuevo y quienes han de afinar la partitura del auditorio municipal no sólo tienen en sus manos la supervivencia de la OV, sino su engrandecimiento.

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