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Santiago Posteguillo, ayer con el público que asistió a Aula LAS PROVINCIAS en el Museo L'Iber :: irene marsilla
Posteguillo exalta a los clásicos

Posteguillo exalta a los clásicos

El colaborador del periódico desentraña la vida de los grandes de la literatura en el museo L'Iber con el propósito de difundir la cultura con mayúsculas

CARMEN VELASCO

Sábado, 25 de octubre 2014, 01:01

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Santiago Posteguillo no sólo es uno de los autores de novela histórica en castellano más vendido, sino que es un apasionado de la literatura. Conoce curiosas anécdotas, enigmas apasionantes e insospechadas vivencias de numerosos autores. Los sábados publica sus indagaciones sobre los escritores y sus obras en la sección 'El reverso literario' de LAS PROVINCIAS.

Estos artículos figuran recopilados en 'La noche en que Frankenstein leyó el Quijote' y 'La sangre de los libros', ambas de la editorial Planeta. Este último título se presentó ayer en Aula LAS PROVINCIAS, a las 19.30 horas, en el Museo L'Iber de Valencia con la presencia del novelista y en compañía de Ramón Palomar.

Habló de literatura con mayúsculas. El amor a los libros guió la charla del escritor valenciano y autor de la exitosa trilogía de Escipión y de las dos entregas sobre Trajano.

Abrió el acto Alejandro Noguera, director del museo de los soldaditos de plomo, quien agradeció a Posteguillo que «escribiera tan bien». El novelista valenciano «desentraña» la vida de los escritores de todas las épocas, opinó Noguera. En 'La sangre de los libros' se aprende «como quien no quiere la cosa» porque es «gran prosa», dijo el responsable de L'Iber. Defendió la revisión de los clásicos a cargo de Posteguillo porque supone una «invitación a leer» los grandes títulos y calificó al autor de la trilogía de Escipión como «el guardián de las llaves» de la literatura.

Ramón Palomar, por su parte, destacó el empeño de Posteguillo por «dinamitar» la imagen de los escritores, que no son «personas aburridas» sino de «vidas fértiles» o «de perdición». Posteguillo viaja, en palabras de Palomar, a la «rebotica» de la literatura. El autor de la trilogía de Trajano, «que lo ha leído todo», domina el relato corto y atrapa al lector, remarcó, quien se refirió al escritor como «maestro». Destacó la labor del autor para que los ciudadanos «no tengan miedo a la cultura» y consideró de «maravilla» 'La sangre de los libros' .

Santiago Posteguillo, que agradeció al director de LAS PROVINCIAS, Julián Quirós, por dejarle «escribir de libros» en el periódico, definió su último volumen como «un paseo literario». Ante alrededor de 200 personas, el escritor realizó varias escalas por la gran literatura en una clase magistral en el patio del imponente edificio de la calle Caballeros. Las palabras de Posteguillo fueron aplaudidas por el público, que completó las butacas. Algunos asistentes escucharon los discursos de pie.

Posteguillo recuperó el caso de la desaparición de la novelista Agatha Christie. Recordó que se le perdió la pista justo cuando su marido le pidió el divorcio. La policía detuvo a su esposo, que justamente estaba con la amante. Diez días más tarde halló a la novelista en un balneario donde se inscribió con el nombre de la querida de su marido. La escritora dijo que desapareció tras sufrir un ataque de ansiedad ante el posible abandono de su marido, quien «pasó once días muy malos», recordó el escritor.

Además de la historia real de Christie, Posteguillo se detuvo en el relato 'Un premio Nobel de Literatura de Cuenca', donde recupera la vida del escritor Elias Canetti, nacido en Bulgaria pero que desciende directamente de los judíos españoles expulsados de Cañete (provincia de Francia). Recibió el galardón en 1935 por su autobiografía novelada 'Auto de fe', su único título publicado, aunque escribió otros textos que se conservan en Suiza y verán la luz, tal y como Canetti dejó ordenado en el testamento, en 2024.

Leyó versos de Pessoa en inglés, recordó el duelo entre el oficial francés D'Anthès y el escritor ruso Pushkin e ilustró sus relatos de 'La sangre de los libros' con imágenes históricas. Acabó su exposición literaria con una cita del poeta brasileño Gullar: «La literatura existe porque la vida no basta». Y aconsejó: «No dejen de leer».

Posteguillo contestó a las cuestiones y dudas de los lectores, que le preguntaron por James Joyce, Isaac Asimov (que odiaba volar y murió de SIDA en los 80 tras contagiarse en un hospital), Victor Hugo, la adaptación audiovisual de la trilogía de Escipión y el cine de John Huston. En este último punto, lamentó la ausencia de pantallas que proyecten películas de todos los tiempos más allá de la Filmoteca. «Los jóvenes no tienen opciones de ver cine clásico», dijo.

Avanzó que está preparando un relato corto sobre los perros literarios y citó los casos de Argos de 'La odisea' o Pilot de 'Jane Eyre'. Estos canes sólo están infectados por el «virus de la literatura» y sugirió que 'Cujo', de Stephen King, no sería un mal relato «para una persona que no ha aprendido a amar a los perros» (en referencia a las autoridades sanitarias). Tras la presentación de 'La sangre de los libros', el autor estuvo firmando ejemplares de sus novelas.

Además de ser profesor titular de lengua y literatura inglesa, Posteguillo es doctor europeo por la Universitat de València; estudió literatura creativa en Estados Unidos, y lingüística y traducción en Reino Unido.

En su bibliografía figuran su primera novela 'Africanus, el hijo del cónsul', historia que continuó con 'Las legiones malditas' y 'La traición de Roma'; empezó su segunda trilogía con 'Los asesinos del emperador' y 'Circo máximo' y sus lectores están a la espera de editarse su último volumen.

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