El Valencia necesita un Barrenechea
El equipo de Corberán echa en falta un pivote organizador que ayude a generar el juego ofensivo. La marcha del medio argentino dejó un vacío que no ha sido sustituido ni tras el intento fallido de fichar a Fonseca
El Valencia, como se pudo apreciar durante la derrota en el partido amistoso ante el Borussia Mönchengladbach, tiene aún muchas carencias. Y quedan unas ... dos semanas para el comienzo de la Liga. La Real Sociedad espera y si ahora mismo se planta el equipo de Carlos Corberán en Mestalla, difícilmente podrá sacar algo positivo. La defensa hace aguas, la delantera no ve portería, y sobre todo, el centro del campo está atascado sin ideas.
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El diagnóstico de la enfermedad es que no hay ningún jugador que tome la responsabilidad de crear juego y eso se nota en el equipo, que echa y mucho de menos a Enzo Barrenechea. El pivote argentino jugó el año pasado de blanquinegro cedido por el Aston Villa. Su gran temporada elevó su caché, algo que hizo que el Benfica apareciera en escena para llevárselo pagando tres millones por su cesión además de reservarse una opción de compra de unos 15 millones. Cifras, hoy en día, inalcanzables e imposibles de competir para el Valencia.
La austeridad de Peter Lim provocó que uno de los jugadores clave de la pasada temporada dejara el equipo y todavía no se ha fichado a un sustituto. Se ha tirado, de momento, con lo que había en casa. Es decir, la dupla de Pepelu y Javi Guerra. Pero es que ninguno es un pivote organizador. Barrenechea tenía unas cualidades específicas que dotaban al Valencia de una salida de balón limpia, además de mejorar el rendimiento defensivo de sus compañeros. Pepelu no encaja tanto con el estilo de juego de Corberán, ya que al canterano del Levante le cuesta romper líneas conduciendo el balón y se limita a trazar pases poco arriesgados en dirección horizontal. Por contra, Guerra es un perfil de futbolista más llegador, 'box-to-box' que dicen los anglosajones, y que está más acostumbrado a finalizar jugadas que a crearlas. Cuando tiene que bajar a la base a ayudar en la creación, le cuesta, y eso acaba frenando el potencial ofensivo del Valencia, que pierde a su jugador talentoso en la línea de tres cuartos por la falta de un perfil que le complemente.
Ni si quiera el tercer eslabón en esta ecuación, André Almeida, consigue hacer esa función de sacar el balón jugado y de estirar al equipo desde su propio campo. El portugués no es un '6', si no más bien un '8' o un '10', que enlaza y ayuda a encontrar el último pase para conectar con los extremos o el delantero. En definitiva, en el Valencia no hay nadie como Barrenechea, y de momento, lo más parecido que se había encontrado en el mercado, que era el uruguayo Nicolás Fonseca, se ha quedado en el tintero.
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La operación para contratar al jugador del Club León parecía cerrada, pagando un traspaso de cifras similares al de José Copete, de en torno a los tres millones de euros, pero finalmente no se pudo llevar a cabo por los problemas con el límite salarial que tiene el club. Cabe recordar que en el portal de la Liga, en la plantilla del Valencia, aparecen 19 jugadores con ficha y dorsal profesional. En ella están inscritos los descartes Hugo Guillamón, Cenk Özkacar y Sergi Canós, mientras que de momento, ninguno de los nuevos fichajes aparece como apto para competir. Es decir, Julen Agirrezabala, Dani Raba y Copete siguen sin estar en la base de datos de la Liga.
Tal y como contó LAS PROVINCIAS esta semana, el Valencia, a 30 de junio, llegó con un margen de Fair Play cercano a los 12 millones. Las ventas de Yarek Gasiorowski y Cristhian Mosquera, sumando unos 25 millones, no subieron el límite salarial para el actual mercado porque se produjeron con el curso contable 2025-26 ya en marcha. Si el Valencia supera los 30 millones en ventas netas —las de los centrales lo son al ser canteranos y no tener amortización—, comenzaría a computar en positivo para el límite salarial. A esos 12 millones iniciales al terminar la temporada, se deben descontar los sueldos y amortizaciones de jugadores como Cenk y Cömert, tras regresar de sus cesiones en el Valladolid, además del sueldo de Raba, Agirrezabala y Copete, junto con la amortización de este último. El Valencia llegó a un acuerdo con el Mallorca para hacerse con sus servicios a cambio de 3,6 millones firmándole un contrato de cuatro temporadas, con lo que lo que computa para el Fair Play en cada una de ellas son 875.000 euros.
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Desprendiéndose de Cenk, Canós y Guillamón, partiendo de la base de no conseguir ningún ingreso de traspaso, se liberarían unos 6 millones de euros para el Fair Play del Valencia. Algo que, con la dirección deportiva buscando dos delanteros, un mediocentro y apuntalar los extremos o el lateral derecho, sería una gran ayuda para el nuevo CEO de fútbol, Ron Gourlay, que de momento, se ha hecho más fotos que palabras han salido de su boca en comparecencias públicas.
Esta semana, con el equipo concentrado en Girona para realizar un 'stage', se terminarán de perfilar los detalles tácticos y técnicos que Corberán quiere aplicar su equipo, mientras el técnico espera que llegue algún fichaje para la disputa del Trofeo Naranja de este próximo sábado 9 ante el Torino. Y si no llega para la presentación, que pueda vestirse de corto para el debut liguero ante la Real Sociedad de la semana siguiente, porque falta hace y mucha algún refuerzo.
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