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Urgente Supermercados abiertos este Viernes Santo en Valencia: Horarios especiales
Gayà se dispone a chutar en el disparo que finalizó en gol J. SIGNES

El Valencia pierde sus virtudes

Gayà luce como único valor de un equipo pastoso incapaz de ganar

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Jueves, 1 de enero 1970

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El Valencia CF recibe al Leganés en el partido correspondiente a la jornada 9 de Liga, a las 16:15 horas en Mestalla.

Once de Marcelino García Toral: Neto, Piccini, Garay, Paulista, Gayà, Wass, Coquelin, Parejo, Cheryshev, Gameiro y Rodrigo.

Once del técnico del Leganés, Mauricio Pellegrino: Cuéllar, Juanfran, Omeruo, Siovas, J. Silva, Gumbau, Pérez, El Zhar, Óscar, Vesga y Carrillo.

Sigue el partido en directo en lasprovincias.es.

LA PREVIA de Toni Calero y J.C. Valldecabres

Seis empates en ocho jornadas es el bagaje de un Valencia que compitió bien contra el Atlético, bajó el pistón, y en los últimos duelos ha elevado el nivel aunque no le dio para ganar. Falta acierto en ataque, y victorias, porque en el club blanquinegro todo el plan pasa por repetir en Champions la próxima temporada. La Liga no espera, el Sevilla está fuerte y con la visita del Leganés arranca una fase del calendario muy apretada pero sin duda asequible para remontar posiciones y engordar el colchón de puntos. Así, en medio de la gota fría que golpea la Comunitat, Mestalla espera celebrar esta tarde, con Mauricio Pellegrino de entrenador jefe en el banquillo visitante, el primer triunfo en casa del curso que deje atrás la lluvia de empates.

«Estamos en una situación que de ocho partidos sólo hemos ganado uno y ahora tenemos que ganar este. Hay que centrar la atención en lo inmediato. Es la mejor forma para progresar», analizó Marcelino, que hoy volverá a rotar a sus futbolistas tal y como lleva haciendo desde el inicio de la competición. Espera pronto el Young Boys en la Champions, así que los últimos en incorporarse al grupo por los viajes con la selección (Murillo y Kondogbia) se quedaron fuera de la convocatoria porque casi ni han trabajado sobre el césped.

Moverá el asturiano el once y una de las dudas radica en el ataque, donde Gameiro apunta a titular porque se quedó trabajando en la ciudad deportiva de Paterna durante el parón liguero con Rodrigo y Batshuayi optando a acompañar al francés. El gol no llega y por ahí se están escapando buena parte de los puntos esta temporada. Esta tarde, a los blanquinegros les toca acertar sí o sí. « Una final no es, obvio, porque se juegan en mayo, pero nosotros tenemos que enfocar el partido como una final. El matiz es diferente. Necesitamos ganar. Tenemos que confirmar con victoria y ante nuestra afición la mejoría del equipo», reflexionó Marcelino.

Tanto Valencia como Leganés llegan con buenas sensaciones a la cita. El conjunto de Pellegrino sufrió muchísimo al inicio de Liga, pero dos triunfos en las últimas tres jornadas (ante Barça y Rayo) han llevado puntos y estabilidad al proyecto post-Garitano. «Es un equipo que necesitó un periodo de adaptación pero en los tres últimos partidos de Liga ha competido a buen nivel, es el que mejores números desde el punto de vista físico tiene de Primera. Nos va a exigir mucho, no podemos pensar que porque se llame el Leganés y esté en la parte baja va a ser fácil. Es un equipo organizado y difícil», argumentó Marcelino.

Por lo ensayado en estos últimos días y ante las dificultades por las ausencias de los internacionales, la segunda unidad del Valencia tendrá hoy más protagonismo. Futbolistas como Wass, Coquelin y Cheryshev (Guedes sigue KO) tienen muchas opciones de estar en el once y la línea que menos se moverá, en principio, es la defensa. «No es inamovible», dijo Marcelino sobre la dupla de centrales Garay-Gabriel Paulista, aunque dada la necesidad de ganar es casi seguro que repetirán juntos. «Si queremos ser un equipo poderoso y ganador tenemos que afrontar cada partido con la idea de ganarlo sin tener en cuenta el rival al que nos enfrentamos», avisó Marcelino para que nadie dentro de la plantilla se despiste ante el Leganés por la proximidad de la tercera jornada de Champions.

Marcelino señalaba estos días al Milán de Sacchi como una de sus referencias futbolísticas. Aquel equipo exhibía una habilidad defensiva de la que se servía para desplegar una pila de recursos atacantes. Retaguardia en zona, presión adelantada y ocupación de espacios en la vanguardia. Sin llegar a ese nivel de excelencia, el Valencia de la temporada anterior habría pasado como hermano pequeño de los rossoneros. El de este año no es ni familia lejana. Ni conocidos. El conjunto de Marcelino se ha quedado sin virtudes. Individuales y de grupo. Rodrigo ha dejado de ser exhuberante y Parejo es otro, que me lo han cambiado. Como equipo se despliega previsible, ha desaparecido el regate y la habilidad y la voluntad ha mutado en ansiedad. Todo ello le vale para sacar un punto ante el Leganés, para nada más. Y extrajo el quinto empate en Mestalla porque está Gayà. Menudo y gigante. Pelea con Lukaku y con quien sea. Saca el orgullo, levita sobre la banda izquierda y hasta marca goles. Luis Enrique sabe de qué va esto.

Acabó el partido y retumbó el runrún. Hay quien ya habla de crisis. Exageración para otros. Pero un equipo mellado se pierde en la medianía. El Leganés de jornaleros anestesió al Valencia. Justo lo que con Marcelino jamás ocurría. Te podían ganar pero nunca doblegar. La arrogancia de Zaza sobre el césped arrastraba a sus compañeros. Pero ya no está y sólo Gayà le emula. Gameiro parece un alma en pena. Y falta Guedes, la finta y el esprint portugués, pero se había confeccionado una plantilla amplia para no añorar a nadie. Se equivocaron. Ante el Leganés apareció buena parte de la segunda unidad y demostró porqué lo es. La única grata excepción es Coquelin.

El francés es un imán, lo atrae todo. En el inicio del choque hacía jugar al Valencia y deshacía al Leganés. Dominaban los blanquinegros que ganaron en animosidad con la entrada de Carlos Soler por el lesionado Cheryshev. Pero el fútbol se difuminaba cuando se acercaban a la frontal del área. Mucho toque horizontal, escasa profundidad vertical. Cuéllar no subió las pulsaciones hasta el minuto 18 en un centro de Parejo. La mayoría de acciones llegaban por la banda. Piccini parecía más entonado y Gayà deslumbraba. Pero hay una diferencia inmensa entre ambos. El valenciano siempre está centrado, concentrado y moderado; el italiano te hace una buena subida, la siguiente no sabe controlar un balón medido a su pie y en la posterior jugada se despista y el rival se lleva el balón. Pese a todo, no fue su peor día y Marcelino lo cambió iniciada la segunda mitad. El lateral dijo hace unos días que no vivía en Marte y sabía que se pedía más de él. Es en la Tierra donde debe mostrarlo. Se le acaba el tiempo.

Tras una primera fase insulsa, propia de dos equipos de mitad de tabla, la segunda al menos tuvo más salsa. Sabin Merino la tuvo para adelantar al conjunto de Pellegrino y cuando Marcelino ya había situado tres delanteros en el campo llegó el momento del cacareado VAR. Garay daba una patada a destiempo a Óscar que al árbitro le pilló en Babia. Le avisaron por el pinganillo y tras ver las imágenes en el televisor se marchó hacia el punto de penalti. Gol de Gumbau. Se acababa el mundo. A los blanquinegros se le doblaban las rodillas. Un equipo de mantequilla. Minutos de desconcierto. Pero hay momentos en que el Valencia vuelve a ser el Valencia. Y ocurrió. Sin mucha claridad, impreciso, pero con garra. Se convirtió en un monólogo, con un Leganés bien cerrado atrás. En esos momentos el Valencia ya formaba con tres delanteros. En muchas ocasiones todos ellos se movían por las mismas posiciones e incluso parecía que se molestaban.

Rodrigo se escoraba hacia la banda izquierda y tanto Batshuayi como Gameiro buscaban huecos en el centro, justo donde no los había. Sólo cuando accedió Ferran al campo volvió algo de sentido al esquema valencianista. No siempre la acumulación es efectiva. Y sorprende en Marcelino, siempre equilibrado en sus decisiones y firme pese a las múltiples peticiones de la grada -Carlos Soler y su expedición al centro del centro del campo-. Pues justamente con la salida del campo de Coquelin, el canterano se apostó junto a Parejo. Se notó, y mucho. El dúo de creación se puso a crear. Poco a poco el empuje era superior y en una de las acciones que llegaron por la banda izquierda, Gayà chutó con su pierna zurda y la fortuna hizo que golpeara en Juanfran y despistara al meta Cuéllar. Gol. Empate. El quinto en casa. El séptimo en toda la temporada en las dos competiciones que ha disputado.

Pero ya cansa de sumar de uno en uno. Es casi como perder si los rivales ganan. Pero no lo están haciendo y por ahí brota algo de oxígeno. Porque Marcelino y todos en el club saben que quedar fuera de los cuatro primeros es nefasto a nivel deportivo y, aún peor, en lo económico.

Pero el Valencia pudo ganar. Lo tuvo en sus botas el francés Gameiro. Moría el partido y el balón le llegó al delantero en un pase magistral de Parejo. Superó a Cuéllar con un toque sutil, aunque fue tan suave que dio tiempo a la defensa a llegar y sacar el esférico cuando se colaba en la portería de los madrileños. Manos a la cabeza de todos los aficionados, que por momentos soñaron con saber qué es una victoria. Tendrán que esperar. El martes hay una buena opción ante el Young Boys suizo en la Liga de Campeones. Pero también se esperaba frente al Leganés y no fue así. El calendario es benévolo y el Valencia tiene que aprovecharlo. Las oportunidades pasan y no vuelven. Con Kondogbia y Guedes la vida es más bonita, pero este equipo tiene talento para mucho más. Dice Marcelino que cuando encadenen varios triunfos, todo será más fácil. Que no tarde demasiado o será demasiado tarde.

Valencia CF

Neto, Piccini (Batshuayi, m.58), Garay, Gabriel Paulista, Gayà; Coquelin (Ferran, m.78), Parejo, Wass, Cheryshev (Carlos Soler, m.15); Rodrigo y Gameiro

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CD Leganés

Cuéllar, Juanfran, Omeruo (Carnero, m.70), Siovas, Silva; R.Pérez, Gumbao, El Zhar (Tarín, m.46), Vesga; Óscar y Carrillo (Sabin Merino, m.43)

  • GOLES: 0-1, m.62: Gumbao, de penalti. 1-1, m.84: Gayà

  • ÁRBITRO: Iglesias Villanueva (Comité gallego). Amonestó por el Valencia a Parejo y por el Leganés a Óscar y Gumbau

  • INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la novena jornada de LaLiga disputado en el Camp de Mestalla ante 35.597 espectadores

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