Batshuayi complica la Champions
Un gol del belga para el Chelsea deja al Valencia tercero en el ecuador del grupo y los de Celades resbalan, justo un año después, con el mismo resultado que ante el Young Boys
Hace justo un año, el Valencia se inmoló en el Stade de Suisse de Berna tras empatar frente al Young Boys (1-1) para poner un pie en la condición de eliminado en la fase de grupos de la Champions. El desastre hubiera sido peor si no hubiera marchado Michy Batshuayi. Sí, ese Batshuayi. Aquel en territorio suizo fue uno de los tres goles con los que el belga cerró su triste devenir en España, cuyo epílogo llegó en el tiempo de descuento del pasado mercado de invierno para facturar el equipaje para recalar en el Crystal Palace. Otro 23 de octubre, pero de 2019, el Valencia se volvió a liar en Lille. Es cierto que, afortunadamente para los de Celades, el resbalón frente al equipo que cerraba el grupo a cero llegó con la victoria de Stamford Bridge en el zurrón. La cigarra y la hormiga. Esos tres puntos de Londres pueden valer oro dentro de unas semanas.
En caso de no ganar en Francia, el resultado más propicio en Amsterdam hubiera sido una victoria del Ajax. Con el Chelsea por detrás, los cuatro puntos seguirían dejando al Valencia con una posición de ventaja. Pero apareció Bathsuayi y su cita con el gol cada 23 de octubre. El delantero, que aún no había debutado esta temporada en la Liga de Campeones, entró en el 72 y marcó en el 85 para que los de Frank Lampard terminen la primera vuelta por delante de los valencianistas. Un panorama que obliga a no fallar frente al Lille el 5 de noviembre en Mestalla. No sólo por la clasificación sino porque una derrota dejaría al Valencia cuarto a dos jornadas para el final. La delgada línea roja. La que se cruzó con el gol de Ikoné, que mutó en Hoarau en aquella noche de Berna. Ahora toca apretar los dientes.
La botella medio llena abre la lucha por el liderato del grupo. La Champions es como los resultados electorales, siempre hay una forma de dar la vuelta a los números para poner una capa de pintura. Los holandeses, que parecían inalcanzables tras su exhibición en Mestalla, están a dos puntos del Valencia. Con tres partidos por disputarse. Tan lejos y tan cerca a la vez.
El empate del Lille llegó con ese suspense que siempre deja un VAR que ha acabado con las celebraciones desbordantes y la locura en las gradas para dar paso a un enjambre de jugadores con distintos colores en las camisetas y el árbitro de turno gritando cien veces Wait! (esperen). El resbalón deslució el primer gol en la Champions de Cheryshev, que culminó una contra perfecta 'made in Valencia'. Esa marca que ha dado las mayores alegrías a los de Mestalla en la Copa de Europa. Las de Cúper, el último entrenador en hacer ganar al ahora equipo de Lim dos partidos seguidos fuera de casa en la competición. Celades lo rozó pero el Lille se llevó un punto que, quitando la pasión de la bufanda, mutó en liga de la justicia. El Pierre-Mauroy le aguó la noche a un equipo español. Una pequeña venganza cuatro años y un mes después de que Pau Gasol silenciara sus gradas. Sí, con la pelota naranja. En Lille se disputó, con medio campo partido y parquet encima del césped, el Eurobasket de 2015. El del oro de España, con 40 puntos de Pau en las semifinales ante Francia.