Veto a los hoteles en primera línea del paseo marítimo de Valencia

La vicealcaldesa de Valencia Sandra Gómez desveló ayer el rechazo del Ayuntamiento a la pretensión de empresas inversionistas para recalificar parte de la primera línea del paseo marítimo, entre la antigua calle Pavía, Astilleros y Eugenia Viñes, con la idea de eliminar las viviendas actuales y construir un hotel en toda la manzana.

«Estamos preparados para la batalla», señaló de manera muy gráfica contra la «transformación del barrio» en una zona donde predomine el sector turístico. La edil asumió que tras la desestimación de la alegación en el plan urbanístico del Cabanyal-Canyamelar llegará casi con seguridad un recurso en los tribunales.

La pretensión de estas empresas, unas 25 que presentaron la misma alegación, matizó Gómez, quedará anulada al mantenerse en el planeamiento la construcción de un hotel de hasta 15 plantas en un solar recayente a la calle Doctor Marcos Sopena y el paseo de Neptuno. «De no hacerlo, seguramente ganarían el recurso porque el plan debe llevar algo terciario», aseguró.

Las viviendas sobre las que se pretendía edificar un hotel van desde la rotonda ubicada al norte del hotel las Arenas hasta las viviendas de realojo construidas por el Ayuntamiento cuando se derribaron las casas de Paviñes. «Querían mantener las alturas, pero derribando todo porque no están protegidas, para construir un hotel en horizontal», dijo.

El plan urbanístico se expuso al público en mayo del pasado año por segunda vez y la respuesta a las alegaciones se llevarán a la próxima comisión de Urbanismo. Faltará entonces el visto bueno de la Dirección General de Patrimonio, para su regreso al Consistorio, que tras la aprobación definitiva necesitará tan sólo el aval de la Conselleria de Obras Públicas. Sólo entonces podrá tener la autorización y entrará en vigor plenamente. La vicealcaldesa no se atrevió a fijar plazos, aunque confió en que el informe de la Dirección General de Patrimonio «esté lo antes posible».

El resto de elementos del plan sigue lo previsto, con la confirmación de que se desestiman todas las recomendaciones de la Demarcación de Costas, principalmente la que se oponía a la construcción del hotel de 15 plantas. La edil de Desarrollo Urbano se mostró sorprendida de que no dijeran nada del inmueble previsto con el mismo uso y de hasta 30 plantas dentro de la Marina. En todo caso consideró que la Generalitat es la competente para aprobar el plan urbanístico.

El plan especial fija el mantenimiento de la tipología del barrio con un máximo de tres alturas y Gómez insistió sobre esto que no «queremos que el barrio sea un parque temático sino que se mantenga su uso residencial. Se trata de un plan ambicioso que protege también la fachada marítima, que inicialmente no está incluida en la protección patrimonial del barrio». En la zona declarada Bien de Interés Cultura se quedará con dos alturas.

La redacción del plan ha sido más que accidentada, sobre todo en el anterior mandato, cuando los ediles de València en Comú señalaban su rechazo al hotel de 15 plantas o cuestionaban abiertamente el derribo de Bloque Portuarios, que ahora será sustituido por unas fincas menores.

De ahí que buena parte de la intervención de Gómez estuviera enfocada a lanzar mensajes a esos colectivos, que han protagonizado hace poco protestas por lo que consideran exceso de edificaciones y demasiado margen al sector turístico. En esta línea, la edil defendió que el Cabanyal dispondrá de más de 60.000 nuevos metros cuadrados de zonas verdes y peatonales y más de 40.000 nuevos metros cuadrados de equipamientos públicos.

«En el Cabanyal habrá entre 850 y 1.000 casas del parque público de vivienda para bajar los precios. Será el mayor parque público de toda Valencia», aseguró, para indicar que «es un barrio muy tensionado en materia de vivienda y los hijos de los que han vivido toda la vida allí no pueden adquirir una».