La muralla islámica invisible para todos

A la vista de esta situación, la entidad ha recomendado que «teniendo en cuenta el dilatado periodo de tiempo transcurrido desde la primera denuncia, formulada en octubre de 2013, y en cumplimiento de nuestras tres recomendaciones se ejecuten estas medidas de bajo coste».

Se refiere a la eliminación de elementos impropios (grafitis, capas de pintura plástica, elementos anclados, cableado, vegetación, etc.), así como la necesaria consolidación de la parte superior de la muralla, cubierta con una malla desde 2019 que ya está rota en varias zonas. Por último, la colocación de una señalética conveniente que indique la presencia de este elemento patrimonial catalogado como Bien de Interés Cultural.

La primera denuncia fue promovida por la asociación Círculo por la Defensa del Patrimonio, que en 2013 alertó de la degradación del lienzo. Seis años después, un temporal arrancó un pequeño árbol que crecía en la parte superior rompiendo parte de la construcción, por lo que el Ayuntamiento colocó una red protectora para cubrirla.

«Todo lo que pide el Síndic son intervenciones de pequeño presupuesto, incluida la colocación de la placa para informar y recordar lo que hay allí», indicaron fuentes de la entidad, quienes subrayaron que «en los últimos años se han puesto otros recordatorios como los relativos a la memoria histórica y el 15-M».

La concejalía de Patrimonio y Recursos Culturales sí que tiene en marcha la rehabilitación de un torreón y un lienzo de la muralla islámica en la plaza del Ángel, donde las obras marchan al ritmo adecuado. Con un presupuesto de 3,4 millones de euros, ya ha concluido la primera fase de la excavación arqueológica.

Estos días ha terminado la colocación del andamio para intervenir en la muralla y el torreón. La empresa adjudicataria consolidará las zonas más dañadas, mientras se avanza en el futuro jardín arqueológico, que integrará algunos pavimentos medievales. La excavación ha encontrado también fosas de un cementerio medieval.

En cuanto a la muralla de la calle Salinas, la última respuesta de la Conselleria de Cultura fue: «Quisiéramos reiterar que este tipo de actuaciones de envergadura como la que nos ocupa, que requieren de una tramitación compleja y de elevados recursos financieros, no pueden ser abordadas con la inmediatez que exige el interesado». Desde Círculo por la Defensa del Patrimonio comentaron que «años después de las primeras recomendaciones no puede hablarse de inmediatez, hemos esperado mucho».

El jardín arqueológico se incluye en un plan urbanístico de recuperación del entorno de la muralla islámica, atascado durante lustros y donde las citadas obras son la única iniciativa de momento que ha empezado. Varios solares y edificios en ruinas atestiguan el retraso del proyecto, que afecta tanto a solares públicos como privados. El anterior gobierno municipal propició la reurbanización de las calles, aunque dejando aparcado el resto de inversiones previstas.