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Lonja de pescadores del Cabanyal. Irene Marsilla

La Lonja del Pescado del Cabanyal entra en la lista roja de patrimonio en peligro

La entidad alerta del mal estado del edificio tras comprobar las deficiencias advertidas por la asociación vecinal

Lola Soriano Pons

Valencia

Jueves, 10 de julio 2025, 11:52

La centenaria Lonja de Pescadores del Cabanyal, en la calle Eugenia Viñes, sigue a la espera de una reforma integral para poner en valor este patrimonio marinero, pero ahora además, queda patente que está en riesgo de desaparecer, ya que Hispania Nostra, entidad reconocida por la Unesco por la defensa del patrimonio, la ha incluido en la lista roja.

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Esta alerta de peligro de conservación se produce después de que desde la asociación de vecinos Cabanyal-Canyamelar elevaran la preocupación a Hispania Nostra y propusieran que se incluyera en la lista de patrimonio que precisa intervenciones urgentes.

Tras la petición formulada por los vecinos, desde Hispania Nostra informan a la entidad vecinal que «tras estudiar la ficha de la Lonja del Pescado del Cabanyal, el Comité Científico ha considerado oportuna su inclusión en la lista roja como forma de llamar la atención sobre su estado e impulsar su recuperación».

A la hora de explicar la motivación de la inclusión en la lista roja se detalla que hay una «deficiente estado de conservación. Después de tantos años de abandono, la existencia y progreso de los daños estructurales existentes depende principalmente de la incapacidad para abordarlos, debido a los conflictos provocados entre sus propietarios por la caducidad de la concesión del suelo y la incapacidad demostrada por la administración para ejercer su deber de custodia de este patrimonio cultural, a pesar de su gran interés histórico y arquitectónico».

Y sobre el esatdo de conservación se indica que hay «una profusa incorporación de elementos impropios de tipo decorativo, como alicatados en las zonas inferiores de la fachada y distintos tipos de pavimento, además de algunos elementos domésticos. Abundan las instalaciones realizadas en las viviendas que se ven reflejadas sobre la fachada, como los compresores de aire acondicionado, los tubos extractores o las canalizaciones eléctricas».

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Entre las patologías que presenta el edificio describen «la presencia de grietas en la fábrica de ladrillo en distintos tramos de las fachadas principales y los laterales. Rejería metálica y carpintería de madera en mal estado. Algunas viviendas abandonadas».

También se habla de la «pérdida de la unidad compositiva del edificio al estar pintados algunos tramos de la fachada con diferentes colores. Murales 'artísticos' dudosamente decorativos. Antenas de televisión e instalaciones de aire acondicionado invadiendo algunos tramos de la fachada. Numerosas reparaciones puntuales de la cubierta con materiales impropios».

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No hay que olvidar que se trata de un edificio levantado a principio del siglo XX (1904-1909) por encargo de la sociedad de patrones de barca Marina Auxiliante, siguiendo el proyecto del maestro de obras Juan Bautista Gosalvez, vecino ilustre y antiguo alcalde de Pueblo Nuevo del Mar, sobre un solar objeto de una concesión por parte del rey Alfonso XII.

Recién terminadas las obras, se utilizó como hospital de la Cruz Roja durante la guerra en África.

Terminada la contienda, comenzó a utilizarse para aquello para lo que había sido proyectado, lonja de pescado. Las barcas de pesca eran arrastradas hasta sus puertas desde la próxima orilla, apenas 10 metros, por los toros que Joaquín Sorolla inmortalizó en sus cuadros. Siguió siendo utilizada como lonja hasta poco antes de la Guerra Civil cuando dejó de venderse pescado y por mutuo acuerdo entre la Marina Auxiliante y el Progreso Pescador, se destinó a almacenaje de cajas de pescado, mientras, se vendía la pesca en la Lonja del Progreso. Terminada la guerra, los almacenes pasaron a utilizarse como viviendas para albergar a aquellos pescadores que habían perdido su hogar.

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Precisamente si hace unos meses la asociación de vecinos del Cabanyal-Canyamelar pedía a Hispania Nostra que sacara de la lista roja al conjunto del barrio, porque ahora está en proceso de recuperación y ya no hay peligro de prolongar la avenida Blasco Ibáñez, porque se ha descartado, por el contrario sí han conseguido que entre en la lista roja el edificio de la Lonja de Pescadores.

En cuanto al futuro de la lonja, no hay que olvidar que a finales de junio se reunieron los ediles de Patrimonio, Juanma Badenas, y Responsabilidad Patrimonial, Cecilia Herrero, para comenzar a estudiar con la Marina Auxiliante si es viable abrir la puerta a la negociación para que los vecinos de las 40 casitas que forman parte de la Lonja de Pescadores puedan seguir residiendo en este edificio con algún título habilitante.

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Este primer encuentro se produjo después de que el Tribunal Supremo dictase el pasado mes de abril una sentencia firme, en la que inadmitió un recurso de casación presentado por la Marina Auxiliante y, por tanto, se consolidara la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJ) de 2023 que dio la razón al Consistorio sobre el hecho de que la concesión a la Marina Auxiliante de este edificio había caducado.

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