Juzgan a la red que enviaba a Argelia desde Valencia coches robados en Europa
Los seis acusados niegan que supieran la procedencia ilícita de los vehículos que embarcaban en el puerto con documentación falsa
El Puerto de Valencia se convirtió entre 2016 y 2019 en la vía de salida de vehículos robados por toda Europa rumbo a Argelia hasta que la Guardia Civil logró desarticular la red que se dedicaba a robar y trasladar los coches, principalmente sustraídos en Francia, Italia y Luxemburgo, embarcando los mismos con documentación falsa en el ferry Valencia-Mostaganem. Seis de los presuntos miembros de esta organización, entre ellos el cabecilla afincado en Francia, se enfrentan a penas que van desde los cinco años y medio de cárcel a los ocho años y medio por delitos de pertenencia a organización criminal, un delito continuado de uso de documento oficial falso y un delito también continuado de receptación en concurso con blanqueo de capitales.
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El juicio contra esta red de tráfico ilegal de vehículos robados ha comenzado en la mañana de este jueves en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Valencia. Los seis procesados, de origen argelino, han negado que supieran la procedencia ilícita de los vehículos, y el principal encausado incluso sostiene que los compró legalmente en Francia, pero curiosamente en una fecha anterior a la sustracción de los mismos.
Las investigaciones de la Guardia Civil determinaron que los acusados son todos integrantes de una organización a nivel internacional dedicada a sustraer vehículos comunitarios para incorporarlos y canalizarlos al mercado de terceros países y que se pusieron previamente de común acuerdo con la intención de «obtener lucro a costa de lo ajeno a sabiendas de la procedencia ilícita de los vehículos».
De esta forma, en abril de 2019 embarcaron en el buque de Balearia que salía del puerto valenciano rumbo a Mostaganem (Argelia) seis coches que habían sido sustraídos sin placas de matrícula ni documentación de un concesionario Peugeot de una localidad de Luxemburgo apenas dos días antes. Para poder trasladarlos a España y poder embarcar sin levantar sospechas les colocaron placas temporales de matrícula francesas y utilizaron datos ficticios sobre sus supuestos propietarios.
El 24 de abril de ese 2019 embarcaron cinco de los coches, conducidos por algunos de los procesados, de los modelos Peugeot 208 y 2008, tasados en 14.665 y 18.550 euros. Asimismo, el 27 de abril, agentes de la Sección Fiscal del Puerto de Valencia detuvieron a otro de los acusados cuando se disponía a repetir dicha operación embarcando el sexto coche. Los acusados, quienes han optado la mayoría de ellos por responder solo a las preguntas de sus respectivos abogados, alegan que solo actuaron de chóferes llevando los citados vehículos para ganar algo de dinero, que ellos creían legal, así como para hacerle un favor uno de los presuntos cabecillas, que actuaba como líder del grupo en el territorio español y se encargaba de la logística necesaria para que los coches sustraídos pudieran ser trasladados a Argelia.
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La Fiscalía considera que A. B. confeccionaba por sí mismo o encargaba a terceras personas la documentación necesaria y las autorizaciones de traslado firmadas por los supuestos titulares argelinos de los coches, y coordinaba al resto de integrantes de la red en territorio español y buscaba a los conductores para llevar a cabo los traslados y embarques de los vehículos sustraídos. Según el Ministerio Fiscal, de ahí que también acuse a los conductores de los coches, estos eran conocedores de las sustracción de los vehículos, de la manipulación de su documentación y de que portaban placas de matrícula que no les correspondían.
El presunto cabecilla de la organización, B. B. B., ha reconocido en el juicio el envío a Argelia de seis vehículos, pero alega que compró los citados coches a una empresa en Francia, pero que desconoce la procedencia de los mismos. La fiscal y las pesquisas de la Guardia Civil le atribuyen ser la persona que desde Francia, donde tenía su residencia habitual, coordinaba la sustracción de los vehículos, la Realización de los trámites administrativos oportunos para la elaboración de la documentación que permitieran su traslado a España con el fin de poder embarcarlos con destino a Argelia.
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Para ello se valía del uso de datos ficticios de titularidad al presentar contratos de compraventa manipulados, el certificado provisional de matriculación y de placas temporales con las que poder transitar con los vehículos sustraídos hasta Valencia, donde en el puerto eran embarcados con la apariencia de legalidad del coche en cuestión. Por otra parte, el pago de los gatos de traslado y el dinero que se llevaban los chóferes se realizaba mediante empresas de envío de dinero, utilizando el nombre de terceras personas para evitar rastreos policiales y ocultar sus actividades ilícitas.
Uno de ellos realizó 30 viajes
Uno de los acusados realizó al menos 30 viajes a Argelia entre diciembre de 2016 y 2019 embarcando vehículos y luego regresaba sin coche alguno. Mientras que a otro procesado le constan también otros once viajes similares en los que llevó coches a su país para ser comercializados.
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Fruto de las investigaciones de la Guardia Civil y de intervenciones telefónicas, que los abogados trataron de invalidar durante las cuestiones previas del juicio, se realizó un seguimiento de los principales encausados en noviembre de 2019 y se intervino a uno de ellos 3.350 euros en efectivo y una factura de un taller de Lyon con la reparación de un coche robado en Italia días antes.
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