El estrés afecta perjudicialmente a la salud física y mental. Fotolia

El microhábito que ayuda a bajar el cortisol y evitar las subidas de glucosa

Tener los niveles elevados de esta hormona puede perjudicar nuestra presión arterial, estado de ánimo e incluso al sistema inmunológico

Tamara Villena

Valencia

Martes, 14 de octubre 2025, 01:43

El cortisol está en el punto de mira de quienes se preocupan por su estilo de vida porque tener sus niveles elevados puede tener graves consecuencias para nuestra salud, tanto física como mental. A pesar de que no todo el mundo está todavía muy concienciado sobre ello, tener el cortisol elevado puede afectar a cómo el cuerpo responde al estrés, a nuestra presión arterial, estado de ánimo e incluso al sistema inmunológico.

Publicidad

Además de aumentar la sensación de irritabilidad y mantenernos en estado constante de alerta, con dificultad para descansar o concentrarnos, tener los niveles de cortisol altos puede llevar a aumentar nuestros niveles de glucosa para proporcionar energía de forma rápida. Esto puede conllevar antojos constantes e incluso aumentar la resistencia a la insulina y la sensación de inflamación.

Así que no es de extrañar que muchas personas busquen cómo controlar esta hormona y qué medidas tomar para evitar que sus niveles se disparen. Entre las pautas que puedes probar hay un microhábito que, incorporándolo en tu día a día, te ayudará a regular el cortisol.

Se trata de poner en práctica algo que, a día de hoy, puede parecer casi imposible: desconectar. Algo tan sencillo como poner el móvil en modo avión puede ayudar mucho a regular el cortisol ya que nos reduce el estrés que pueden provocar las notificaciones y el estar siempre disponible. Lo ideal es aprovechar para distraerte con actividades que te relajen, como leer o hacer yoga, pero también puedes hacerlo mientras le das al play a la música que te guste para hacer tareas simples como planchar o fregar.

Y como móviles pueden generar cierta dependencia y no es del todo fácil desconectar de golpe, de la noche a la mañana, puedes poner en práctica este microhábito introduciéndolo poco a poco en tus rutinas. Hazlo de forma intermitente entre varias rutinas antiguas, ya que al incorporarlo de esta forma es más probable que lo acabes adaptando como un hábito más y lo mantengas a largo plazo.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio

Publicidad