Así se debe guardar la insulina si se viaja con diabetes este verano
Las altas temperaturas pueden poner en riesgo la eficacia de la insulina
Laura Carrasco
Sábado, 30 de agosto 2025, 00:44
En verano, es más que importante tener especial cuidado con los dispositivos de control de la gluscosa, además de la insulina, ya que con las altas temperaturas existe mayor riesgo de que se estropeen, a no ser que se conserven correctamente. Dejarlos en el coche, por ejemplo, puede inutilizarlos. Tal y como indica en la misma caja, lo ideal es mantener todo el material de la diabetes en un lugar fresco y seco. Según Elsa Fernández Rubio, vocal de la Sociedad Española de Diabetes (SED): 'Cuando esto no es posible se deben comprobar las especificaciones técnicas de cada sensor de monitorización contiunua de glucosa o glucómetro, ya que cada uno tiene una temperatura específica a la que el fabricante recomienda no exponerlo'.
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Por ello, esta endocrinóloga insiste en que se debe evitar dejar estos dispositivos dentro del coche expuestos a altas temperaturas: 'Si se han expuesto al calor, y los síntomas que se perciben no coinciden con las cifras que muestra el sensor o glucómetro, comprobar siempre la glucosa con otro medidor si es posible', precisa.
Cómo mantener la insulina
La experta de la SED dice que puede mantenerse a temperatura ambiente, puesto que el rango de temperatura en el que mantiene sus propiedades es de entre 2 y 30 grados centígrados hasta 4 semanas. Igualmente, la doctora sostiene que el glucagón inyectable puede mantenerse a una temperatura de entre 2 y 25 grados por un periodo de hasta 18 meses. Si la temperatura supera los 30 grados , tanto la insulina como el glucagón deben conservarse en nevera y ser transportado por un estuche refrigerado.
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La importancia de la hidratación
La hidratación es especialmente importante durante los periodos de calor en las personas con diabetes para reducir el riesgo de deshidratación. 'No hay recomendaciones específicas sobre la cantidad de líquido a ingerir, pero sí que sea aconseja hidratarse bebiendo agua abundante, incluso cuando no se tenga sed. También es fundamental evitar las bebidas alcohólicas y las bebidas azucaradas, ya que pueden empeorar o precipitar la deshidratación' asegura la experta.
No olvidar el cuidado de los pies
Otro punto importante a tener en cuenta durante el viaje, es el cuidado de los pies en las personas diabéticas, y más en verano. Aunque, según la especialista, las recomendaciones generales no difieren de las que deberían seguirse el resto del año; sin embargo, durante las épocas de calor cobran mayor relevancia por un mayor riesgo de aparición de ampollas y de heridas por el efecto del sudor y el roce de zapatos que pueden ser menos adecuados.
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En general, a las personas con diabetes, y sobre todo aquellas con neuropatía diabética, se les suele aconsejar:
Evitar caminar descalzos (incluso en la playa, por riesgo de quemaduras al no detectar la temperatura de la arena).
Revisar los pies a diario por si aparecen heridas o ampollas
Lavar y secar bien los pies a diario, con especial cuidado en las zonas interdigitales (entre los dedos).
Hidratar la piel con crema hidratante.
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Usar calzado cómodo y transpirable.
Visitar regularmente al podólogo, al menos anualmente, y con mayor frecuencia si existen problemas específicos.
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