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El niño Víctor Martín Angulo estudiando bajo una farola en Moche (Perú). R.C.
Una luz para Víctor y sus compañeros

Una luz para Víctor y sus compañeros

Un millonario de Baréin remodela la casa y el colegio de un niño de Perú cuya imagen estudiando bajo una farola dio la vuelta al mundo

Álvaro Soto

Madrid

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Martes, 28 de mayo 2019, 18:00

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Con un bolígrafo en una mano y los ojos pegados a un libro, el niño peruano Víctor Martín Angulo, doce años, se sienta junto a una farola situada al lado de su casa, buscando luz para poder hacer los deberes. Su madre, Rosa, ya no tiene dinero para pagar la factura de la luz de su ruinosa vivienda, donde malvive esta humilde familia del municipio de Moche, una localidad de 30.000 habitantes a 550 kilómetros de Lima, en la provincia de Trujillo.

Probablemente, la de Víctor sea la triste cotidianeidad de muchos menores en los países más pobres del mundo. Pero a veces, la casualidad y la generosidad pueden hacer que el destino cambie. Un día del pasado marzo, las cámaras de seguridad de Moche grabaron a Víctor, empeñado en seguir estudiando, y la imagen llegó a las redes sociales, donde se convirtió en viral. De una punta a otra del mundo se desató la solidaridad hacia el pequeño y el alcalde de su localidad dio el primer paso y prometió que pagaría el recibo de la luz de su casa, además de regalarle un estuche con utensilios escolares.

Pero la ola de cariño que desataron las imágenes de Víctor Martín no quedó ahí. En Londres, el millonario de origen bareiní Jacob Yusuf Ahmed Mubarak, de 31 años y dueño de una fábrica de chocolates, se sintió tan conmovido que decidió tomar cartas en el asunto. Primero, anunció que ayudaría al niño. Pero después, fue más allá y decidió viajar hasta Perú para conocer en primera persona las condiciones de vida de su pupilo. «¿Cómo puede alguien, desde otro continente, venir a verme?», se preguntó Víctor. La respuesta se la dio Mubarak cuando por fin se conocieron. «Yo también tuve una infancia así y me he visto reflejado en él», desveló el inversor.

El encuentro entre el aplicado alumno y el generoso empresario se produjo hace unos días y ambos congeniaron rápidamente. Mubarak se comprometió a rehabilitar la familia de la vivienda y también, a montar un negocio para que Rosa pueda ganarse la vida de una manera digna. «Gracias por la ayuda que nos brinda, muchas gracias. Le agradezco mucho que haya tenido el tiempo y la amabilidad de venir a mi humilde hogar porque nadie lo hace», dijo a una televisión peruana Rosa, que desveló también el motivo por el que Víctor se esfuerza tanto en sus estudios: «Él quiere convertirse en policía para evitar que haya tanta corrupción y drogas en el país».

Pero a la historia de amistad entre el niño peruano y el millonario de Baréin le faltaba un nuevo giro. Una vez que habían cogido confianza, Víctor se atrevió a pedirle a Mubarak algo más: que financiara la remodelación de la escuela Ramiro Ñique de Moche, en la que estudian sus compañeros y él. La respuesta del millonario fue 'sí'. «Lo primero que me gustaría hacer es que cada grado de la escuela, tanto de primaria como secundaria, tenga instalaciones independientes», dijo Mubarak.

Eso sí, para que la trama fuera completa, tenían que surgir inconvenientes. El abogado de Mubarak denunció en un primer momento que la administración peruana estaba poniendo obstáculos a su inversión. Pero el pasado viernes, el Ministerio de Educación de Perú zanjó la cuestión con un tuit: «El viceministro de Gestión Institucional, Guido Rospigliosi, y el ciudadano árabe, Yaqoob Ahmed, firmaron carta de intención en la que se compromete a realizar donación para la IE Ramiro Ñique de Moche». Mubarak se ha comprometido a regresar a esta localidad peruana en diciembre para ver la nueva casa del niño y la escuela.

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