La DGT advierte, 800 euros de multa si no cumples estos requisitos en tu vehículo
La presión o el dibujo son indicativos para saber cuándo cambiar las ruedas de tu vehículo
Jaime Vázquez García
Viernes, 28 de noviembre 2025, 00:59
El estado de los neumáticos sigue siendo uno de los aspectos más importantes para la seguridad vial. Al ser el único elemento que mantiene contacto directo con el asfalto, su mantenimiento adecuado es esencial para que el vehículo responda correctamente ante cualquier situación, especialmente en invierno, cuando el clima se complica y el riesgo de accidente aumenta.
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Las multas por circular con neumáticos defectuosos
Tráfico recuerda que conducir con ruedas deterioradas puede considerarse una infracción grave. Si los agentes detectan daños visibles, deformaciones o un desgaste que ponga en riesgo a otros conductores, incluso pueden inmovilizar el vehículo. La sanción económica es contundente: 200 euros por cada neumático en mal estado, lo que puede traducirse en hasta 800 euros si las cuatro ruedas incumplen la normativa.
En esta época del año, además, conducir sin cadenas cuando su uso es obligatorio puede suponer otra multa de 200 euros. También se puede recibir sanción si el coche monta neumáticos incompatibles con el modelo del vehículo o no homologados para circular, ya que esto no solo compromete la seguridad, sino que también impide superar la ITV.
Entre los motivos más habituales de multa destacan:
Desgaste excesivo: el dibujo no puede bajar de 1,6 mm de profundidad.
Daños visibles: cortes, bultos, grietas o cualquier deformación peligrosa.
Neumáticos no aptos: modelos de tamaño o características que no correspondan a los homologados.
Cómo revisar correctamente los neumáticos
La DGT recomienda una serie de comprobaciones rápidas y periódicas para evitar sorpresas en carretera:
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Revisar la presión al menos una vez al mes, siempre con los neumáticos en frío y ajustándola a las cifras indicadas por el fabricante.
Controlar el dibujo y el desgaste, asegurándose de que supera el mínimo legal (1,6 milímetros). Una profundidad baja reduce drásticamente la capacidad para evitar el aquaplaning.
Buscar daños o cuerpos extraños incrustados que puedan provocar un reventón en trayectos largos.
Equipar cadenas o neumáticos de invierno en zonas donde el hielo y la nieve son habituales.
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