Urgente Aemet avanza el tiempo en la Comunitat Valenciana para el puente de diciembre
Unos mayores practicando deporte en un parque de Valencia. Damián Torres

Valencia, el desafío de una ciudad para mayores

Uno de cada cinco vecinos de la ciudad tiene más de 65 años y en dos décadas habrá 270.000 personas de la tercera edad

Juan Sanchis

Valencia

Sábado, 10 de junio 2023, 20:11

Los mayores de 65 años suponen ya el 20% de la población española y superan en número a los de menos de 20 años. En la ciudad de Valencia este grupo de edad lo conforman unas 170.000 personas ... , lo que supone el 21,4% de los habitantes (uno de cada cinco); unas 66.000 en Alicante (19,6%) y alrededor de 33.000 en Castellón (23%).

Publicidad

Pero esto es sólo el principio del fenómeno. En unos años comenzarán a jubilarse los 'babyboomers', los nacidos en la década de los 60 y 70. De esta forma, en el entorno de los años 40 de este siglo habrá unos 15 millones de pensionistas en España, un 56% más que en la actualidad. La proyección a partir de estos datos implica que en esa fecha habrá 268.000 mayores en la ciudad de Valencia, casi cien mil más que en la actualidad. De hecho, en estos momentos los mayores de 65 años son más que los menores de 20.

Está claro que cada vez hay más mayores. Esto es lo que viene en los próximos años y supone cambios a todos los niveles, también en el diseño de las ciudades que actualmente están pensadas para otros usos más productivos, señalan sociólogos y urbanistas, y en muchas ocasiones se han convertido en territorio hostil para los ancianos.

Y Valencia está en el buen camino pero aún no está preparada para tener una población tan voluminosa de mayores. Faltan viviendas adaptadas, residencias, centros de día, rebajar aceras, rampas, zonas con sombra, bancos preparados y un largo etcétera, según señalan expertos y afectados.

Publicidad

La palabra clave es la accesibilidad. Así lo expone Daniel Monleón, profesor de Urbanismo en el Grado de Arquitectura de la CEU-Cardenal Herrera. «La accesibilidad para todo el mundo es un criterio fundamental de forma que el mayor se pueda mover de forma libre y protegida», explica. Otro aspecto destacable es que haya una señalización que entiendan las personas mayores y les permita orientarse.

Uno de los criterios básicos que debe primar a la hora de proyectar la ciudad es la distancia. «Los mayores deberían tener a mano los equipamientos básicos», señala Monleón que hace referencia a equipamientos básicos como la tienda, el médico o el parque donde tomar el sol y socializar con otras personas. «Las distancias son más cortas que para el resto de la población. Más de 200 metros puede ser todo un reto para un anciano sin casi autonomía. Estos tienen un ritmo más pausado», recalca el experto.

Publicidad

En la misma línea, el profesor del CEU aboga por lugares donde puedan descansar sin agobios producidos por el tráfico o por el ruido. «El espacio debe invitar a la gente a salir a la calle. Las ciudades deben ser lugares caminables, confortables, protegidos del sol y de la lluvia. Es necesario para todos pero se agudiza en el caso de los mayores», explica.

Pedro Uceda, profesor de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid, establece varios criterios que convertirían a la ciudad en mucho más habitable para los mayores. Una de ellas es la necesidad de una vivienda adecuada que incluya ascensores con pasillos amplios en los que puedan pasar las sillas de ruedas. «Estas personas suelen tener la casa en propiedad y están muy vinculadas a ella», explica y añade que «algo tan sencillo como tener un plato de ducha es fundamental».

Publicidad

La ciudad, en su opinión, debería disponer de equipamientos de calidad como centros de mayores que estén bien gestionados, con residencias públicas bien cuidadas. A esto hay que añadir lugares donde puedan practicar actividades deportivas y culturales. «Ahora se ha puesto de moda en los parques instalar esas máquinas para que las puedan usar mayores. Tendría que ser más común», aclara.

En opinión de Uceda, los espacios públicos deben ser también de calidad. Con parques y plazas con zonas de descanso, bancos bien protegidos por árboles con zonas sombreadas que permitan que se puedan disfrutar de ellas en verano. También con fuentes. «Debe haber espacios públicos donde sentarse sin que les cobren y donde socializar», explica.

Publicidad

Por otra parte, en opinión de este experto, las ciudades deben ser «caminables» con zonas peatonales, aceras limpias, anchas y en buen estado. Tienen también que disponer de un buen transporte público, ya que el uso del vehículo privado cae a partir de los 65 años.

En este sentido, este experto aboga por potenciar la ciudad de los «quince minutos» donde encontrar todo lo necesario para su vida en un radio razonable (tiendas, médico, parques…). «Los planes urbanísticos deben pensar en esto», ha apuntado y aboga por aceras con alcorques, por peatonalizar las zonas céntricas y por una iluminación adecuada.

Noticia Patrocinada

En este punto insiste también Inés Novella, profesora de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de la Universidad Politècnica de València. Insiste en que la iluminación debe ser de calidad, uniforme, «sin que haya claroscuros».

Uceda, por otro lado, apuesta también por que haya espacios intergeneracionales, compartidos. Es el caso del 'cohousing' (viviendas privadas con espacios comunes donde vive gente con intereses similares), lugar en el que se puede envejecer de forma colectiva. El profesor de la Complutense critica, en cambio, la moda de poner bancos para sólo una persona. «Fomentan el individualismo y no permiten la sociabilidad», afirma.

Publicidad

Inés Novella, por su parte, señala la necesidad de adaptar ciudades que fueron pensadas en otra época y con otros intereses cuando la estructura de la población era piramidal con predominio de la gente joven. «Hay muchas guarderías y colegios y ahora hacen falta otro tipo de infraestructuras como centros para mayores», explica. En este sentido, apuesta porque haya más centros de día adaptados a este sector de la población. «Hay que adaptar las ciudades a las nuevas necesidades», apunta la experta.

La profesora de la Politècnica se muestra partidaria de que haya equipamientos accesibles y que respeten la ergonomía. «Se debe preparar la ciudad para estas personas», explica y añade que se trata de un colectivo muy sensible a la contaminación y a los ruidos. «Las ciudades deben ser amables y acogedoras», resalta Novella.

Publicidad

Uno de los aspectos en los que más incide esta experta es en la seguridad, no en el sentido de lucha contra la delincuencia, sino en el de un espacio con garantías para estas personas, con aceras amplias, peatonalizadas, parques y bancos sombreados e infraestructuras y equipamientos a una distancia prudencial. En este sentido, Novella considera que el espacio público debe ser una extensión de su vivienda. «Hay que tener en cuenta que el andar puede ser el único deporte que realiza este grupo de edad por eso la ciudad debe ser caminable porque si no es así muchos mayores se quedan en casa», resalta.

En cuanto a la vivienda, Novella señala que la mayor parte de los mayores la tiene en propiedad. Los problemas son distintos para los de más edad y para los más jóvenes. Para estos últimos el hándicap es poder acceder a ella mientras que para los más ancianos el problema se encuentra en mantenerla. En este sentido, la profesora de la Politècnica destaca la pobreza energética que afecta especialmente a las mujeres que viven solas. «Muchas no pueden poner la calefacción en invierno o el aire acondicionado en verano por falta de recursos», expresa.

Publicidad

En este sentido, ha defendido nuevos modelos de vivienda para los mayores como las residencias, el mencionado 'cohousing', o el 'age in place' que permite envejecer en su casa con lo que mantienen sus redes sociales. Este tipo de viviendas se adaptan al «envejecimiento» gradual. Son muy comunes en Europa pero no tanto en España y en ellos se pueden encontrar equipamientos comunes y residencia propia.

Mejoras en Valencia

Valencia es una ciudad amigable para la tercera edad. Está acogida a esta organización auspiciada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), una red de la que forman parte otras ciudades valencianas. Pero aún le queda camino por recorrer para que sea una urbe adaptada a las personas de mayor edad.

En este sentido, Daniel Monleón afirma que «todavía tiene por delante un proceso de años». También apuesta por bancos con respaldo aunque matiza que «siempre que haya bancos es mejor que lo contrario». Monleón ha señalado que la «ergonomía es fundamental» con una característica fundamental y es que «el mayor se pueda luego levantar sin ayuda» para lo que pide que también tenga brazos laterales.

Monleón ha destacado que Valencia necesita más espacios para el anciano y señala que las plazas como la de la Reina, con mucho sol, no son lo mejor para una persona mayor. En este sentido, apuesta por lugares con sombra y para eso aconseja más vegetación, sobre todo de especies caducifolias que en verano protegen y en invierno dejan pasar los rayos para calentarse.

Publicidad

Por su parte, Inés Novella considera que no hay ninguna ciudad totalmente preparada para los mayores. «Se trata de un fenómeno novedoso y el urbanismo tiene una inercia», manifiesta la profesora de la Politècnica que señala que Valencia se encuentra en la buena dirección.

La Defensora del Mayor en Valencia, Asunción Pérez, mantiene una posición similar. Para Pérez, la ciudad del Turia está «preparada pero desbordada» ya que la esperanza de vida cada vez es mayor por lo que el número de ancianos se incrementa. En este sentido, ha animado a apretar el acelerador «porque no se esperaba esta eclosión».

Asunción Pérez apuesta por una ciudad con menos tráfico y pone el dedo sobre la llaga al señalar a patinetes y bicicletas. «Los mayores suelen tener problemas de vista o audición por lo que pueden verse sorprendido por estos vehículos porque hacen muy poco ruido», aclara la Defensora del Mayor. «Estos medios de transporte son para jóvenes pero se tienen que dar cuenta de que no estamos habituados a ellos», señala Pérez.

Pérez se ha mostrado partidaria de que los bancos tengan respaldo. «Es fundamental para sentarse. Tenemos que hacer entre todos una ciudad amigable», ha expresado.

De la misma opinión es Miguel Jordá, presidente del Consejo Valenciano de Personas Mayores, quien señala que Valencia es una ciudad preparada para la tercera edad pero que aún tiene que avanzar en esta línea. Entre las reivindicaciones de Jordá se encuentran la necesidad de que se instalen urinarios públicos en parques y jardines. «En algunas partes del jardín del río ya hay instalados pero hay que avanzar en la misma línea», ha explicado y ha añadido que hay que tener en cuenta «los problemas de salud de los más mayores».

Publicidad

No es la única reivindicación que pone encima de la mesa Jordá para hacer de Valencia una ciudad más accesible. En este sentido, reclama que los bancos sean ergonómicos y que tengan respaldo para poder sentarse con comodidad.

En la misma línea, propone la instalación de fuentes de agua potable por las calles. «Han puesto una en la plaza del Ayuntamiento y es una maravilla. Pero hay que poner más. En la de la Reina o de la Virgen no hay ninguna y faltan servicios», resalta y señala que estas cosas «hacen la vida más agradable y son una carencia en la ciudad».

Otra de las reivindicaciones del consejo son las aceras. En su opinión tendrían que estar a cota cero, que no haya bordillos y para evitar la entrada de vehículos propone la colocación de alcorques. «Son condiciones para crear una ciudad cómoda y agradable», explica.

También reivindica una red de metro más completa. «Hay muchos lugares donde este medio de transporte no llega y es muy cómodo y está a un precio asequible», explica.

Jordá también ha incidido en la necesidad de que las viviendas tienen que estar adaptadas a las nuevas necesidades con algo tan sencillo como que haya un plato de ducha a nivel del suelo. Aboga también por centros socioasistenciales cercanos donde se pueda hacer vida social.

Publicidad

«Hay que crear condiciones cómodas y agradables para la gente mayor», expresa Jordá. En su opinión, las ciudades deben ser accesibles con jardines y parques a los que los de más edad puedan entrar con facilidad y sin encontrar obstáculos. En este sentido, incide en que estos parques no deben ser exclusivos para los ancianos, algo que en su opinión sería negativo.

El profesor de la Universidad Católica de Valencia (UCV) y director del Centro Autonómico de Referencia en Discapacidad C.A.R.D. Capacitas - UCV, Francesc Bañuls, ha incidido en algunas carencias similares. Ha afirmado que los municipios deben facilitar la movilidad de los ancianos y las personas con alguna discapacidad. «Deben ser ciudades inclusivas, accesibles, con servicios adaptados a las necesidades básicas», ha señalado.

En cuanto a Valencia ha señalado que es una ciudad plana que presenta carencias y queda trabajo por hacer. En este sentido, ha señalado algunos hándicaps a los que se enfrenta, Por un lado, tiene que rebajar aceras para facilitar la movilidad de ancianos y discapacitados y que sean más anchas. También ha abogado porque se hagan parques adaptados a sus necesidades con baños públicos limpios y accesibles.

Ha apostado porque los edificios públicos tienen que estar adaptados. Además, ha señalado que debería haber señalización comprensible, barandillas en las escaleras, pisos antideslizantes, bancos con respaldo y altos para que la gente mayor se pueda levantar con más facilidad.

Publicidad

Por otro lado, reclama zonas sombreadas con la idea de hacer la vida más fácil a los más mayores. También plantea mejoras en los transportes. Así señala que debería haber accesos a autobuses más adaptados; que los aparatos para controlar los tickets no estén tan altos, con sitios en los que sentarse con facilidad y con suficientes puntos de apoyo. El profesor de la UCV ha pedido un software más comprensible para los billetes de metro.

En cuanto a la plaza de la Reina y de las Brujas ha señalado que cuanta más vegetación, mejor para todos. Aboga por unas plazas en las que haya más zonas de sombra, con arbolado. Por otro lado, en cuanto a las viviendas, ha reclamado que sean adaptadas a las necesidades de los mayores.

Por su lado, Rafael Baixauli, presidente de la Federación de Organizaciones de Mayores de la Comunidad Valenciana (Fomcova), insiste en la necesidad de mejorar los transportes públicos para adaptarlos a las personas mayores. «Es difícil subir los escalones del autobús», expresa. También destaca que tiene que haber mejoras en las viviendas. «Las ordenanzas municipales tienen que ser muy claras. Tenemos dificultades en los accesos», ha señalado.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Suscríbete a Las Provincias al mejor precio

Publicidad