Los franceses eligen Castellón y Valencia como las mejores ciudades para jubilarse

El estudio de Le Figaro no es fruto de la casualidad ni de la intuición. El medio francés ha evaluado las 30 ciudades más pobladas de España y capitales de provincia, excluyendo las áreas metropolitanas, a través de una veintena de criterios objetivos agrupados en seis grandes categorías: calidad de vida, salud, seguridad, mercado inmobiliario, demografía, y oferta de comercios y cultura. Además, se ha tenido en cuenta la proximidad a la costa y la facilidad de conexión con Francia, factores clave para los jubilados galos.

Entre los aspectos analizados destacan la temperatura media anual, la cantidad de precipitaciones, la densidad de población, el número de médicos y camas hospitalarias por habitante, la esperanza de vida a los 60 años, la densidad de museos, cines, restaurantes y bares, el precio medio del metro cuadrado de vivienda, y la presencia de una comunidad francesa ya asentada. Todo ello ponderado para ofrecer un ranking lo más fiel posible a las necesidades y deseos de los seniors franceses.

El top 10 de las ciudades españolas para jubilarse según los franceses

El resultado de este exhaustivo análisis es un ranking que, para orgullo de la Comunitat Valenciana, sitúa a tres de sus ciudades entre las diez primeras. Este es el top 10 elaborado por Le Figaro:

Castellón de la Plana

Valencia

Las Palmas de Gran Canaria

Cartagena

Santa Cruz de Tenerife

Alicante

Santander

San Sebastián

Granada

Gijón

La presencia de Castellón, Valencia y Alicante en este selecto grupo no es casualidad, sino el reflejo de una región que ha sabido conjugar calidad de vida, servicios, seguridad y precios razonables, convirtiéndose en un imán para quienes buscan un retiro dorado junto al Mediterráneo.

Que Castellón de la Plana encabece el ranking ha sorprendido incluso a muchos españoles. No es, desde luego, la ciudad más conocida internacionalmente, pero sus virtudes la han catapultado al primer puesto. Situada a apenas 70 kilómetros al noreste de Valencia, esta capital de provincia de 180.000 habitantes ofrece una combinación difícil de igualar: es una de las ciudades más seguras de España para mayores de 65 años (segundo menor índice de criminalidad en este grupo de edad), disfruta de un clima suave durante la mayor parte del año (17°C de media anual y escasas precipitaciones), y presume de un entorno natural privilegiado.

Los jubilados franceses que ya viven en Castellón destacan la variedad de playas y parques naturales, como el Desierto de Las Palmas o la Sierra Calderona, ideales para pasear, bañarse en ríos y cascadas, o disfrutar de un picnic en plena naturaleza. «La región es preciosa y el interior es magnífico, con muchos lugares para descubrir», cuenta Marina a Le Figaro, una francesa de 66 años que se instaló en la provincia junto a su marido tras jubilarse.

Otro punto fuerte de Castellón es el precio de la vivienda: el metro cuadrado es el más bajo de todas las ciudades costeras analizadas. Esto permite acceder a viviendas de calidad, muchas de ellas con vistas al mar, a precios mucho más asequibles que en otras zonas más turísticas. Eso sí, los expertos recomiendan contar con asesoramiento profesional para evitar sorpresas en el proceso de compra.

En cuanto a la comunidad francesa, aunque el número de residentes censados es menor que en Barcelona o Madrid, la media de edad es la más alta del ranking (54 años), lo que indica que Castellón resulta especialmente atractiva para los seniors que buscan tranquilidad y calidad de vida, lejos del bullicio de las grandes urbes.

Valencia, segunda en el ranking, es una ciudad que no necesita presentación. Tercera urbe de España, combina la vitalidad de una gran metrópoli con el encanto relajado de la vida mediterránea. Su clima templado, con más de 300 días de sol al año, es uno de los principales reclamos para los jubilados del norte de Europa, acostumbrados a inviernos largos y grises.

La ciudad ofrece una sanidad pública de primer nivel, una red de transporte eficiente y una vida cultural vibrante, con museos, teatros y festivales durante todo el año. Lugares emblemáticos como el barrio del Carmen, la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el Jardín del Turia o las playas de la Malvarrosa y la Patacona conquistan a quienes deciden instalarse aquí.

Además, Valencia ha sabido mantener precios de la vivienda relativamente asequibles en comparación con otras grandes ciudades europeas, lo que facilita la llegada de nuevos residentes extranjeros. La integración de los jubilados franceses es sencilla gracias a la hospitalidad valenciana y a la existencia de una comunidad francófona cada vez más numerosa, que organiza actividades, encuentros y facilita la adaptación.

En sexta posición del ranking aparece Alicante, otra ciudad mediterránea que ha sabido seducir a los jubilados franceses. Su clima cálido, su amplia oferta de servicios y su ambiente cosmopolita la convierten en una opción muy atractiva. Alicante destaca por su calidad de vida, su gastronomía y su proximidad tanto a la playa como a espacios naturales, lo que permite disfrutar de un estilo de vida activo y saludable durante todo el año.

La ciudad cuenta con una importante comunidad francesa, lo que facilita la integración y la creación de redes sociales. Además, su aeropuerto internacional y las buenas conexiones ferroviarias la convierten en una base ideal para quienes desean viajar con frecuencia a Francia o recibir visitas de familiares y amigos.

El éxito de la Comunitat Valenciana en este ranking no es casual. La región ofrece una combinación única de clima, calidad de vida, servicios sanitarios, seguridad, precios razonables y una rica vida social y cultural. A esto se suma la hospitalidad de sus gentes y la facilidad para integrarse, factores especialmente valorados por quienes deciden pasar aquí su jubilación.

La presencia de tres ciudades valencianas en el top 10 de Le Figaro es un reconocimiento al esfuerzo de la región por crear entornos amigables, seguros y estimulantes para las personas mayores. Un modelo que, sin duda, puede servir de ejemplo para otras regiones de España y Europa.

Para los jubilados franceses, la Comunitat Valenciana representa mucho más que un destino de sol y playa: es un lugar donde disfrutar de una vida plena, activa y saludable, rodeados de belleza, cultura y buena compañía. Castellón, Valencia y Alicante se consolidan así como las joyas del Mediterráneo para quienes buscan un retiro a la altura de sus sueños.

Y es que, como bien saben quienes ya han dado el paso, jubilarse en la Comunitat Valenciana es mucho más que cambiar de país: es empezar una nueva vida.