El 'journaling' en Valencia: los diarios de toda la vida se reinventan
La valenciana Melany Domínguez ha creado el primer diario en castellano ilustrado, guiado y supervisado por psicólogos para escribir de manera autoconsciente
Paloma Chen
Sábado, 9 de agosto 2025, 01:09
«El 'journaling' (escribir un diario) es algo que ha estado entre nosotros toda la vida. Muchas personas han tenido de pequeñas el típico diario ... con candado. Pero ahora esta práctica ha evolucionado hasta alcanzar mucha más profundidad y se han comenzado a hacer estudios que demuestran sus beneficios para la salud mental», explica Melany Domínguez Ruiz, la joven valenciana que ha fundado la marca It´s OK Generation. A través de ella, ha creado su propio diario para dar a conocer al gran público esta práctica.
Publicidad
Su 'Feel Good Journal', lanzado en 2024, no solo es el primer diario guiado e ilustrado valenciano, sino de toda España: «No hay diarios en castellano con una estética tan cuidada y que además te proporcionen tanto guía como libertad para desarrollar este hábito. Lo más cercano que había hasta el momento eran libros en blanco y negro con preguntas o libretas bonitas pero vacías de contenido, enfocadas, sobre todo, a las infancias. Nuestro producto es autogestionado, al no haber editoriales de por medio, y está fabricado íntegramente en España».
Otros diarios que encontramos en el mercado están en inglés, pues en países como Reino Unido o EE.UU. la práctica del 'journaling' entre personas adultas está mucho más extendida. De ahí que aunque en España siempre ha existido también la costumbre de escribir un diario (como el relato ordenado de los hechos del día), en la actualidad se ha extendido el uso de la palabra 'journaling' en inglés para describir, en concreto, una práctica de escritura personal, guiada, y más autoconsciente respecto de sus beneficios para la mente y el corazón. De ahí que el 'journaling' se haya convertido en una técnica útil para combatir el estrés y la ansiedad.
Aunque Melany Domínguez lleva escribiendo un diario desde siempre de manera intermitente («el típico: 'Querido diario, hoy me ha pasado…'»), pues «escribir era mi refugio», fue hace 9 años, cuando fue a terapia por primera vez, que descubrió que había otras formas de escribir un diario. Fue precisamente en Reino Unido donde «desaté mi obsesión por completo». Compró diarios de marcas británicas y fue probando distintos estilos, hasta que emergió la idea crear el que ella considera «el diario definitivo», pero en castellano: «Escribir es algo muy íntimo y creo que es importante que sea en tu propio idioma».
Publicidad
Domínguez reunió «el coraje suficiente para dejar mi trabajo estable con un muy buen puesto y crear mi propia marca de 'journaling' con la que ayudar a personas a estar más conectadas con ellas mismas y con su entorno». Contó con dos diseñadoras freelance para materializar, en un proceso de un año, un diario colorista y alegre, «que se sintiera como un café con una buena amiga»: la alicantina Bego Martínez y la gallega Antía Antepazo.
Los beneficios de una práctica de escritura consciente
La psicóloga Noah Palacios Pedrero es Graduada en Psicología y Máster en Psicología Positiva por la Universidad de Jaén. Está impartiendo docencia y haciendo un Doctorado en el ámbito de la Psicología Social. Explica que «escribir diarios puede tener muchos beneficios, y es algo probado científicamente». Para la experta, la parte más relevante es que la escritura «te lleva a reflexionar sobre lo que has hecho, algo que de por sí solo ya puede ser muy beneficioso». En sus palabras, «la reflexión, sobre todo si es escrita y requiere de ese tiempo adicional para escribirla, te hace pausar y salir del piloto automático desde el que solemos hacer las cosas».
Publicidad
El cerebro humano busca la eficiencia, por lo que toma todos los atajos que puede. Palacios aclara que esto es positivo porque reduce la carga cognitiva (el esfuerzo mental), pero tiene la contraparte de que dejamos de fijarnos en las cosas que hacemos y que tenemos a nuestro alrededor. «¿Alguna vez te has metido en la cama con la sensación de que no has hecho nada en todo el día, o muy poco? Sin duda, no es porque no haya ocurrido nada; constantemente estamos haciendo cosas. Pero cuando nuestro cerebro no les presta atención, en cierta medida es como si no hubieran ocurrido», ejemplifica la psicóloga. «Aquí es donde puede ayudar un diario, porque pone al cerebro a trabajar y lo saca de estos atajos», clarifica.
La fundadora de It´s OK Generation, Melany Domínguez, también destaca que «lo más poderoso del 'journaling' es que te obliga a parar, a sentarte contigo, aunque sea cinco minutos, y a poner en palabras lo que a veces solo sentimos como ruido en la cabeza. Te ayuda a ordenar, soltar, entenderte y darte espacio, algo muy necesario en un momento social en que vamos demasiado en automático y disociados, con muchísimas horas de pantallas a nuestras espaldas y muy pocas dedicadas a hacer algo que nos aporte».
Publicidad
Además de haber contado con su experiencia personal y su investigación, Domínguez ha contado con psicólogos para desarrollar el 'Feel Good Journal': «Ellos revisaron el contenido porque era muy importante que no perjudicara a nadie. Hay temas muy sensibles como la alimentación y la actividad física que hay que tratar con mucho cuidado y así lo hemos hecho gracias a su supervisión».
Noah Palacios también explica que el diario es una herramienta que de hecho se utiliza en las terapias psicológicas profesionales: «En muchas ocasiones se emplea el 'autorregistro' en terapia psicológica, que no deja de ser un diario con una temática concreta. Por ejemplo, se puede pedir a una persona que anote en una hoja en qué momentos ha sentido pánico, qué le llevó a sentir ese pánico, qué sintió durante esos momentos, qué hizo, cómo se sintió después de ese evento, etc. Y es que no hay nada mejor que el que sea la propia persona la que se dé cuenta de las cosas, frente a que se lo digan».
Publicidad
Cómo empezar a escribir un diario y «el miedo al folio en blanco»
«Se trata de una actividad que recomendaría a cualquier persona, pero con el añadido de que se realice de forma consciente, de que se intente llevar con cierta pasión e interés», advierte la psicóloga Noah Palacios. Porque si una de las fortalezas del diario es que nos ayuda a abandonar el piloto automático y reflexionar, «no será así si lo transformamos en una tarea automática que queremos terminar cuanto antes y que hacemos mientras pensamos en otra cosa».
En ese sentido, la experta recomienda que nos embarquemos en una escritura elaborada y personal: «La ciencia ha demostrado que la escritura significativa es la que más nos ayuda, la que nos lleva a procesar y reflexionar lo que escribimos frente a meramente escribirlo. Una escritura que nos lleve a rememorar y revivir las emociones que sentimos de manera más intensa».
Noticia Patrocinada
Eso no implica que haya que sentarse durante horas a llenar las páginas de un diario: «Ni siquiera debe escribirse todos los días para obtener beneficios. Pero es importante priorizar la calidad de la actividad, además de hacerla con cierta frecuencia. Por ejemplo, un par de veces a la semana». Melany Domínguez también insiste en que «no hace falta escribir bonito, ni todos los días, ni tenerlo todo claro. Es solo escribir desde donde estás, y desde quien eres hoy. Lo recomiendo porque es una herramienta simple y accesible, que sirve tanto en los días buenos como en los complicados».
El 'Feel Good Journal' es adecuado para iniciarse en la práctica. Domínguez ha recibido comentarios positivos de quienes lo usan, «personas que llevan tiempo haciendo 'journaling' pero que necesitaban un nuevo estímulo, y otras que jamás lo habían hecho y tenían mucho miedo al folio en blanco». En este diario, basta con seguir las secciones, ejercicios y preguntas guiadas que incluye, aunque también deja suficiente espacio para la creatividad del usuario.
Publicidad
Además, el diario de It's OK Generation tiene una parte dedicada a escribir en compañía, algo novedoso pues tradicionalmente ha sido un hábito solitario. No obstante, es una visión que está cambiando gracias a diversas iniciativas, desde el taller que Domínguez dio en mayo de 2025 en la Floristería de Fulanito y Menganita de Valencia para dar a conocer el 'journaling', hasta los 'Inktrospect', reuniones semanales de 'journaling' colectivo organizados a través de la web Meetup para la comunidad expatriada de la ciudad. También existen las comunidades online que se forman, por ejemplo, alrededor de creadoras de contenido como @mrs.maple, divulgadora de técnicas de ilustración y decoración para 'journaling' en redes sociales.
It´s OK Generation… ¿o no?
En la web de It's OK Generation, dejan claro que «somos la generación que habla de nuestras emociones de forma natural». Para Domínguez, hay una diferencia generacional importante en cuanto a temas de salud mental: «Somos una generación que habla más de lo que siente, que no se conforma con callarse lo que le duele y que busca entenderse, no solo funcionar. Eso es valioso. No significa que tengamos menos problemas, pero sí que nos damos más permiso para nombrarlos».
Publicidad
Contrariamente a los titulares mediáticos sobre lo resentida que está la salud mental de la Generación Z, Domínguez cree que «en realidad somos la generación que más los visibiliza, que se atreve a pedir ayuda y que empieza a romper tabúes que antes eran intocables. Hablar de lo que sentimos no es debilidad, es valentía».
La psicóloga Noah Palacios dice que «la inteligencia emocional es un constructo relativamente reciente», pues «hoy en día existe un diálogo sobre las emociones que hace un siglo era impensable, y en las últimas décadas la investigación sobre las emociones ha avanzado mucho». No obstante, aunque hoy en día es más fácil acceder a esta información a través de internet, Palacios no se atrevería a decir que con el tiempo las generaciones van a ser cada vez más conscientes emocionalmente: «Si no tenemos la suerte de contar con educadores que nos enseñen, o si en el currículo educativo no se incorpora la inteligencia emocional, nos va a ser difícil llegar a la consciencia emocional. Tenemos un largo camino por delante así que tristemente no diría que las nuevas generaciones son más conscientes emocionalmente que las anteriores. Tienen más potencial para serlo, pero no en todos los casos está aprovechado».
Publicidad
¿Y si practican el 'journaling'? «Entonces no está limitado a los jóvenes, sino a cualquier persona, adulta o niña, que escriba un diario de forma reflexiva, parándose a pensar y a escribir cómo se siente durante una situación. Quizá con ese ejercicio se plantea cuáles son las emociones de las personas que le rodean, como los amigos que le ayudaron en x situación, o las personas que le hicieron daño. Si lo hace así, sí que está entrenando su inteligencia emocional, porque está aprendiendo a percibir las emociones de su cuerpo, sus efectos, a utilizar vocabulario emocional, a analizar las emociones de otros, e incluso cómo regular las suyas propias», explica la profesional en salud mental.
¿La generación de la autoayuda?
«No es necesario que sea un experto quien nos ayude a volvernos emocionalmente conscientes, pero requiere esfuerzo y conocimiento. Hoy en día hay mucha desinformación en internet. Las redes sociales están plagadas de mensajes tipo Mr. Wonderful que nada tienen que ver con la realidad de la experiencia emocional y pueden incluso ser muy dañinos. También hay muchos gurús de las emociones que lanzan ideas equivocadas e incautas a un público que aún no está formado para darse cuenta de que le presentan información errónea», advierte Palacios.
Pero la psicóloga afirma que no está en contra de la autoayuda en sí sino de esos «gurús que dan información falsa». Pues aunque es crítica con «la autoayuda del tipo 'si quieres, puedes', pues es una frase con bastantes limitaciones», está totalmente a favor de la «autoayuda de calidad que debemos darnos y que es un acto autocompasivo». Para la experta, las personas «solemos tener una dificultad muy grande para ser compasivos hacia nosotros mismos. Nos lanzamos mensajes autodestructivos constantemente que no se nos ocurriría lanzar a otras personas. Fíjate si nos cuesta la autocompasión que cuando se habla de autoayuda hay quien llama a esto un acto narcisista, ¡cuando es todo lo contrario!».
Respecto a otras críticas que suele recibir la autoayuda, como su focalización en lo individual y no en lo social, Palacios aconseja que nos fijemos siempre «en la escala de nuestra acciones». Es decir, «si pensamos que vamos a ser capaces de cambiar toda la sociedad solos, muy probablemente nos equivoquemos, pero somos individuos y nuestra escala no es la sociedad entera, sino círculos concretos de personas». Por tanto, «no pensemos que la autoayuda es un fracaso por no cambiar el mundo entero. Fijémonos en las ventajas que tiene la autoayuda para el bienestar en el día a día, propio y de nuestras personas cercanas. Por ejemplo, aunque un cumplido no cambie el mundo, puede cambiar el día de algún amigo, vecino, trabajador con quien interactuemos… Ese debería ser nuestro criterio de éxito. Por otro lado, es importante recordar que los cambios a gran escala deben sustentarse en una base y no surgen de la noche a la mañana».
Publicidad
Para la fundadora de It´s OK Generation, el autocuidado no solo no es un acto narcisista, sino «una necesidad básica y una forma de resistencia. Cuidarte, escucharte, parar… no es egoísmo, es una manera de sostenerte para poder sostener lo que te rodea. Si no estás bien contigo, ¿cómo vas a estar bien con los demás, con tu trabajo, con tu comunidad?». Si bien reconoce que hay una estética del autocuidado que se ha vuelto comercial («que a veces romantiza el descanso o el bienestar desde un lugar muy idealizado»), «nuestro enfoque no va de eso, va de mirarte sin juicio, darte permiso para sentir y reconocer tus límites. El autocuidado no es un acto individualista, sino una herramienta para reconectar contigo y tener relaciones más sanas con el mundo que te rodea».
Más allá del 'journaling' y otras técnicas de bienestar
El 'journaling' es un elemento más que poder añadir a una rutina de autocuidado que puede incluir muchas más cosas. Domínguez recomienda «cosas pequeñas como caminar sin el móvil, poner una playlist que te cambie el ánimo, hablar con alguien que te haga sentir segura, o simplemente respirar profundo y observar cómo estás. Todo lo que te ayude a volver a ti, sin exigencia, suma». Destaca que lo importante no es tener una rutina perfecta de bienestar, sino encontrar herramientas que encajen con cada persona, que se puedan usar sin presión. «Y por supuesto, es muy importante buscar ayuda profesional si crees que la necesitas», concluye.
Por su parte, la psicóloga Noah Palacios incide en que hay muchas prácticas beneficiosas para la salud mental y, dependiendo de la persona y del fin que se busque, se pueden elegir unas o otras. No obstante, sí que propone varias recomendaciones generales: «Practicar deporte es maravilloso para la salud mental, además de la física. También son importantes una dieta equilibrada y los buenos hábitos de sueño. Te sorprendería la cantidad de problemas que pueden resolverse con estos consejos tan obvios». En opinión de la experta, en ocasiones la psicología señala soluciones que se menosprecian por parecer sencillas, «pero el objetivo final de una consulta no es curar un mal, sino dotar a un paciente de la capacidad de funcionar de forma óptima y autónoma».
En cuanto a ejercicios psicológicos más específicos, la experta recomienda la práctica del saboreo, que ayuda a aumentar la consciencia de las acciones a lo largo del día: «Comer sin prisa, buscando ver, oler, sentir la textura y paladear el sabor de lo que se come. O caminar prestando atención a los sonidos a nuestro alrededor. Prácticas como estas ayudan a parar el piloto automático de nuestro cerebro».
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión