La Asociación Infancia Robada exige la dimisión del obispo investigado por el Vaticano
Juan Cuatrecasas insta a la Conferencia Episcopal a llevar a la fiscalía la denuncia por abusos sexuales a un menor recibida en la Santa Sede por la Congregación para la Doctrina de la Fe
Juan Cuatrecasas, fundador y portavoz de la Asociación Nacional Infancia Robada (ANIR), ha exigido este lunes a la Conferencia Episcopal Española (CEE) que aparte «inmediatamente» ... de sus cargos al obispo de Cádiz, Rafael Zornoza, de 76 años, investigado por el Vaticano por un presunto caso de pederastia ocurrido en los años 90, cuando dirigía el seminario de Getafe.
Publicidad
Zornoza, que ha negado estos hechos por medio de un comunicado de la diócesis gaditana, es miembro de la Comisión Episcopal para las Misiones y Cooperación con las Iglesias desde marzo 2024. La CEE, según han avanzado este lunes fuentes de la entidad a este periódico, no tiene previsto suspenderlo de forma cautelar de estas responsabilidades hasta que no se pronuncien los magistrados del Tribunal de la Rota, el órgano canónico encargado de enjuiciar los hechos denunciados.
Según afirma la víctima en su denuncia, adelantada por 'El País', Zornoza se «metía en su cama casi todas las noches para besarle y tocarle las partes íntimas». Los hechos ocurrieron en la década de los 90, cuando el joven tenía entre 14 y 21 años de edad, pero fue este pasado verano cuando la víctima envió una carta directamente al Vaticano, en concreto a la Congregación para la Doctrina de la Fe, el 'ministerio' encargado de gestionar los casos de pederastia) denunciando lo ocurrido.
Cuatrecasas no solo ha pedido la dimisión del prelado o su destitución por parte de la CEE, sino que ha instado a la Conferencia Episcopal a poner la denuncia 'eclesiástica' en manos de la Fiscalía para que este organismo de la jurisdicción civil determine si los hechos han prescrito (habida cuenta de que ocurrieron hace al menos 30 años) y que si no lo han hecho se investiguen por si pudiera derivarse alguna responsabilidad penal.
Publicidad
«Es obligación de la Iglesia tomar parte en el asunto y denunciar en la fiscalía, aunque el caso haya prescrito», ha dicho Cuatrecasas, que ha aludido al reciente caso de un jesuita acusado de abusos a un menor en la primera década del presente siglo y que, a petición de la Compañía de Jesús, la CEE ya ha apartado de sus funciones como director de la Comisión de Pastoral Penitenciaria en la Conferencia Episcopal.
«Por la puerta de atrás»
Cuatrecasas se ha mostrado muy crítico con el papel de la Iglesia y de algunos obispos, como el denunciado, a la hora de encarar con firmeza los casos de abusos sexuales a menores en la Iglesia católica. «Hay que mantener la presunción de inocencia, pero cuando víctimas de abusos han ido a la diócesis de este obispo a denunciar, en vez de atenderles, los han largado por la puerta de atrás, ninguneándoles, minimizando los daños e incluso poniéndoles zancadillas. Está muy bien hablar de presunción de inocencia, el Estado español es un Estado de derecho, pero la Iglesia nunca ha creído en un Estado de derecho y tampoco en una presunción de inocencia. O sí, pero cuando son ellos los culpables, porque cuando las víctimas denuncian, les han tratado con todos los parámetros opuestos».
Publicidad
Cuatrecasas ha dicho tener «constancia» de que cuando Zornoza se encontraba en la diócesis de Getafe (donde dirigió el seminario y fue obispo auxiliar antes de ascender a obispo de Cádiz y Ceuta) «miró para otro lado» ante las denuncias de abusos de «alguna víctima». Según el portavoz de ANIR, el prelado ahora investigado «ha sido durante todos estos años uno de los mayores negacionistas que ha habido en la Iglesia española con respecto a los casos de pederastia».
También citó a otros altos cargos como el arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz, o el arzobispo de Burgos, Mario Iceta. De este último ha recordado que en su etapa como obispo de Bilbao (2010-2020) tuvo una actitud «beligerante» contra la familia y la víctima, en este caso el propio hijo de Cuatrecasas, en el 'caso Gaztelueta', por el que un exprofesor del colegio Gaztelueta de Vizcaya fue condenado por abusos sexuales a un alumno menor de edad.«La Iglesia lleva décadas encubriendo estos casos. En vez de atender a sus víctimas se dedica a despreciarlas y a ponerlas en duda. No podemos creer en la transparencia, claridad y en el espíritu que se les presupone cuando predican humanidad y valores cristianos. Creo que la Iglesia oficial dista mucho de atender a las víctimas, no lo ha hecho, sigue sin hacerlo y seguimos esperando a que lo haga», apostilló el fundador de ANIR.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión