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Pescadores de Gandia realizan trabajos en sus barcas, antes del estado de alarma. Ó. de la Dueña.
El temor a contagios y la falta de mascarillas obliga al 70% de los pescadores a quedarse en casa

El temor a contagios y la falta de mascarillas obliga al 70% de los pescadores a quedarse en casa

La Cofradía de Gandia alerta de la dificultad de guardar las distancias de seguridad en barcos con hasta doce personas

ó. de la dueña

Miércoles, 1 de abril 2020, 22:44

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Un servicio de mínimos. El 80% de los barcos del puerto de Gandia están parados. El motivo de la inactividad es que los pescadores temen contagios y esperan mascarillas y material adecuado para poder salir a faenar sin correr riesgos, como indicó el presidente de la Cofradía de Gandia, Domingo Ciurana.

El responsable dijo que cada embarcación puede tomar la decisión que quiera, es decir salir al mar o quedarse en puerto: "La pasada semana tuvimos una reunión para abordar este tema y se dio carta blanca a los profesionales para que decidan qué hacer".

La decisión masiva es quedarse en puerto. "Está saliendo sólo el 20% de las embarcaciones". Los motivos son claros: la falta de seguridad que implica salir a trabajar al mar sin protección y las restricciones que impone el Gobierno". La flota de barcos de Gandia es de medio centenar: "Hay unos 50 barcos, de los que sólo salen 10". Ayer salieron algunos más por el buen tiempo, pero naves pequeñas.

Los patrones de barcos y los pescadores temen contagios: "En algunos barcos van entre 10 y 12 personas, es muy complicado guardar el metro y medio de seguridad". La cofradía negocia la compra de mascarillas con una empresa valenciana: "No las tendremos antes del 14 de abril. Cuestan 17 euros cada una y hemos pedido 100".

"Estamos negociando también con colectivos de Gandia que las elaboran de forma altruista, para ver si nos pueden hacer llegar algunas", agregó Ciurana. El material que han encargado "es de calidad" y se puede mojar. "Son parecidas a las que llevan operarios que trabajan con maquinaria como radiales", detalló Ciurana.

Otro de los motivos por los que el 80% de los pescadores se están quedado en casa es la complicación de cumplir las directivas del Gobierno: "Nos piden que trabajemos porque somos un sector necesario, pero nos impiden movernos en furgoneta entre los puertos y obligan a los patrones a tomar la temperatura a los pescadores antes de subir al barco".

Ciurana añadió que las embarcaciones de cerco van a donde está el pescado que buscan: sardina y boquerón. "Si el barco se va a Vinaròs, por poner un ejemplo, cuando llegan el fin de semana los pescadores dejan el barco y regresan a casa en furgoneta. No pueden ir cada uno en su coche. Eso haría inviable el negocio".

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