El detenido por la muerte del cofrade de Gandia niega el crimen y dice que sólo comió con él

En la sala negó ser la persona que acabó con la vida de la víctima. El cadáver apareció el martes 24 de febrero en un piso del distrito de Roís de Corella de Gandia, atado a la cama y torturado. El arrestado llegó ayer a los Juzgados de Gandia procedente de la cárcel de Picassent.

Prestó declaración y respondió a las cuestiones que le plantearon el magistrado, el fiscal y el abogado de la defensa. No atendió las preguntas formuladas por la acusación particular. El presunto autor del crimen negó haber matado al hombre de 67 años, un conocido cofrade de la hermandad de Jesús Nazareno y vinculado a Cruz Roja y Cáritas.

La declaración duró casi una hora y media, entre las 11 y las 12.30 horas, y el presunto asesino manifestó en reiteradas ocasiones que era inocente. «Ha reconocido que eran amigos y que cuando se fue de la casa la víctima estaba viva«, indicaron fuentes de la investigación. El joven de 29 años, en respuesta a diferentes preguntas, dijo que en ningún momento »hubo discusión« entre ambos y que sólo »fue a la casa a comer y a reparar algunas cosas de la vivienda«.

Al chico también se le preguntó si había alguna persona más en la casa, cuestiones sobre las que dio respuestas «esquivas» en varias ocasiones hasta acabar negando que hubiera alguien más, remarcando que sólo fue a comer y se fue de la vivienda.

Durante el interrogatorio tanto el juez como el fiscal y la acusación le preguntaron por las extracciones de dinero de las tarjetas bancarias de la víctima, ante lo que aportó distintas ideas «todas ellas incongruentes», señalaron algunos de los presentes en la sala.

Esta fue la primera declaración del supuesto asesino del cofrade tras su arresto, a principios de marzo. El detenido ha cambiado de letrado en estos meses y ha optado por declarar. Antes que él han pasado ya otras personas relacionadas con el caso por la sala. El pasado viernes declararon dos amigos de la víctima.

Ambos señalaron que el hombre les dijo días antes que esperaba en Gandia la visita del chico de 29 años, que residía en Valencia. Por la sala pasó también la novia del supuesto autor de los hechos y el gerente de una tienda de dispositivos móviles, donde, al parecer, el joven gasto cantidades de dinero.

El chico fue arrestado porque fue visto sacar dinero en varios cajeros con, supuestamente, tarjetas de crédito de la víctima. El hombre apareció torturado y muerto, atado a su cama y sentado en el suelo. Todo parece apuntar a que, además de obtener las claves de las tarjetas, el presunto asesino quería todas las contraseñas bancarias. Llegó a gastar más de 5.000 euros.