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La dirección de la cárcel de Picassent, preocupada por  el estado de salud de Zaplana

La dirección de la cárcel de Picassent, preocupada por el estado de salud de Zaplana

La falta de médicos en el centro dificulta el control de su enfermedad y un jefe de servicio sin conocimientos sanitarios debe autorizar las salidas a Urgencias

ARTURO CHECA

VALENCIA.

Jueves, 5 de julio 2018, 00:47

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«Está extremadamente delgado. Cuando te cruzas con él es evidente que su salud no es nada buena». La descripción la hace un funcionario del ala B-1 de la enfermería de la cárcel de Picassent que desde hace mes y medio coincide casi a diario con el expresidente Eduardo Zaplana, en prisión por blanqueo de capitales en el 'caso Erial'. Y la sensación sobre el estado del ilustre interno llega hasta la misma cúpula de la prisión. En la dirección de Picassent existe una «enorme preocupación» acerca de la evolución de la leucemia y de la inmunodepresión de Zaplana como consecuencia de su estancia en prisión.

Varias fuentes penitenciarias confirmaron a LAS PROVINCIAS la inquietud existente entre los responsables del centro 'Antoni Asunción' sobre el estado del expresidente. No sólo por su frágil salud, sino también por otro extremo: la carencia de médicos en el interior de la prisión ha reducido mucho la calidad del servicio que se puede prestar a los reclusos, como sostienen las mismas fuentes. Tal y como publicó este periódico el pasado lunes, en los últimos cinco años la ratio de sanitarios ha pasado de 16 a 9, cuando la proporción marcada como ideal por el catálogo de puestos de Instituciones Penitenciarias es de 23.

Zaplana se halla en la zona B-1, dentro de la enfermería y en la que se ingresa a los internos con unas dolencias graves o enfermedades crónicas. Dicho lugar es el más controlado médicamente. Sin embargo, desde la cárcel lamentan que la falta de facultativos impide por ejemplo pasar consulta en los módulos y dificulta el seguimiento de las enfermedades. En caso de que un recluso tenga que ser conducido a Urgencias por motivos de salud, la última decisión y la autorización de la conducción debe ser tomada por el jefe de servicio, alguien que no posee conocimientos sanitarios y, por ello, no el más apto para ello desde un punto de vista médico, como señalan las mismas fuentes.

En cualquier caso, entre las potestades de la dirección penitenciaria no figura la de pedir que Zaplana cumpla su pena de prisión provisional fuera de la cárcel, como ayer se publicó en algún medio. Dicha petición sólo puede ser realizada por las partes en la causa: abogados y fiscalía. La decisión sobre el cumplimiento de la medida cautelar la tiene en última instancia la titular del juzgado de instrucción número 8 de Valencia, la encargada del 'caso Erial'.

Dos salidas a La Fe

La defensa de Eduardo Zaplana, ejercida por el bufete Miláns del Bosch, ya ha pedido al menos en dos ocasiones la salida del expresidente de la cárcel por motivos de salud, para pasar a quedar en arresto domiciliario, al estimar que está en peligro su vida, según las alegaciones presentadas ante el tribunal. Tanto la jueza como la Audiencia, a la que recurrió también el letrado, se opusieron a la medida al estimar que no hay peligro para su salud y valorando el riesgo de fuga existente en la persona del acusado, por el presunto elevado patrimonio acumulado en el extranjero, según consta en la causa.

En este mes y medio que Zaplana lleva internado en la prisión valenciana ya ha tenido que salir al menos en dos ocasiones al Hospital La Fe de Valencia. La primera vez se produjo a primeros de junio, para recibir tratamiento y los controles habituales por la leucemia que padece desde hace tres años. La segunda de las ocasiones tuvo lugar la semana pasada, cuando el expresidente fue conducido a La Fe como consecuencia de una bronquitis. La dolencia le ocasionó problemas respiratorios en un pulmón. Desde que ingresó en prisión, el acusado ha perdido cinco kilos de peso.

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