Productores y Ayuntamiento persiguen el sello de calidad durante más de dos años

El Ayuntamiento de Albatera y la Asociación de Productores de Brevas de Albatera (Apba) trabajan desde hace más de dos años en conseguir la Indicación Geográfica Protegida (IPG). Esta certificación lleva una compleja tramitación para demostrar los valores que hacen del producto algo especial en el territorio donde se cultiva. Además los agricultores deben enfrentarse a unos estrictos controles sanitarios para que el sello de calidad tenga un respaldo legal, que al mismo tiempo les proteja frente a otros productores.

La Conselleria de Agricultura, y en especial la Diputación Provincial han tutelado este proceso junto a una empresa especializada en este tipo de certificaciones. La cooperativa Albafruits podrá vender con este ello pero también los agricultores que cumplan los requisitos de la futura que se comercialice bajo la marca 'Breva de Albatera', para ello se hace necesario cumplir con una serie de normativa en el tratamiento de productos fitosanitarios.

Hace dos años se presentó la idea de la IGP a los beneficiarios y el año pasado el conseller de Agricultura, José Císcar, visitó las instalaciones de Albafruits para dar su apoyo a la tramitación del sello. Por el momento la consecución del proyecto se encuentra más cerca y se prevé que la próxima campaña la marca de calidad con el distintivo de color morado, como el fruto, invada los mercado internacionales.

Entre los beneficios de la breva se vende su alto contenido en fibra, «más que cualquier otra fruta», aseguran, además de la gran cantidad de calcio por gramo con la que cuenta, «incluso más que la leche». Esta variedad aporta diferentes vitaminas y esta aconsejada para dietas destinadas a diabéticos. En definitiva existe una óptima riqueza nutricional dentro de este peculiar producto.