Pablo Cuñat pide paso en la portería del Levante
El valenciano finaliza contrato en 2026 y abordará una renovación | El club mantiene el firme propósito de incorporar a un nuevo guardameta y Cuñat pasaría a tener la vitola de suplente, pese a sus buenas actuaciones
La portería del Levante UD está siendo y aún tiene pinta de continuar como uno de los temas candentes del verano. A falta de ... escasas horas para que el balón eche a rodar en los distintos campos de España y a poco menos de tres semanas para que el mercado de fichajes llegue a su finalización, realizar el fichaje de un guardameta continúa como una de las hojas de ruta todavía no completadas. A estas alturas, sigue pendiente. A pesar de haber rastreado distintas alternativas, por el momento el club granota no ha podido formalizar la llegada de ningún guardameta, mientras que Pablo Cuñat, que volvía como teórico tapado, se reivindica y reafirma a base de notables actuaciones, que llevarían a Julián Calero y al propio Levante a replantearse la urgencia en esta posición si no se dan las circunstancias adecuadas.
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El portero valenciano de 23 años de edad e internacional con la selección española sub-21 está reclamando paso de cara a la militancia de los granotas en Primera División. Desde un primer momento, a Pablo Cuñat se le trasladó que contaban con él. Sin embargo, sabía que iba a tener más competencia en el puesto y, sobre los cánones marcados, iba a firmarse alguien con un mayor estatus y experiencia que le restaría, al menos de inicio, el protagonismo que podía presuponer. Lo admitió Julián Calero el pasado sábado al terminar el penúltimo encuentro veraniego contra el Castellón: se tenía intención de tener un refuerzo más por línea. Tiempo atrás, desde el club se reconocía que aún faltaban más fichajes por llegar y uno de ellos debía ser el cancerbero. Por ello, Cuñat pasaría a ostentar la vitola o etiqueta de suplente, aunque ganando así en jerarquía a Alfonso Pastor y Primo, los otros competidores todavía en nómina en su mismo puesto.
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Pero lejos de empequeñecerse y asumir de primeras el rol que se le iba a adjudicar, Pablo Cuñat ha ido dejando clarividente durante los entrenamientos del día en este tiempo y también en los encuentros que ha venido disputando durante este periodo estival que no iba a dar su brazo a torcer tan fácilmente y que cuando menos iba a generar cierto debate o reflexión al míster con tal de mostrar sus galones y aptitudes para destacar también en la máxima categoría del balompié español. Esto lo ha venido reafirmando en actuaciones en las que ha gozado de la titularidad, como contra el Auxerre. O en otras citas como contra el Al-Qadisiyah, con una influencia más relevante en el devenir de los resultados de estos amistosos.
En total, entre unos y otros juegos disputados, Cuñat no ha encajado ni un solo gol, en consonancia con esa mejora colectiva en el apartado defensivo que ha ido experimentando el Levante gracias a la inclusión de una defensa formada por cinco piezas. Además de ese firmeza en las estadísticas individuales, también lo ha ido transmitiendo al bloque, con una seguridad mayúscula y una continua comunicación, especialmente con los hombres que dan colorido a la zaga.
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Tras formarse en la factoría de Buñol, con una evolución patentada año a año en los distintos equipos de la cantera granota e incluyendo al filial, Pablo Cuñat quiere que su paso por el Ciutat de Valencia no sea meramente testimonial y, en cambio, sí gozar de esa relevancia que ha gozado en las dos cesiones experimentadas en este proceso final de su formación, ya en categoría profesional. El primer paso lo experimentó con el Amorebieta. Un total de 26 encuentros disputados y 29 goles encajados fue su balance en ese estreno en la categoría de plata. Un año más tarde, con el Cartagena, siguió registrando su recital de paradas, muchas de ellas que a simple vista se presuponían imposibles. En el recuerdo, la milagrosa actuación en Cartagonova contra el Racing, saldada con una victoria local, que desató los elogios de media España y fue un primer servicio para que el Levante terminara rematando el objetivo del ascenso. Aunque en ambos conjuntos no pudo remediar la pérdida de categoría, la opinión popular es que el arquero fue uno de los mejores jugadores.
Mientras su presente inmediato se mantiene con cierta expectación, su futuro también está marcado por una dosis de incertidumbre. El meta valenciano, que el verano pasado amplió su vínculo en la entidad granota, termina contrato en 2026. Las negociaciones para sellar la renovación aún no están plenamente zanjadas, pero la voluntad y el compromiso de ambas partes juega a favor para mantener una larga relación y seguir en Orriols.
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