Un helicóptero y policía autonómica refuerzan el control de accesos al área comercial de Alfafar

Un helicóptero del 112 y más efectivos de la Policía Autonómica colaborarán este fin de semana en el control de accesos desde la V-31 (Pista de Silla) a la zona comercial de Alfafar, Sedaví y Massanassa donde se ubican grandes superficies comerciales como Ikea o Carrefour para evitar los problemas de tráfico ocasionados la semana pasada por los conductores que trataban de llegar a estos establecimientos, a los que solo pueden acudir los habitantes de los cinco municipios afectados por el cierre perimetral, que también incluye a Benetússer y Llocnou.

La delegación de Gobierno y la Generalitat dan respuesta así a las demandas del Centro de Coordinación Intermunicipal formado por los ayuntamientos de los pueblos confinados, tal y como confirmaron el secretario autonómico de Seguridad y Emergencias de la Generalitat, José María Ángel, y el subdelegado del Gobierno, Rafael Rubio, en un reunión. Estas medidas se suman a la entrega de 120 metros lineales de barreras New Jersey, solicitadas por los representantes municipales que se han utilizado para cerrar accesos.

Y es que en los primeros días del confinamiento los ayuntamientos han tenido que enfrentarse a situaciones excepcionales como el control de las paradas de autobús y estaciones de tren de sus términos que se van a reforzar con dos patrullas de la Policía Autonómica y controles aleatorios para evitar que suban y bajen personas no residentes a través de estos medios de transporte público.

Durante la primera semana, la vigilancia se centró también en los municipios colindantes ya que vecinos confinados cruzaban a Catarroja o a la zona de Valencia, junto a Alfafar, para acudir a los bares y cafeterías, ya que todos los establecimientos hosteleros del núcleo poblacional permanecen cerrados por el decreto.

Fruto de esta vigilancia en la que han participado los cuerpos de Policía Local, Nacional, Guardia Civil y Autonómica, durante este periodo se han tramitado más de 300 multas por incumplir el confinamiento, que oscilan entre los 30 y los 600 euros, y por infracciones de tráfico por no respetar los puntos de control, sancionadas con 200 euros y la retirada de cuatro puntos del carné de conducir.

El resto de localidades de l'Horta Sud han ofrecido sus efectivos policiales a los confinados y además, han utilizado las redes sociales para alertar a su ciudadanía de la prohibición de acudir a la zona comercial o al núcleo poblacional, a excepción de los supuestos que se contemplan para las obligaciones laborales, asistencia a centros sanitarios o educativos, el cuidado de personas mayores o dependientes y el retorno a la residencia habitual.

Según ha podido comprobar LAS PROVINCIAS, la asistencia a las grandes superficies comerciales de la zona ha ido reduciéndose considerablemente desde el lunes y nada tiene que ver con la avalancha del pasado fin de semana o de cualquier otro día de antes del cierre perimetral.

"Ahora da pena ver los pasillos vacíos. En una hora habrán entrado una veintena de clientes, cuando esto siempre está lleno sea la hora que sea", comenta un trabajador de una de estas grandes superficies.

Una empleada de otra tienda refrenda que la disminución de clientela ha sido importante, "nada que ver con los primeros días", aunque sí que advierte de que la mayoría de los que acuden a comprar procede de otros municipios. "Cuando les pides los datos para un pedido te das cuenta de que son de pueblos cercanos y te dicen que no sabían que no pueden venir", comenta.