El laberinto de las churrerías en Valencia

Una de las paradas recae a la calle Xàtiva y otra a la calle Bailén, pegadas a la verja metálica.

La estación cuenta con la máxima protección patrimonial y está declarada Bien de Interés Cultural desde 1983, además de contar también con el título de estación histórica por parte de Adif. Pero eso no ha sido suficiente para evitar su instalación.

Fuentes de la compañía estatal aseguraron este lunes que ambos cuentan con el visto bueno de la Conselleria de Cultura, y que en el «caso de las implantaciones publicitarias y efímeras, como las dos churrerías, los contratos son de corta duración y está previsto que el próximo 21 de marzo se desmonten».

Hasta entonces los viandantes que miren desde fuera a la fachada principal del edificio modernista del arquitecto Demetrio Ribes se toparán con esa instalación «efímera». Fuentes del gobierno municipal indicaron que cumplen los requisitos del bando y los patrimoniales por la distancia, lo que constata la necesidad de repensar la protección de estos inmuebles en Fallas.

La utilización del patio interior de la estación para terrazas de bares ya resultó polémica. Como publicó LAS PROVINCIAS, medio centenar de monumentos e inmuebles protegidos en el Plan de Ciutat Vella cuentan con un «blindaje» de la normativa al obligar a todo tipo de instalación provisional, incluidas las falleras, a colocarse a una distancia mínima de ocho metros de la fachada principal, tres de las laterales y 15 metros en el primer caso si la plaza aledaña tiene 10.000 metros cuadrados.

Así lo indicaron este lunes fuentes de la asociación de Comerciantes del Centro Histórico, quienes recordaron la necesidad de reforzar las inspecciones. Citaron como ejemplo el caso de un puesto instalado en la plaza Alfonso el Magnánimo, donde se sitúa el jardín del Parterre, con un luminoso en el cartel. «Eso lo prohíbe la normativa y ya lo hemos comunicado», aseguraron tanto por estar enclavada la parada en Ciutat Vella como por la protección añadida de la zona verde.

Es sólo un caso que anticipa los problemas para comerciantes de algunas calles cuando a partir del día 12, cuando se instalen los mercadillos. Las mismas fuentes indicaron que se han producido casos como de traseras de puestos que «dejan menos de un metro con la fachada de las tiendas».

La concejalía de Sanidad ha empezado ya la campaña de inspección de puestos de churros y buñuelos, aunque ya han empezado a verse conducciones que acaban en un imbornal de alcantarillado. En caso de que viertan aceite es algo que está prohibido, dado que la normativa exige que sea retirado para su tratamiento en una empresa especializada.

La distancia mínima de ocho metros no evitará escenas como las de antaño en la plaza de Tetuán, con una aglomeración de 'food-trucks' delante del Palacio de Cervellón y enfrente del convento de Santo Domingo. Pese a lo dicho por Adif sobre las churrerías en la estación del Norte, al indicar que el objetivo es «conjugar la prestación de servicios con el máximo respeto por la conservación de la estación y su entorno», el laberinto de puestos callejeros en las fiestas falleras queda a un paso de convertirse en un caos.

El bando fallero habla del artículo 38 de la Ley de Patrimonio Cultural, que prohíbe la «colocación de letreros y carteles publicitarios, conducciones aparentes y elementos impropios en los Jardines Históricos y en las fachadas y cubiertas de los Monumentos, así como de todos aquellos elementos que menoscaben o impidan su adecuada apreciación o contemplación». Esto último podría servir de referencia a los citados puestos de la calle Xàtiva.

«En la autorización de cualquier puesto, instalación o quiosco, se tendrán en consideración los entornos o las visuales respecto a los monumentos más importantes, como por ejemplo la Lonja o el Mercado Central», cita el bando en otro apartado sobre una de las zonas patrimoniales más sensibles.