Secciones
Servicios
Destacamos
«Veíamos cada día personas que no podían permitirse un alquiler y mayores que vivían solos. Nos sentíamos abrumados por no poder ofrecer soluciones», cuenta ... Marina Pasichnik, directora de la agencia inmobiliaria valenciana RK Igarka. Así nació Apachando, un proyecto solidario que está cambiando vidas al conectar a personas sin recursos con mayores que desean compañía. La iniciativa, nace sin ánimo de lucro y por pura necesidad.
La idea, que la propia Marina define como «un nexo de unión entre personas que se necesitan mutuamente» ha sido reconocida en la última edición de Inmociónate, el mayor evento del sector inmobiliario en España, que reunió en mayo a más de 700 profesionales en Torremolinos. El proyecto recibió el Premio Inmosolidario, promovido por UCI, por su impacto social y su enfoque profundamente humano.
El objetivo de Apachando es doble: ofrecer soluciones habitacionales a quienes no pueden asumir el coste de un alquiler y combatir la soledad no deseada en personas mayores. Según Marina, hay más de 135.000 mayores de 65 años que viven solos en la Comunitat. La iniciativa pone en contacto a quienes tienen una habitación libre y desean compartir su día a día con personas adultas en situación de vulnerabilidad.
El caso de Eva —una madre separada que no podía pagar un piso sola y no quería compartir con un desconocido— fue uno de los detonantes del proyecto. «Ella acabó viviendo con una señora mayor. Hoy, además de compartir gastos, le ayuda a pedir citas médicas, le gestiona las recetas… Se han convertido en apoyo mutuo», cuenta.
Más de 100 solicitudes, pero pocas viviendas
Actualmente, Apachando gestiona ya cinco convivencias activas y tiene más de 100 solicitudes en espera solo en Valencia, mientras estudia la viabilidad de tres nuevas convivencias. «Lo más dramático es la lista de espera. Hay muchas más personas buscando que mayores dispuestos a abrir sus casas», reconoce Marina.
Desde Igarka realizan una selección exhaustiva para asegurar afinidad, confianza y estabilidad. «Aquí no se trata solo de alquilar una habitación. Cada casa es un mundo. Hablamos con ambas partes, analizamos sus rutinas, lo que necesitan, lo que están dispuestos a dar. A veces es solo compañía, a veces ayuda con tareas del día a día», explica.
Aunque de momento el proyecto se lleva a cabo de forma altruista por el equipo de RK Igarka, no descartan implantar una pequeña cuota simbólica si crece la demanda y se requiere ampliar plantilla para gestionar la iniciativa. «No se trata de hacer negocio. Lo que queremos es que funcione y, si es posible, que se replique. Hemos compartido la idea con otras inmobiliarias de toda España», dice Marina.
El premio económico obtenido ha sido donado íntegramente a Hogares Compartidos, una asociación que también trabaja con personas mayores con bajos recursos. «Ha sido una forma de devolverles un poco de lo mucho que hacen», afirma.
Mientras tanto, Apachando sigue creciendo en silencio, sin publicidad, pero con pasos firmes. «Nos llamaron el Tinder inmobiliario. Puede sonar curioso, pero es justo eso: un lugar donde dos personas que no se conocen se encuentran y cambian sus vidas», asegura.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Destacados
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.