Imagen de un carro de la compra lleno en un supermercado Manu Cecilio

No sólo va de huevos: por qué la cesta básica no deja de subir

Los productos frescos y esenciales como la leche, el aceite o la carne lideran el encarecimiento desde 2020 por el alza del transporte y los costes energéticos

Kike Cervera

Valencia

Jueves, 13 de noviembre 2025, 00:22

Llenar la cesta de la compra nunca había sido tan caro. En apenas un lustro, el precio medio de los alimentos básicos se ha disparado ... en España y, con él, el gasto de los hogares. La llamada baratoflación —el encarecimiento de los productos más económicos— ha elevado el coste de la compra semanal un 37% entre 2020 y 2024 por un 23% de los productos de alta gama, según apunta un estudio realizado por el Instituto de Investigación Urbana de Barcelona (IDRA). Y el fenómeno no se limita a unos pocos productos: afecta sobre todo a los alimentos frescos, naturales y de consumo diario, los mismos que durante décadas han sido la base de la dieta mediterránea.

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El último aviso lo ha dado el huevo, convertido en símbolo de esta escalada. Su precio se ha disparado un 50% sólo en el último mes debido a la crisis de la gripe aviar, que ha obligado a confinar gallinas y sacrificar aves en varias explotaciones españolas. Hoy, una docena de huevos medianos cuesta 3,40 euros, cuando hace apenas un año rondaba los dos. «Pero esto no va sólo de los huevos», advierte Francisco Rodríguez, de la Unión de Consumidores de Valencia, que apunta a un «efecto dominó que ha tensionado toda la cadena alimentaria».

Según explica, la raíz está en un cúmulo de factores: «La guerra de Ucrania y Rusia provocó una crisis de cereales y combustibles que se trasladó al transporte y a la energía, y eso se ha reflejado en todos los productos del supermercado», señala. «Además, en el caso del huevo, el cambio de criterio médico —que ahora lo recomienda de forma habitual en la dieta— y la moda de los influencers deportivos han disparado la demanda» en, concretamente, hasta un 30% en sólo dos años.

La Unión de Consumidores teme, además, un posible «efecto cadena» sobre la carne de pollo, otro sector directamente afectado por la gripe aviar. Mientras tanto, los datos oficiales confirman que la subida va mucho más allá del corral. Según IDRA, OCU y Mercasa, entre 2020 y 2025 la leche ha pasado de 0,90 a 1,35 euros por litro (+50%), el aceite de oliva de 3,50 a 5,25 euros (+50%), las patatas de 0,35 a 0,58 euros por kilo (+65%), la carne de vacuno de 5,65 a 8,19 euros (+45%) y el café molido de 1,22 a 2,86 euros los 250 gramos (+134%).

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Rodríguez recuerda que «el transporte es uno de los grandes responsables del encarecimiento, sobre todo en productos que no son de temporada ni de proximidad». Y apunta una solución: «Hay que fomentar el consumo de alimentos locales, que no dependan del gasóleo ni de rutas logísticas largas. Debemos valorar más el origen y la temporalidad de lo que comemos».

Reclamaciones de los consumidores

Mientras tanto, los consumidores tratan de adaptarse. Los productos ultraprocesados mantienen precios más estables, lo que preocupa a las asociaciones por su posible «efecto llamada»: «Tememos que el consumidor, ante la presión de los precios, abandone los productos naturales por opciones más baratas y menos saludables», advierte Rodríguez. «Es verdad que hay menos tiempo para cocinar, pero no podemos descuidar la dieta mediterránea ni el aprovechamiento en casa, que siempre ha sido una forma de ahorro inteligente».

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Por su parte, la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (AVACU) ha reclamado al Gobierno que elimine temporalmente el IVA de los productos afectados por la gripe aviar —como los huevos— «mientras dure la crisis y se estabilicen los precios». Su presidente, Fernando Móner, defiende que «no se puede cargar con un impuesto adicional un alimento básico en plena emergencia de precios».

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