Multan con 500 euros a un camionero cuyo vehículo fue dado de baja tras la dana sin avisar
Los transportistas cargan contra Tráfico por las bajas automáticas aplicadas a unidades afectadas, un sistema pensado para agilizar ayudas que puede acabar generando sanciones e inmovilizaciones
El conductor de un camión de la Rioja detenido en un control en Teruel se enteró allí mismo: su vehículo figuraba como dado de baja ... en la Dirección General de Tráfico. La situación, que se saldó con dos multas de 500 euros, una para él y otra para el titular del vehículo, refleja un problema del que la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) alerta que va mucho más allá de un caso aislado.
Publicidad
Según denuncia la patronal, Tráfico ha dado la baja temporal, de oficio y sin previo aviso, a vehículos que emitieron un parte de afectación por la dana, lo que ha provocado que numerosos transportistas circulen sin saberlo con vehículos que, administrativamente, no existen.
La medida se implantó en su momento para facilitar las ayudas a los damnificados que tenían sus vehículos perdidos, agilizar trámites y evitar que se siguiera pagando el impuesto de circulación por transportes inservibles o directamente desaparecidos durante el temporal. El problema ha surgido por su ejecución automática, sin filtro ni aviso: bastaba con que un propietario hubiera generado un parte para que la DGT tramitara la baja temporal de oficio.
Aquello dejó fuera de juego a un número aún indeterminado de camiones, furgonetas y vehículos industriales que sí seguían operativos. Y lo hizo sin que sus titulares fueran conscientes, según claman los propios transportistas. La CETM asegura que hay profesionales que han pagado sus seguros, han pasado la ITV y han seguido trabajando con normalidad hasta encontrarse, en controles rutinarios, con que su vehículo estaba oficialmente fuera de circulación.
Publicidad
Carlos García, secretario general de la Federación Valenciana de Transporte y Logística (FVET), explica que el caso detectado recientemente en Teruel— puede no ser un incidente aislado, sino un síntoma de un procedimiento mal comunicado.
«Hay profesionales que han pagado seguros, pasado la ITV y trabajado con normalidad hasta encontrarse con que su vehículo estaba fuera de circulación»
«Lo que hizo la DGT fue automatizar las bajas para beneficiar a los titulares cuyos vehículos habían desaparecido en la dana. Era lógico en esos casos, porque no podían tramitar la baja por su cuenta ni acceder a las ayudas», detalla García, que, si bien lamenta que «se aplicó de forma general a todos los titulares que habían presentado un parte de afectación, y ahí empezaron los problemas».
Publicidad
En ese sentido, la DGT habilitó posteriormente un sistema para reactivar los vehículos dados de baja temporal, pero tampoco informó individualmente a sus titulares. Quien no supo que su vehículo estaba de baja, tampoco supo que debía solicitar su reactivación. El resultado: profesionales circulando con vehículos que Tráfico ya no consideraba válidos, expuestos a controles, multas e inmovilizaciones.
En el caso del transportista riojano, la situación se resolvió rápidamente, pero dejó tras de sí sanciones que, según García, deberían ser anuladas sin dilación. «La propia DGT tendrá que reconocer que este sistema, aun buscando beneficiar al titular, ha generado un desajuste», insiste.
Publicidad
Un problema con alcance aún desconocido
Aunque desde FVET no se registran de momento muchos casos en la Comunitat Valenciana, desde la organización admiten que se desconoce la dimensión real del problema. La CETM, por su parte, asegura que los testimonios proceden de diversas comunidades y que ya ha trasladado la situación directamente a la Dirección General de Tráfico.
En ese sentido, la patronal exige una solución urgente, que incluya la regularización inmediata de todos los vehículos afectados y la anulación automática de las multas impuestas. También reclama un sistema de notificaciones adecuado que evite que autónomos y empresas se encuentren, en plena jornada laboral, con sanciones derivadas de una baja administrativa que desconocían.
Publicidad
Mientras tanto, los transportistas insisten en que han actuado «en buena fe», manteniendo sus vehículos al día conforme a la normativa, pagando seguros, pasando ITV y cumpliendo con sus obligaciones. Lo que reclaman ahora es seguridad jurídica, la certeza de que un error administrativo no puede dejarles tirados en mitad de una ruta o exponerles a sanciones que no les corresponden.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión