Industria cárnica. Un operario especialista supervisa la evolución de cientos de jamones durante su proceso de curado en un secadero. AFP/Javier SORIANO

La detección de peste africana en jabalíes salvajes pone patas arriba al sector porcino

El hallazgo de casos positivos en cerdos silvestres cerca de Barcelona activa protocolos de prevención y frena las exportaciones

Vicente Lladró

Valencia

Domingo, 30 de noviembre 2025

La sobrepoblación de jabalíes ha provocado un nuevo problema de gran envergadura que, aún habiéndose anunciado previamente la posibilidad de que se produjera, ha ... sorprendido a todos y está obligando a adoptar medidas extraordinarias. La aparición de jabalíes muertos por Peste Porcina Africana (PPA) en la sierra de Collserola, cerca de Barcelona, ha puesto patas arriba a todo el sector porcino español y amenaza con provocar fuertes sobresaltos y enormes pérdidas económicas. Varios países, como México, Japón, Malasia, Taiwán... han cerrado sus fronteras al porcino español; otros lo están pensando, mientras el Ministerio de Agricultura extrema las gestiones y explicaciones para dar garantías, y China, el gran cliente que va a más, mantiene en vilo a todos: de momento cumple lo acordado y sigue recibiendo de casi toda España, menos de la provincia de Barcelona; pero las cosas podrían cambiar. Todo depende de cómo evolucionen en los próximos días.

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Por si acaso, el ministerio y las autonomías extreman las alertas para evitar que el brote epidémico se pueda extender y dar garantías a los clientes de todo el mundo. Cataluña ha pedido ayuda a la UME tras hallarse ayer ocho nuevos cadáveres de cerdos salvajes muertos en el entorno de Cerdanyola-Bellaterra, donde se encontraron también los seis anteriores. Aunque sólo está confirmada la enfermedad en los dos primeros (faltan análisis definitivos de los doce restantes) se aceleran decisiones porque está en juego el futuro inmediato de uno de los primeros segmentos de producción y exportación de todo el sector agroalimentario de España.

Las cifras son bien elocuentes: 56 millones de cabezas sacrificadas al año, 5 millones de toneladas, exportación a 104 países por un valor de 8.800 millones de euros, de ellos 3.500 fuera de la UE, 1.100 a China; con una particularidad destacable: el mercado chino demanda productos de despojo, que tienen peor acople en otros mercados.

El virus causante de esta dolencia provoca hasta la muerte de los animales infectados pero no afecta para nada a las personas

Tras detectarse los dos primeros jabalíes muertos en Barcelona se aplicó enseguida el protocolo previsto para este tipo de situaciones: aislamiento de la zona, control de las granjas en un radio de 20 kilómetros (39 explotaciones), prohibición de que salgan o entren animales en las mismas, búsqueda de más ejemplares muertos, cierre perimetral del área, aviso a las autoridades a todos los niveles, también a las de los países clientes, estudio de medidas complementarias para delimitar y erradicar el brote...

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En las granjas de la Comunitat Valenciana hay tranquilidad, como en las de todas las regiones y zonas no afectadas, si bien se mira de soslayo y con mayor agudeza; atentos todos a lo que pueda pasar. El ministerio suprimió de inmediato los permisos de exportación; una medida precautoria prevista. Se espera que hoy vaya reiniciándose la operativa, conforme se consolide la información interna y se acredita todo ante el exterior, garantizando estricto rigor en el cumplimiento de protocolos de 'regionalización', que viene a significar que sólo se sometan a prohibición expresa o control máximo las explotaciones de la provincia afectada (Barcelona de momento), no al resto, que está libre.

España tuvo grandes problemas con la PPA hasta los años 60, cuando la población de jabalíes era escasa y no consta que contribuyeran a propagar la enfermedad, que -hay que insistir en ello- no afecta para nada a las personas, aunque consumieran carne infectada, pero tiene consecuencias ruinosas en las explotaciones, porque la enfermedad causa fiebre, hemorragias y hasta la muerte de casi toda la cabaña afectada, por lo que las pérdidas económicas pueden alcanzar cifras enormes.

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No hay que perder de vista que no hay cerdos enfermos en ninguna granja, tampoco en Barcelona; sólo jabalíes salvajes muertos. La gran pregunta es: ¿entraron enfermos por la frontera o comieron algo infectado que tiró alguien por descuido? Por la zona afectada pasa la AP-7, de enorme tráfico. El análisis genómico del virus podrá dar pistas sobre el origen. En todo caso, más de dos millones de jabalíes constituyen una bomba de relojería: provocan accidentes y daños en cultivos y ahora se suma que propagan la PPA.

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