Varias cajas con las lechugas en un campo anegado a causa del temporal de lluvia, el 30 de septiembre en Perelló (Sueca) EFE.

Los arroceros de la Albufera temen que las lluvias provoquen pérdidas en la cosecha pendiente de segar

La Asociación de Agricultores remarca que el agua caída en las últimas 24 horas resulta en su mayoría positiva para los cultivos y ganaderías

Pau Alemany

Valencia

Martes, 30 de septiembre 2025, 14:20

La incertidumbre que se extendía entre los agricultores valencianos hace 48 horas, con una alerta roja por temporal y la amenaza de afectar a sus ... cosechas, se ha transformado en tranquilidad y alivio generalizado. Las lluvias han resultado beneficiosas para los cultivos y las ganaderías, a excepción de daños puntuales, ya que permiten recargar las reservas de este bien tan preciado que escasea en el litoral mediterráneo. Sin embargo, hay un colectivo que todavía mantiene el corazón en un puño mientras analiza los daños causados en sus campos. Son los arroceros de la Albufera, que vieron como el cielo descargaba con virulencia en la zona de los alrededores.

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Las lluvias torrenciales que descargaron en Cullera y Sueca inundaron numerosos arrozales del parque natural de la Albufera y, aunque empezaron a desaguar al mar con la ayuda de las bombas hidráulicas, hay riesgo de que, en algunos casos, el nivel del agua alcance las espigas y provoque pérdidas de producción, según explican desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA). «Habrá que ver cómo afecta al arroz este exceso de humedad y comprobar si el nivel de agua embalsada ha afectado a las espigas o al grano», añaden desde la Unió Llauradora i Ramadera.

De confirmarse los peores augurios, sería un mazazo más que se sumaría a los recibidos en las últimas semanas. Y es que tanto la producción como los precios han sufrido bajadas en el último año que ponen en riesgo la viabilidad de uno de los productos valencianos más representativos. De hecho, hay agricultores que están rumiando no plantar de cara a 2026.

Desde la Unió apuntan que los únicos problemas destacables hasta el momento son posibles arrastres de tierras en algunas zonas donde se acumularon mayores precipitaciones y algunos daños localizados en infraestructuras agrarias (márgenes, caminos o riego por goteo), la paralización de las tareas de recolección de los diferentes cultivos y posibles daños en el arroz pendiente de segar o en las hortalizas anegadas.

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Recargar embalses y acuíferos

Más allá del arroz y de los daños puntuales en comarcas como la Safor o la Ribera, la AVA-ASAJA ha puesto el foco en que las lluvias permiten recargar embalses y acuíferos, ahorrar riegos, limpiar el arbolado, reducir la presencia de plagas, recuperar pastos para la ganadería y mejorar los calibres de producciones pendientes de recolección como cítricos, caquis, aguacates y aceitunas.

Por ello, ha concluido que los efectos del temporal son mucho más positivos que negativos, sobre todo en los cultivos que van a recolectarse en las próximas semanas y en la ganadería que dispondrá de más pastos.

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El director de AVA-ASAJA, Jenaro Aviñó, afirma que las lluvias han caído generalmente «con conocimiento», permitiendo una absorción adecuada del suelo. «Es cierto que esta agua llega un poco tarde para las variedades extratempranas de mandarinas, porque ojalá hubiera llovido así hace un mes, pero de las clemenules hacia adelante son muy buenas para ganar calibre y calidad. También son favorables para la variedad estrella del caqui, el rojo brillante, que empezará a recolectarse a fondo a partir de la semana que viene», remarca.

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