Giner se convierte en el pilotari total con el estreno en el Trofeo de Frontón

Las modalidades que conviven en la pilota valenciana son variadas y múltiples. A nivel amateur, el alto número de federados provoca que siempre haya una gran participación en las mismas, pero en el mundo profesional esas opciones se reducen por la calidad de los jugadores y la selección que supone la retribución económica. Pocos son los pilotaris que han podido desempeñar sus cualidades en diferentes vertientes, pero la aparición de nuevas figuras siempre supone savia nueva en cada circuito.

El último ejemplo es Marc Giner. Originario de Murla, el joven escaleter se crió con la modalidad de llargues, presente en las calles de la Marina Alta y con su padre, Jan, como uno de los grandes referentes en las rayas. No obstante, el murler se ha hecho grande en la escala i corda. Ahora, a sus 24 años, Giner avanza también hacia las tres paredes, ya que se estrenará este verano en el Trofeu de Frontó EnerHi. Un hecho que no hace más que confirmar que Marc Giner ya actúa como una de las grandes figuras que es.

«Quiero aprender al máximo de lo que me diga mi compañero, Genovés II. Él es un ejemplo para el resto, ya que siempre se ha defendido con clase en cada modalidad que ha disputado», comenta Giner sobre el equipo que formará en el Trofeo de Frontón. Será la primera vez que el de Murla se vea entre las tres paredes con los profesionales, aunque la modalidad no será del todo desconocida.

«He jugado a frontón desde pequeño. En mi formación y en los Jocs Escolars. Nunca fue mi especialidad, pero dentro de lo que me pueda defender, creo que puedo destacar con el saque. Aunque lo comento sin saber porque no he jugado contra las figuras y veremos si se da bien para continuar otras temporadas», detalla el resto alicantino, el cual espera unos días de descanso para poder entrenar entre tres paredes antes de estrenarse: será el 1 de agosto en Canals contra Pere Rco II y Alejandro de Paterna.

Una vez debutando ante la élite del frontón valenciano, a Giner sólo le quedaría una modalidad profesional por catar, el raspall. No obstante, esto sólo podría darse en una especie de desafío. Algo con lo que el de Murla está bastante de acuerdo. «Todas las semanas se lo comento a Tonet IV, Raúl y compañía. Soy un liante. He jugado muchas veces a raspall contra ellos y les tengo ganas. Hay veces que lo entreno con otra gente de la Marina Alta. Me gusta el raspall», confiesa un jugador al que le gusta ver partidas de esta modalidad a la Safor y que en su cuerpo técnico está Néstor, habitual en los grandes carteles del raspall de élite. De hecho, Giner se dejó ver en la final del Individual de raspall que se disputó en el trinquet de Oliva a principio de junio, dejando constancia de su afición por la otra disciplina profesional. Seguro que tomó buena nota de lo complicado que sería un hipotético desafío ante Tonet IV.

Sin duda, Giner ya es un jugador diferencial dentro del circuito. La osadía con la que desafía a grandes espadas del raspall, la oportunidad entre paredes verdes, el paréntesis que supone las partidas de llargues en esta época, pero sobre todo su explosión en la escala i corda, donde crece a cada año y es dominador del verano, hacen que el alicantino genere grandes expectativas entre la afición. «Ser el rey del verano es difícil, pero dos más aún», finiquita bromeando Giner.

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