La ex de Jesulín de Ubrique busca a su media naranja en 'First Dates': «Estaba muy enamorada»

La vida sentimental de los personajes famosos despierta la curiosidad de muchas personas. El restaurante de 'First Dates' ha recibido la visita de muchos de ellos, que se han animado a mostrar parte de su vida privada con el público: Ana Obregón, Carmen Lomana, Víctor Sandoval o Kiko Matamoros han sido ejemplo de ello. Sin embargo, la cosa se pone incluso más interesante cuando quien acude al restaurante es la expareja de uno de los protagonistas de la prensa rosa.

Francesca conoció de muy joven lo que era el amor de la mano de Jesulín de Ubrique y eso es algo complicado de superar. La soltera, que entró en el restaurante a ritmo de 'Toda, toda, toda', contó que mantuvieron una relación muy larga y que estaba «muy enamorada».

Tras una larga vida dedicada el espectáculo y a suplir a la gran Angelina Jolie, está buscando un hombre que le quite de la cabeza lo que siente por el alcalde de Madrid. Carlos Sobera le mandó un mensaje al edil y mientras esperaba su respuesta, le presentó a Raúl, su cita, un hombre que cuando se enamora «embobece» y se entrega.

El presentador le mostró la revista en la que aparecía Francesca y él la confundió con Angelina Jolie y se puso tan contento. Una sensación que ha mantuvo al conocer a Francesca y comprobar que era guapísima.

Durante la cena, la soltera comenzó contando que es de Sevilla, pero que no tiene problema en desplazarse hasta Madrid porque «en el AVE es una hora y media». Al saber que su cita es arquitecto, le ha contado que ella es artista, pero de las de «mamá, quiero ser artista». Raúl estaba encantado con ella y sobre todo, sorprendido de lo cercana que era siendo una actriz tan conocida.

Con respecto a sus relaciones pasadas, Francesca contó que había sido casi una novia a la fuga y él confesó que estuvo a punto de casarse en 2008, pero cuando el dinero salió por la puerta «el amor se tiró por la ventana».

Francesca asumió haber cometido muchos errores, algo que él también aceptó. Raúl estaba encantado con su cita, así que se animó a decirle que el encantaban sus ojos, que le estaba enamorando la conversación y que sentía que era una mujer elegante y muy inteligente.

Llegado el momento de la decisión final, Francesca dijo que quería tener más citas con Raúl, que le había encantado la cena y la luz que tiene en su mirada. Él, visiblemente emocionado, aseguró que no podía decir que no a un nuevo encuentro.

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