La Polícia pide información a exmiembros del Círculo por la desaparición de las obras

La Policía ha requerido a exmiembros del ya extinto Círculo de Bellas de Valencia documentación relativa a las últimas etapas de la centenaria entidad para esclarecer la desaparición de casi un centenar de obras de arte que formaban parte de los fondos de la institución.

Tal y como adelantó LAS PROVINCIAS, pinturas de Rusiñol, Ignacio Pinazo y José Benlliure así como esculturas de José Esteve Edo no constaban en el listado de las piezas pertenecientes al Círculo que hace un mes salieron a subasta como resultado del concurso de acreedores en el que había entrado la entidad. En ese registro de creaciones por las que se puede pujar, el juzgado no incluía cerca de un centenar de dibujos y cuadros que formaban parte de la colección del ente y que, además, habían sido inventariados por la propia institución en 2007.

Por ello, la Unidad de Patrimonio de la Policía Autonómica lleva unas semanas de investigación, requiriendo información a la última junta directiva del organismo pero también a exmiembros responsables de los últimos años. Se trata de documentación relativa a la gestión del ente, a sus cuentas y archivos, según ha podido saber LAS PROVINCIAS.

Las pesquisas de los agentes tratan de esclarecer qué ha podido pasar con las piezas que no han salido a subasta y de las que se desconoce el paradero. Entre ellas, son singulares 'Jardin', de José Benlliure, 'Retrato de Constantí Llombart', de Pinazo o 'Pati de Can Falç' de Rusiñol.

Estas mismas fuentes revelan no sólo que los últimos gestores del espacio, cuya presidencia recayó en el año 2015 en el artista Gerardo Stübing, han sido contactados por la Policía sino que la investigación se ha retrotraído a la etapa de José Antonio Sienra como presidente (2012-2015). En conversación con LAS PROVINCIAS, Sienra declinó confirmar o desmentir que la Unidad de Patrimonio le haya solicitado documentación e información relativa a su gestión.

Este ha sido una de las consecuencias de la desaparación del centenar de obras de arte de los fondos del Círculo. Cuando este periódico reveló que las piezas no figuraban en el listado de cuadros y esculturas que el juzgado subastaba para hacer frente a la deuda de la institución con la conselleria de Cultura (la Generalitat le reclamaba la devolución del importe de las subvenciones concedidas para la adquisición y equipamiento del inmueble de la calle Cadirers, palacete que se había vendido para cancelar la hipoteca), Cultura anunció que comenzaba a trabajar «en coordinación con la Unidad de Patrimonio de la Policía Autonómica para esclarecer los hechos». La conselleria, sin embargo, dejó caer la entidad al rechazar recibir las obras como pago por lo que adeudaba.

El Círculo de Bellas Artes se extinguió en mayo del año pasado. En sus últimos años de existencia tuvo que afrontar duras dificultades económicas que desencadenaron el concurso de acreedores, que ahora ha llegado al momento de la subasta, cuyo plazo finaliza el 31 de diciembre. La entidad cultural se disolvió ante su inviabilidad económica. Debía 1,8 millones de euros a la Generalitat. Antes, ya había vendido el palacete de la calle Cadirers para abonar la hipoteca que tenía con la entidad bancaria Bankia. Por ello, en 2017 la entidad cultural dejó la sede y se trasladó a la calle Maldonado, a un inmueble donde no había espacio para poder guardar las obras. Esta circunstancia llevó a que los fondos quedaran depositados en un almacén. Esos fondos, según el abogado que ha tutelado el proceso judicial, son los que formaban parte del listado de creaciones que se subastan.