La Forte LP
Emergentes 2025

La Forte: «El formato me ha dado igual. Siempre he querido comunicar con humor»

La influencer se subirá al escenario de La noche de los Emergentes para recoger su premio, tras triunfar en los teatros de toda España como cómica

M. Hortelano

Valencia

Martes, 8 de julio 2025, 00:17

La Forte, el personaje detrás de la valenciana Alma Andreu, ha ido abriendo caminos en el mundo de la comunicación por muchas vías: los libros, la radio, la tele, el podcast, las redes y, ahora, el tetro. En octubre estrena su primera producción en solitario en Valencia, 'Estoy como nunca', donde hará un recorrido por las distintas etapas de la vida de una mujer. Su sueño es ganar un día un Goya. Hasta entonces, sigue tocando todos los palos como 'perioartista': periodista y artista.

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–Eres periodista de formación, pero ahora eres artista. ¿Cómo se produjo ese ese camino que te ha llevado a ser cómica?

–No ha sido rápido, sobre todo, para mí se está haciendo lentísimo. Estudié periodismo en Valencia, pero también hice arte dramático. Cuando llegó el boom de las redes sociales en los inicios, empecé a hacer el indio en Instagram y Facebook con fotos bonitas y mensajes muy largos que empezaron a enganchar. Ahí empezó a seguirme la gente y al final me di cuenta de que contaba cosas en muchos canales. Luego fueron los vídeos, los libros, los podcast. Entonces al final lo que me ha dado igual ha sido el formato y el canal, pero el objetivo siempre ha sido el mismo: comunicar con humor.

–¿Qué te has podido traer de esa formación de periodista para hoy subirte en un escenario de teatro?

–Todo. Todavía me acuerdo de mi profesor de publicidad del CEU, que su frase célebre era: «el impacto es lo que cuenta». Y claro, entendí que muchas veces tu mensaje puede estar contando lo mismo que otras personas, pero el cómo, yo creo que es lo que engancha.

–¿Te acuerdas del primer momento sobre el escenario?

–Sí, sí estaba supercontenta, superalegre, superfeliz. Es que yo sabía que me iba a salir bien. Es que es que es algo que sabes hacer. No puedes fallar. Puedes quedarte en blanco, bueno, pueden pasar millones de cosas y de hecho así pasaron, pasan y pasarán, pero pero sé hacerlo. Es que mi padre a día de hoy me dice, «Tú te has liado la manta a la cabeza y ya te vas por toda España a los teatros. ¿Pero quién te ha enseñado?». El primer día fue en Madrid, una plaza complicada por la tremenda oferta y competencia que hay. En el teatro de al lado está Berto Romero. Es Dios, hasta yo quiero ver a Berto Romero y dejar lo que esté haciendo. El Rey León lleva 18 años en cartelera. Y claro, yo no soy la cebra. Era una plaza muy difícil, pero cuando empezamos a girar, se abrieron las puertas del cielo. Hacíamos un sold out tras otro.

–¿Y no ha aparecido en ningún momento el síndrome de la impostora?

–No, fíjate. No. No, porque sé que lo hago bien. Es que parece que sea vanidad, pero es que yo me imagino que si tú llevas el coche al mecánico, el señor está tranquilo porque va a saber arreglarte el embrague. Entonces, si yo me tengo que subir a un escenario o ponerme delante de un micro de una cámara, sé que es lo que sé hacer.

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–Dicen que hacer reír es complicadísimo. Pero, ¿a ti qué te provoca risa?

–Yo ya he dejado una orden a todos los amigos y familiares, que es que el día que me pase algo, ipsofacto, quiero humor negro a saco. Luego también el humor que viene de un costumbrismo casi absurdo y los tópicos.

–¿Crees que el humor tiene que tener algún límite en cuanto a temas?

–Si la otra persona comparte el código, no hay problema.

–¿Qué papel ha jugado tener un personaje, un alter ego como La Forte. Te ha servido de filtro?

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–En realidad sí. A mí lo que más miedo me da es no ser yo y paradójicamente lo que más miedo me da es ser yo. La Forte, por ejemplo, tiene un trabajo que hacer, que es muy social. Y Alma a la que se descuida, se quiere quedar en casa tranquilamente.

–Siempre has ido oliendo las tendencias de lo que iba a venir en el mundo de la comunicación. ¿qué es lo próximo?

–Se me ocurren 27 cosas al día. Pero hay una cosa que sí me cansa después de tanto tiempo y eso es verdad. Que es que casi todo me lo he montado yo. Pero a mí la vena empresaria no me late. Yo tengo la vena artística y cómica, pero la empresaria no. Quiero hacer lo que me toca a mí, no todo lo demás.

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-Llevas muchos formatos a tus espaldas. ¿Hay alguno en el que te sientas especialmente cómoda más que en el resto?

-Como estamos cada vez más acostumbrados a la inmediatez de los resultados, del feedback, el teatro es quizá más peligrosito, porque tienes, la atmósfera ahí, in situ, la estás compartiendo y la estás viviendo con ellos. Ha habido veces que he salido y había hooligans y dices, «¿De dónde salís?» Pero si estáis dentrísimo. Y ha habido otras veces que dices, «Wow, aquí va a tocar remar hoy». Pero mira, eh esta es una frase que me dice mucho el numerólogo Manuel Márquez. 'No puedes amar solo una parte del proceso. Tienes que quererlo al completo'. Es como si una maestra dice, «No me gusta corregir». Es que tu trabajo incluye corregir. Es que el mío incluye una serie de cosas que me gustan menos. ¿Cómo? Pues un público que a lo mejor es más duro, ¿cómo? Un patio de butacas que no está lleno, ¿cómo? Unas eh reproducciones de podcast que a lo mejor no llegan a los mínimos previstos. Es que el cómo hoy estoy doblando lavadoras y ayer estaba en una premier, pues hija, es que tienes que amarlo al completo, porque es que si no es que te vas a dar cabezazos contra la pared.

-A pesar de llevar muchos años en redes, no has tenido incendios importantes. ¿Cómo lo has conseguido?

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Pues yo creo que porque falta audiencia. Me explico. Cristina Pedroche se expone cada nochevieja a millones de opiniones. Yo no tengo esos números. Pero en mi comunidad no hay idiotas. Aún así yo también tengo muchas veces mis dudas, el otro día estaba subiendo un vídeo comiendo un donuts en bragas y mi duda natural era, madre mía, van a pensar que estoy luciendo bíceps. Lo subí y la mayoría de mensajes que recibí era, yo también me como los donuts encima del fregadero para no tirar migas y pensé, ¿ves?.

-¿Pero aparentemente has manejado bien las situaciones en redes o alguna vez has tenido dudas?

-Por ejemplo, la cara de mis padres y de mi abuelo nunca la he sacado. Y dudas entre qué publicar y qué no, pues mira, es que en realidad es de ser boba, pero hay veces que quiero contar algo y pienso, madre mía, el debate que se va a abrir aquí y a lo mejor ahora no tengo tiempo para responder más. Creo que se me puede conocer mucho a través de las redes, pero obviamente no todo. Que yo te comparta que estoy desayunando un café y una tostada, es que no pasa nada. Otra cosa es que (y ahí yo sí veo mi límite) estés llorando, encender el móvil, darle a grabar, ponerte el filtro, girar la cámara y entonces continuar con la llantina. Yo, yo personalmente no lo veo. Tú lo quieres hacer, ok, pero yo ahí no lo acabo de ver. También con el tema de la salud mental empecé a decir que tenía ansiedad y la gente me decía, «Ostras, gracias por contarlo» y yo pensando, «Coño, ¿que no se podía?». Lo conté como algo supernormal, pero ya se da la vuelta, entonces viene como el miedo de mercantilizar la salud mental

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-Antes de subirte al escenario, ¿tenías referentes de cómicos?, ¿Algún espejo en el que mirarte?

-Admiración por Andreu Buenafuente, Berto, Broncano, Silvia Abril, Yolanda Ramos, Maldonado. A mí me hacen reír mucho, pero muchísimo y y Broncano tiene mucha culpa de que de que la gente piense que hacer reír es fácil. Porque no es que sea fácil, es que él es muy bueno. Entonces, cualquiera se piensa, ah, eso es coger un micro y hablar. No, coger un micro y hablar no. Hablar es pedir un café. Eso es hacer comedi. Y luego en ficción, pues Almodovar y los Javi

-Cuéntame lo que va a venir y cómo ha surgido.

A partir de octubre estreno en Valencia. Se va a llamar 'Estoy como nunca', es un show de comedia donde estoy yo sola y voy a hacer un repaso sobre la vida de la mujer a los 20, a los 30 y a los 40. Espero pasármelo súper bien y espero que se note que yo me estoy riendo y pasándomelo pipa y que la gente lo reciba igual. Eh además también he recibido como algún consejo en el que me sugerían que tal vez no me ciñera solo al público femenino. Amablemente les hice una peineta y les dije que somos la mitad de la población mundial, es que me parece que ya hay de sobra para que vengan a verme. Busca ser un espejo donde digas. «esto yo también lo he vivido, que yo he hecho el indio más aún que tú». Y se llama 'Estoy como nunca', porque yo desde 'La Dramedia' hasta ahora, efectivamente considero que estoy como nunca en el sentido más positivo de la frase, pero tiene una doble lectura. Estoy como nunca también puede ser de, «Ostras, que no he estado así en mi vida.»

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