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El grafiti de más de mil metros cuadrados en el Centro del Carmen de Valencia. efe

El Consell de Cultura pide a Marzà que aclare si permitió el grafiti en el Centro del Carmen

El pleno aprueba reclamar a la conselleria el expediente de autorización para instalar la obra en el claustro del convento del siglo XIII

Noelia Camacho

Valencia

Martes, 26 de febrero 2019, 12:22

El Consell Valencià de Cultura (CVC) solicitará el expediente de autorización por parte de la conselleria de Cultura para que se pudiera instalar el grafiti de más de mil metros cuadrados del colectivo de artistas PichiAvo en el Centro del Carmen, concretamente en el claustro renacentista de un convento datado en el siglo XIII.

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El pleno, que ayer se celebró en la localidad de Alaquàs, pedirá explicaciones de la realización del mural, que ha suscitado la polémica y la crítica por parte de ciertos sectores que han puesto de relieve que el edificio es un Bien de Interés Cultural (BIC). Es más, el sindicato UGT ha interpuesto una denuncia por «deterioro, deslucimiento y grave menoscabo» del patrimonio.

La propuesta, según fuentes consultadas por LAS PROVINCIAS, corrió a cargo del consejero José María Lozano. El miembro del CVC, en el turno de ruegos y preguntas, solicitó al presidente del organismo que demandara a la conselleria de Cultura y a la Dirección General de Cultura y Patrimonio el expediente de autorización para la realización del mural en el Centro del Carmen. El presidente de la institución, Santiago Grisolía, accedió a la petición y en los próximos días se demandará una copia del documento.

El propio Lozano, catedrático y arquitecto, calificó de «imprudencia» la ubicación de la intervención artística. Sus palabras se suman a las ya pronunciadas en este periódico cuando aseguró que la obra, además, era «inoportuna e inadecuada». En este sentido, otro de los miembros, el consejero José Vicente Navarro, pidió en el pleno la comparecencia en la institución tanto del conseller de Cultura, Vicent Marzà, como de la directora general de Cultura y Patrimonio, Carmen Amoraga, para que explique la política aplicada en la defensa del patrimonio valenciano.

El CVC ha sido el último organismo en entrar en la polémica. Antes lo hicieron la Coordinadora Vecinal de Ciutat Vella, quien mostró su «descontento, decepción e indignación con el centro y la Administración responsable» por el grafiti en el museo valenciano, según indicaron fuentes de la entidad, en su mayor parte asociaciones vecinales del centro histórico, donde las fachadas de los edificios son víctimas con frecuencia de pintadas y otros actos de vandalismo. En opinión de la coordinadora, el acto realizado en el claustro «transmite un mensaje de legitimación y de no respeto por el patrimonio de todos y a su vez, abrir las puertas a este tipo de intervenciones en lugares no permitidos como otros elementos patrimoniales, bienes de interés cultural y viviendas».

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Un consejero pide que el conseller y Amoraga expliquen las políticas de defensa del patrimonio

También el Círculo por la Defensa del Patrimonio afeó la iniciativa. Afirmó que «no todo vale en nombre del arte actual». «Aunque se trate de una intervención temporal y obviamente reversible, un claustro con la máxima protección patrimonial, como es la catalogación de Bien de Interés Cultural, no es el lugar apropiado para hacer este tipo de intervenciones», resaltaron los responsables de esta entidad.

Por su parte, el director del Consorcio de Museos, José Luis Pérez Pont negó que se «haya cometido una ilegalidad» y aseguró haber cumplido la ley de Patrimonio Valenciano. Dijo que no se ha hecho ningún tipo de estudio sobre las consecuencias de la intervención en el edificio porque «se han pintado unas paredes de los años 80 que volverán a repintarse cuando desaparezca el grafiti», que dejará de exhibirse el 19 de marzo.

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Para el titular, «nos tenemos que plantear si estamos hablando de traspasar límites legales o de gustos estéticos ya que estos no están sujetos a la ley». Asimismo, y ante las críticas del Círculo por la Defensa del Patrimonio, el responsable del Consorcio les invitó a que «no se queden con el postureo» de sólo criticar y mostró su extrañeza ante el hecho de que «durante décadas no se hayan molestado en denunciar la situación de un edificio que tiene 4.000 metros cuadrados en ruinas». «No han pedido esfuerzos para que sea posible solucionar los problemas del inmueble», aseveró.

Sobre la denuncia interpuesta por UGT ante el juzgado, Pérez Pont argumentó que no va a prosperar. Aún así, el sindicato le señala directamente y dice que «con consentimiento del señor Pérez Pont uno de los patios interiores del museo se ha intervenido». Según el sindicato, «el museo en cuestión ha sido rehabilitado con fondos del Ministerio de Cultura y la Unión Europea y los hechos que se denuncian no pueden tener la consideración de expresión artística o cultural, recordándonos a tristes acontecimientos como los de la rehabilitación del teatro romano de Sagunto».

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Con todo ello, desde la entidad ponen de relieve que el Centro del Carmen «tiene la consideración legal de Bien de Interés Cultural y por ende de especial protección».

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