Ontinyent recurre a la expropiación para el derribo de las viviendas del barrio de Cantereria
El Consistorio confía en tener todo el terreno listo a final de año para iniciar la construcción del parque inundable en 2023
B. González
Ontinyent
Lunes, 18 de abril 2022, 17:15
El Ayuntamiento de Ontinyent recurrirá a la expropiación al no haber podido llegar a un acuerdo con los propietarios de las 8 de las 45 viviendas del barrio de Cantereria para su compra. Se trata del paso previo al derribo para la construcción del parque que ponga fin a los problemas de inundaciones que venían sufriendo estos vecinos como consecuencia del aumento del caudal del río Clariano en episodios de fuertes lluvias.
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Se trata de viviendas que, en unos casos (dos), los propietarios no están de acuerdo con la cantidad que se les ofrece por ellas y, en otros, pertenecen a entidades bancarias por embargos y sobre las que no se puede ejercer una opción de compra dado que tienen contraída una deuda con el Consistorio por el impago de impuestos municipales, en algunos casos de hasta 28.000 euros.
Desde el Ayuntamiento destacan el esfuerzo administrativo que está suponiendo esta gestión y subrayan que, en el caso de los propietarios particulares, se les ha hecho una oferta "muy generosa", con una tasación por encima de la de mercado, además de una ayuda de 15.000 euros para facilitarle una alternativa habitacional en otros puntos de casco urbano y evitar a estos vecinos seguir viviendo en una zona peligrosa. La inversión realizada por la administración local para la adquisición de estas casas es de 200.000 euros.
El Ayuntamiento ya cuenta con el visto bueno de la dirección general de Patrimonio de la Conselleria de Cultura, después de demandar más documentación para autorizar la demolición de las mismas y el consiguiente cruce de acusaciones entre ambas administraciones por la demora en la tramitación. También se ha llevado a cabo la correspondiente modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) necesaria para iniciar los trabajos.
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Todo dependerá ahora de que la actuación judicial sea más o menos rápida, pero la intención del equipo de gobierno de Ontinyent es comenzar a derribar al menos parcialmente las viviendas ya adquiridas y que las 45 lo estén para finales de este año. El propósito es cumplir los plazos y que las actuaciones para la creación del parque inundable se inicien y concluyan en 2023.
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Cabe recordar que las obras se ejecutarán según la memoria del proyecto aportado por el Ayuntamiento de Ontinyent y tendrán un coste de 3,2 millones de euros, de los que la Generalitat financia 1,6 millones, en tres anualidades. Consistirá en los movimientos de tierra pertinentes, la renaturalización y repoblación de la zona para transformar en un punto de encuentro para los vecinos lo que hasta ahora parecía ser una barrera.
Actuación de Confederación
Por otra parte, paralelamente a la tramitación de la expropiación el Ayuntamiento va a llevar a cabo los trabajos de sostenimiento de taludes existentes tras las viviendas, en los que invertirá hasta 1 millón de euros. Además, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), gracias al convenio entre ambas administraciones y a través de Tragsa, participará en la recuperación de la zona con la creación de un espacio fluvial y con una inversión prevista de unos 600.000 euros.
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Dicha actuación comprenderá la adecuación de los terrenos liberados en la margen izquierda del río Clariano, con la plantación de especies de ribera, itinerarios peatonales y ciclistas, cartelería y mobiliario, así como una adecuación en la margen opuesta sobre terrenos que ya pertenecen al Consistorio, para proteger el Molí Descals. Se establecerá, asimismo, una conexión peatonal entre ambas márgenes.
El proyecto ha contado con la felicitación por parte del gobierno de España y también de la Unión Europea, que financia el 50% del proyecto a través de los fondos Feder y que ha sido propuesto para su incorporación al catálogo de Buenas Prácticas del Programa Operativo Plurirregional de la UE.
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Y es que en cuatro años, Ontinyent y este barrio en concreto, ha sufrido las consecuencias de tres temporales, en 2016, 2019 y 2020, debido al desbordamiento del río Clariano y que conllevó, en 2019 a la evacuación de más de 20 familias de sus viviendas.
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