El verano más letal en una década en la Comunitat Valenciana
Las altas temperaturas registradas estos meses son muy peligrosas para colectivos vulnerables y, sobre todo, para las personas mayores
El verano de 2025 ya ostenta un récord macabro, de esos que nunca se quieren registrar y que evidencia que la crisis climática ha llegado ... para quedarse. Mientras la Agencia Estatal de Meteorología se desgañita con avisos sobre que las olas de calor son cada vez más comunes y, sobre todo, más peligrosas, las altas temperaturas no sólo reducen el turismo o complican las siestas si no que además, y es lo verdaderamente importante, provocan muertes. Con datos hasta el 20 de agosto, ya es el periodo estival con más muertos en la Comunitat Valenciana por causas atribuidas a las temperaturas desde hace una década. Han perdido la vida 309 personas, el dato más elevado desde los 354 de 2015. Aquel año la cifra se quedó, entre el 15 de mayo y el 30 de septiembre, en 388, según datos del índice MoMo de mortalidad del Instituto de Salud Carlos III.
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La ola de calor de esta semana ha doblado los fallecidos por altas temperaturas con respecto a la semana anterior. Si el día 9 falleció en la Comunitat una persona por calor, el día 16 el dato fue de 11. Se multiplicaron por once los fallecidos. El martes el dato fue de 21 personas, lo que lo convierte en el día más letal del verano en la Comunitat, también en el más cálido. Tanto el pasado domingo como el lunes las temperaturas máximas superaron los 40 grados en decenas de municipios valencianos, con picos de hasta 44 grados en algunas localidades. Las temperaturas bajarán en los próximos días, tras un descenso pronunciado este miércoles con los mercurios hasta 10 grados por debajo de los del día anterior.
Semana negra
Se da la circunstancia de que desde el pasado lunes han muerto en la Comunitat 59 personas. Desde el día 16 el dato es de 86, más del doble de todos los muertos en agosto por calor desde el día 1 hasta ese mismo día 16. Hasta el momento, de hecho, y tras la ola de calor del pasado mes de julio, las defunciones parecían haberse controlado después de que en ese mes murieran 155 personas por causas atribuibles al calor. A nivel nacional, este verano han fallecido 3.209 personas por calor, 33 al día, más de una cada hora. La Comunitat Valenciana es la tercera autonomía donde más gente fallece por golpe de calor, sólo por detrás de Madrid y Cataluña, donde se superan con holgura las 500 muertes desde el 15 de mayo.
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A este respecto cabe recordar que la Guardia Civil ha abierto una investigación para esclarecer las causas de la muerte de un hombre de unos 50 años de edad cuyo cadáver fue encontrado el domingo por la tarde en un camino del término municipal de Alberic. El cadáver no presentaba signos externos de violencia y tenía señales de rigidez, por lo que el hombre había fallecido pocas horas antes. Una de las hipótesis que barajan los agentes de la Guardia Civil y el médico es que el varón podría haber muerto tras sufrir un golpe de calor. El cadáver fue trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia para practicarle la autopsia. El hombre fallecido, que residía en una casa cercana, fue identificado por un documento con su número de identidad de extranjero (NIE) que llevaba en una bandolera.
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Fuentes de la Conselleria de Sanitat insisten que las personas más vulnerables al calor son las de avanzada edad y los menores. Las autoridades recomiendan no salir a la calle en las horas centrales del día, mantenerse bien hidratado y refrescar los espacios cerrados. Igualmente, se insta a prestar atención al estado de salud propio y de otras personas, especialmente aquellas que puedan sufrir más los efectos de las elevadas temperaturas. En ese sentido, algunos de los síntomas que identifican un golpe de calor son mareos, debilidad, dolor de cabeza, piel caliente y enrojecida o confusión.
La Sociedad Española de Gerontología que los mayores de 65 años corren más riesgo de sufrir un golpe de calor, al tener una sensación reducida de calor y por lo tanto su capacidad de protegerse es menor. Además, también tienen menos percepción de sed, lo que provoca más riesgo de deshidratación especialmente en los mayores que sufren una enfermedad neurodegenerativa, sobrepeso, enfermedades crónicas o tienen medicación.
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El 94% de los fallecidos por calor desde el 21 de junio son ciudadanos de más de 65 años y, de hecho, el 64% de estos decesos, dos de cada tres, tenían más de 85 años. Hay mayor proporción de muertes entre mujeres, el 59%, lo que es coherente con su mayor esperanza de vid. El plan especial contra las altas temperaturas especifica que los grupos de alto riesgo por calor, los que con más intensidad deben atender a las alertas sanitarias, son, además de los mayores de 65 años, los lactantes y menores de cuatro años, las embarazadas y las personas con enfermedades cardiovasculares, respiratorias o crónicas, pero también quienes tienen tratamientos médicos, trastornos mentales, dificultades de comprensión u orientación, y escasa autonomía en la vida cotidiana. Son a ellos a quienes hay que prestar más atención sobre todo en las horas centrales del día, cuando el sol cae a plomo y el calor deja de ser agradable para convertirse en un auténtico castigo para miles de personas que no disponen de medios para disfrutar del frescor del aire acondicionado o del agua.
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