Una de las habitaciones que se habilitaron en la antigua Fe para acoger enfermos Covid. damián torres

Trabajo reprocha a Sanidad la falta de prevención con el amianto en la antigua Fe

Un informe detalla los incumplimientos y la ausencia de control a los empleados que manipulaban las calderas del hospital

A. Rallo

Valencia

Martes, 19 de enero 2021, 00:03

Un informe de la Inspección de Trabajo ha dictaminado que la Conselleria de Sanidad no adoptó medidas preventivas para evitar el contacto de empleados con amianto en las instalaciones del viejo hospital La Fe. El trabajador falleció tras padecer un carcinoma de pulmón, originado directamente por esa exposición al peligroso material.

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El inspector, de Trabajo, en un dosier al que ha tenido acceso LAS PROVINCIAS, resuelve que la Conselleria de Sanidad corra con un recargo del 50% -el máximo que se puede imponer- sobre todas las prestaciones que le correspondan a la mujer y descendientes del operario por la «inobservancia», calificada como muy grave, de todas las medidas preventivas. El departamento que dirige la consellera Ana Barceló puede efectuar ahora alegaciones a este expediente, impulsado por la denuncia de Jesús Sanfeliu, abogado de la Asociación de Enfermedades Profesionales.

La víctima, al igual que sus compañeros que han declarado en estas diligencias, se encargó de la instalación de tres calderas en el antiguo hospital, en 1975. Había tres aparatos, uno de reserva y otro siempre en mantenimiento, que daban servicio a las instalaciones. La maquinaria, que contenía amianto en diferentes piezas, servía para suministrar vapor de agua al complejo.

Cada seis meses se procedía a tareas de mantenimiento en cada mecanismo. Los operarios, durante su trabajo, inhalaban gran cantidad de polvo ya que no iban provistos de la protección respiratoria adecuada.

Estas actuaciones se estuvieron efectuando hasta 2004. Los compañeros del fallecido han reconocido que no se les facilitaron medios, pero tampoco se les dio formación para conocer o paliar los riesgos a los que se enfrentaban con la manipulación y cambio de piezas de las calderas. De igual modo detallaron que no disponían de doble taquilla para la ropa limpia y la contaminada, que la limpieza del lugar no se realizaba con las técnicas adecuadas, que nunca se les hicieron análisis específicos y que incluso comían en la misma sala de las calderas al carecer de un lugar habilitado para el descanso y la alimentación.

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La Conselleria de Sanidad reconoce en un escrito enviado para completar este expediente que la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales se creó un año después de la marcha de este trabajador, en 2005. Admite que no dispone de información sobre la ropa proporcionada, los estudios efectuados a los empleados, así como otras deficiencias. El trabajador también prestó sus servicios en el Hospital Arnau de Vilanova, pero allí no se pudo acreditar que estuviera en contacto con amianto, sostiene el inspector.

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