Salientes y repetidores

La corporación presidida por el alcalde Miguel Ramón Izquierdo, nutrida de concejales elegidos por vía orgánica en 1971, tuvo un largo mandato suplementario. El ministro Rodolfo Martín Villa no convocó elecciones municipales hasta después de las generales y eso especialmente dura la etapa final de unos concejales que, no habiendo sido elegidos a través de un sistema de partidos, estaban faltos de legitimidad y sufrían las pullas de los nuevos partidos.

No pocos concejales orgánicos, con un brillante expediente de servicio a la ciudad, dejaron la política en 1979. Es obligado mencionar a Cristóbal Cuenca, a los fallecidos Vicente Donat y Manuel Calduch, a Ángel Amutio y, especialmente, al primer teniente de alcalde Antonio Soto Bisquert.

Un concejal, Juan Vicente Jurado Soriano, dejó el Ayuntamiento orgánico para volver más tarde de la mano de Unión Valenciana. Ha sido concejal con Rita Barberá hasta el año 2015. Otra concejala electa en 1979 por la UCD, Mairén Beneyto, no pudo tomar posesión de su cargo cuando el que esto firma publicó que tenía intereses, por su familia, en una empresa suministradora del Ayuntamiento. Años más tarde la vimos regresar al servicio de la ciudad, de la mano de UV, y luego del PP, para hacer una gran labor al frente del Palau de la Música.