TIc, tac... 92 días

Ciudadanos maltratados laboralmente por la Consellería de Igualdad y Políticas Inclusivas cuya consellera es la vicepresidenta Aitana Mas. Una Consellería que no sólo pone en riesgo la estabilidad económica y financiera de un importante colectivo de trabajadores sociales, sino que también pone en cuestión la viabilidad de gran parte de las acciones de apoyo y soporte para con aquellos que más lo necesitan. Trabajadores que sufren las consecuencias de las políticas promovidas por los que venían a salvarnos a todos, todas y todes. Para esos trabajadores mi absoluta solidaridad de igual intensidad que la indignación para con esos responsables políticos que decían «venían a poner orden en el imaginario caos heredado».

Afortunadamente no es esta la situación para la gran mayoría de trabajadores que están, o estamos, «subyugados» a la «dictadura y explotación» de esos «capitalistas despiadados». Hombres y mujeres que contribuyen de modo incuestionable al equilibrio de nuestra economía, vertebración territorial y social.

¿Y la financiación? recordemos que Compromís nació exclusivamente para «defender los derechos de los valencianos». El escaño del Sr. Baldoví ha sido clave para la investidura del Presidente Sánchez o para la aprobación de iniciativas «ajustadísimas» y ¿cuál ha sido el rédito obtenido a ese escaño para nuestra tierra? Ninguno con respecto a la fuerza que se debió ejercer para conseguir una justa financiación; esa por la que nada ha hecho estos últimos ocho años y que ahora postula como eje central de su campaña electoral para alcanzar la Presidencia de la Generalitat... ¡Iniciativas políticas que deberían considerarse «propaganda»; la publicidad es mucho más: exige veracidad en el mensaje y cumplimiento de lo anunciado!.

Para evitar ser acusado de basar mi tribuna de hoy únicamente en criterios economicistas sacaré a superficie otras afrontas fruto de estos últimos ocho años de 'Botanics'. ¡Seré breve!. Hemos visto como el alcalde de Valencia ha 'entregado' la Copa de la América a las tierras de sus orígenes; cómo a nuestras huertas y campos se les niega el agua necesaria, como el Puerto de Valencia ve demorada su necesaria ampliación o cómo la Marina Real Juan Carlos I encalla en una perturbadora parálisis.

Para un análisis global de situación no debemos limitarnos a las afrontas territoriales valencianas hay que evidenciar también los muchos 'peajes' pagados desde el estado central y que habrá que revertir con celeridad en el caso de que la sabiduría de las urnas otorgue un cambio de gobierno nacional:

«Sólo sí es sí»: ese peaje que ha permitido que en apenas cuatro meses hayamos visto como más de 500 pederastas, maltratadores y violadores han visto aminoradas sustancialmente sus condenas y cómo casi medio centenar de ellos han sido excarcelados; a pesar de los demostrados riesgos de reincidencia en esta tipología de delincuentes. ¿Cómo es posible que por el bochorno de unos trenes mal dimensionados sean cesados altos cargos de Renfe y del Ministerio de Infraestructuras y no haya habido un sólo cese o dimisión en el de Igualdad?

La «Ley Trans»: esa otra 'maravilla legislativa' concebida fruto de una relación de gobierno simbiótica que permite que jóvenes a partir de los dieciséis años puedan decidir qué son mas allá de cómo se sienten y hacerlo sin asesoramiento alguno ni ser asesorados con respecto a las consecuencias físicas y psicológicas que les pueda acarrear cuando alcancen la madurez. Una más de esas 'andaduras legislativas' que no prevén ni consideran las repercusiones que, sin duda alguna, van a generar. ¿Cómo va a afectar esta ley a la de paridad o a los procedimientos de violencia machista, al deporte femenino, o a los espacios de intimidad? ¿Qué tranquilidad ofrece una ley 'parida' por quienes han 'dado a luz' a la del «sólo sí es sí»?

Éstas 'maravillas' se me antojan de las más reseñables de entre el amplio abanico de posibilidades que estos mestizados gobiernos nos han brindado por cuanto afectan por separado y conjuntamente al individuo y al colectivo. Líneas de acción política ejecutadas como prioritarias por aquellos que defienden gobernar para las 'minorías mayoritarias' supone que se gobierna para una mayoría... ¡pero no para la mayoría!

En absoluto mi pretensión es trasladar mi indignación con respecto a estas cuestiones y a otras que, por limitación de caracteres evito; se aleja también de contagiar ese estado de ánimo que le invita a uno al consumo de ansiolíticos. Sea interpretada como la necesaria reflexión y análisis de lo que estos últimos ocho años de 'Botanics' nos han brindado y, por tanto, de cuál debe ser el posicionamiento individual de cada uno de nosotros. Pongamos en valor y con coherencia qué es lo que requerimos del gobierno que salga de las urnas el 28 de mayo.

Como es habitual, concluiré esta tribuna sabatina con una cita 'ad hoc' (Arthur Schnitzler): «Estar preparado es importante, saber esperar lo es aún más, pero aprovechar el momento adecuado es la clave de la vida».