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El nuevo hospital de Valencia obligará a demoler cuatro edificios no previstos en la antigua Fe
La Escuela de Enfermería, el centro de lavandería, el de informática y el de transformadores serán derribados para construir el futuro complejo sanitario
La decisión del Consell de construir el futuro hospital en el recinto de la antigua Fe en Valencia ha cambiado la hoja de ruta ... prevista en las obras y será necesario demoler más edificios de los que se había planeado. Serán cuatro construcciones las que deberán ser derribadas para iniciar los trabajos del nuevo complejo sanitario, que constará de seis centros repartidos por toda la parcela, aunque dos de ellos (el centro de salud y el de especialidades) ya están hechos.
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De entre los que no estaban previstos derribar pero finalmente sí se tendrá que hacer, el más grande es el edificio de la Escuela de Enfermería, que actualmente se encuentra en la esquina entre la avenida Campanar y la calle Ricardo Micó. Está en funcionamiento, con la Unidad de prevención de cáncer de mama, donde se hacen mamografías y resonancias e incluso ha servido de habitaciones para acoger a los refugiados ucranianos que vinieron en 2022. Cuenta con planta baja y siete alturas y se compone de una nave central y dos alas.
En el contrato que firmó la empresa Acciona con Sanidad para el derribo de la antigua Fe no figura ninguna operación con este edificio, pero con el nuevo proyecto del futuro hospital anunciado en junio por el presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, todo ha cambiado. Porque en ese mismo espacio debe ir el nuevo edificio de Administración sanitaria, de 9.000 metros cuadrados, que albergará el centro de Salud Pública de Valencia, servicios de Inspección, la Dirección Territorial de Sanidad y la Administración Sanitaria General.
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Además de esta construcción, también se van a demoler el Centro Regional de Informática, que da a la calle Joaquín Ballester, junto al edificio de Maternal (desde hace unas semanas convertido en escombros) y el almacén, donde están el centro de transformadores y la antigua chimenea industrial. Ambos centros ocupan parte de la zona donde se hará el futuro jardín de la Salud, con 13.750 metros cuadrados de superficie, que mejorará el confort ambiental y la integración con el vecindario. Aunque para todo ello se necesita iniciar un nuevo proceso de licitación, con concurso público para que se presenten empresas candidatas, lo que llevará un tiempo que se puede alargar meses o más de un año. La empresa ganadora para las obras deberá primero derribar los edificios y después construir los nuevos centros.
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Este martes ingenieros de Sanidad visitaron las instalaciones para ver el estado de la obra y analizar la parcela para las futuras actuaciones. Y el otro centro que también se va a derribar es el antiguo edificio de Lavandería, que según el plan actual se trasladará al lado, al edificio de Urgencias que hasta hace dos meses estaba en funcionamiento, y que desde junio ya está abierto y en uso junto al nuevo ambulatorio en la avenida de Campanar. En ese espacio de la Lavandería se levantará el nuevo Centro de Procesamiento de Datos de Sanidad, con 9.500 metros cuadrados. Será una infraestructura con capacidad de almacenamiento para sistemas clínicos, administrativos y logísticos.
Saneamiento con imbornales y pozos
En estos momentos los obreros están acabando de derribar el edificio de Infantil y el contrato de Acciona no contempla el derrumbe de ningún otro más. Las tareas en los próximos meses van a ser las de acondicionar la parcela hasta final de año, como informó este periódico, y después harán un saneamiento para canalizar las lluvias, ya que hasta que se abra el plazo de licitación para las obras del futuro hospital puede pasar más de un año. La parcela se quedará vallada y llana, y a principios de 2026 colocarán imbornales y pozos para drenar y recoger el agua de lluvia y evitar así que se desborde en caso de tormentas torrenciales y pueda afectar a los barrios de Marxalenes y Campanar.
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El futuro hospital se prevé que entre en funcionamiento en el año 2032 y no será un gran edificio alto como los antiguos que acaban de derribar. El complejo estará formado por seis construcciones repartidas por toda la parcela y cada una tendrá una dedicación. Justo detrás del nuevo centro de salud irá el futuro bloque ambulatorio.
Y detrás del centro de especialidades, que se inaugurará a finales de este año, se construirá el hospital de agudos, con 500 camas para los pacientes y 90.000 metros cuadrados de superficie. Estará conectado con el bloque ambulatorio por un pasillo. En el extremo donde ahora se encuentra el edificio de Infantil (en demolición estos días) se levantará la planta de administración y docencia, con 300 despachos y que estará conectado con el bloque ambulatorio. Además, entre los distintos edificios habrá zonas verdes, se podrá caminar e incluso contará con una vía abierta al tráfico de vehículos entre los centros de salud y especialidades y el hospital de agudos.
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