El niño de Picanya con miedo a celebrar su cumpleaños
Marco nació un 29 de octubre de 2013 | «Hacía media hora que había soplado las velas cuando empezó a entrar agua en nuestra casa el pasado año», señala Miguel Ángel, padre del menor | «Me gustan mucho las celebraciones, pero la ilusión que tengo por mi cumpleaños se ha visto manchada por esa tristeza«, afirma el joven que este miércoles alcanza los 12 años
El 29 de octubre nunca ha sido un día más para Marco. Durante un década, tanto para él como para el resto de la familia ... la antepenúltima jornada de octubre era sinónimo de felicidad absoluta. Desde hace 365 días, esa agradable sensación mutó en un crisol de sensaciones donde el agua, el barro, la tristeza y el miedo que trajo la dana aportaron las connotaciones negativas. Marco ha llegado a sentirse culpable y a temer a ese 29 de octubre que él había relacionado toda su vida con tartas, velas y regalos. Ahora sus padres, Miguel Ángel y Sandra, su hermano Samuel y el resto de sus allegados tienen la misión de extirpar todo lo feo que insertó la dana en el día del cumpleaños de Marco.
Publicidad
La misión no es sencilla, porque todos ellos recuerdan el horror que vino de repente en aquella tarde del 29 de octubre. Y todo pese a sentirse afortunados, pues no tuvieron que lamentar desgracias personales como sí ha ocurrido en decenas de casas de bien cerca de este hogar de Picanya. Marco reside junto a sus padres, su hermano y Blanca, su abuela materna en un inmueble con planta baja y primer piso, ubicada a 50 metros del barranco. «Era una tarde normal, estábamos celebrando el cumpleaños en familia. Hacía media hora que había soplado las velas (las de los 11 años). Serían sobre las 19 o las 19:10. Dijeron que estaba entrando agua en el garaje comunitario y nos extrañó porque no había llovido nada. Bajé y cuando vi cómo bajaba el agua por la rampa pensé: 'Yo por ahí no puedo sacar mi coche'», relata Miguel Ángel.
Menos mal. Subió a casa y el agua ya entraba por la puerta principal. «Entonces sí que me empecé a asustar», admite. Subieron algunos enseres a la primera planta y se pusieron los cinco residentes a salvo en esas estancias. «El agua llegó a metro y medio de altura, así que ahí nos tuvimos que quedar hasta el día siguiente, cuando el nivel empezó a bajar», recuerda Miguel Ángel. Enfermero de profesión, junto a Sandra (que es médico) compaginó la labor de limpieza con atenciones a vecinos: vigilar a quienes sufren dolencias crónicas, llevar medicinas, administrar alguna vacuna antitetánica a los voluntarios… A Marco lo llevaron a Valencia, a casa de familiares y amigos: «En principio pensamos que era lo mejor para él, pero cuando pudimos ir a los 15 días, porque las comunicaciones estaban fatal, nos dimos cuenta de que nos echaba mucho de menos».
Noticia relacionada
Noche en la rotonda de la vida
Ha sido un año duro para Marco, como para todos los afectados por la dana. En el colegio había atención psicológica a los niños que de una manera u otra se habían visto azotados por la tragedia. «Nunca nos dijeron que padeciera un trauma grave, pero sí que se sentía afectado, con miedo y con tristeza por lo que había pasado», comenta Miguel Ángel. Hasta que se ha acercado el momento de celebrar el 12 cumpleaños, justo en este terrible primer aniversario de la dana que segó la vida de 229 personas. «Me gustan mucho las celebraciones, pero la ilusión que tengo por mi cumpleaños se ha visto manchada por esa tristeza y ese temor de que pueda volver a suceder lo mismo».
Publicidad
Sandra y Miguel Ángel quisieron hacer algo al respecto. Celebrar el cumpleaños de Marco con normalidad, en familia, pero tratando de recuperar la felicidad de los diez anteriores. Para ello, se pusieron en contacto con el programa 'Anda ya' de Los 40, presentado por Dani Moreno y la valenciana Cristina Boscà. Este miércoles han llamado a Miguel Ángel para que Marco se pusiera al teléfono. Le han felicitado en antena, los dos comunicadores y dos futbolistas del Valencia, su equipo, a los que admita: Javi Guerra y Hugo Duro. Después, el chaval se ha ido al instituto donde cursa 1º de ESO. Para la tarde ya tenía preparada la tarta que más le gusta, la que prepara su madre, y unos cuantos regalos. El 29 de octubre siempre tendrá un doble significado para Marco, pero hasta de lo peor puede sacar algo positivo. Su padre debía salir en coche para trabajar en Valencia sobre las 19:15 horas. No pudo porque lo peor de la barrancada comenzó minutos antes. Centenares de personas no tuvieron la misma suerte.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión