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Intervención quirúrgica en un hospital. Manu Cecilio

La incorrecta colocación de una sonda gástrica en un hospital valenciano provoca la muerte de un hombre

El Consell Jurídic Consultiu sanciona a Sanidad con 34.000 euros por lo que considera una «actuación deficiente» de los profesionales

José Molins

Valencia

Jueves, 18 de septiembre 2025, 12:31

El dolor abdominal era elevado, pero los médicos del hospital no consideraron que hubiera un problema grave. Incluso mandaron a casa al hombre, que poco después tuvo que volver de urgencia. Sin darse cuenta de que una mala colocación de una sonda gástrica le provocó una infección peritoneal, que derivó en la muerte del paciente por un fallo hepático. Por ello, el Consell Jurídic Consultiu de la Comunitat ha acordado sancionar a Sanidad con 34.600 euros por lo que considera «una actuación deficiente» de los profesionales.

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Esta incorrecta intervención provocó que el dolor y la infección se agravasen con el paso de los alimentos que ingería el hombre. Además, necesitaba iniciar un tratamiento quimioterápico, pero en el hospital no pudieron hacerlo precisamente por esta infección, lo que supuso una pérdida de oportunidad de su posible supervivencia, según uno de los informes médicos en los que se basa el Consell Jurídic. Por este motivo no se establece la totalidad de la indemnización de 76.000 euros que pedían los hijos, ya que la ley establece que por casos de pérdida de oportunidad, como este, corresponde el 39% de la cantidad.

El hombre empezó a sentirse mal y acudió a urgencias del hospital en enero de 2022, debido a la dificultad que tenía para tragar líquidos y alimentos sólidos. Además, padecía dolor en la garganta. En el centro valenciano le hicieron pruebas y lo mandaron a casa, al no encontrar nada grave. Pero sólo cuatro días después ingresó de nuevo en urgencias, con mayor dolor aún y le diagnosticaron una neoplasia laríngea.

Después de tres semanas hospitalizado, llegó el momento clave. Le colocaron una sonda PEG (o gastrostomía endoscópica percutánea) que es la que provocó las complicaciones mortales. Se trata de un tubo flexible que se coloca a través de la pared abdominal directamente al estómago para alimentar al paciente. Tras esa intervención, al día siguiente recibió el alta. Pero en casa en pocas horas empeoró. El dolor no cesaba y al día siguiente volvió al hospital. Algo iba mal.

En el centro le volvieron a hacer pruebas y consideraron que ese PEG funcionaba bien. Vuelta casa. Pero un día después el hombre ya estaba muy grave. La sonda le había provocado tres síncopes y dos semanas después falleció en el hospital. Los dos hijos presentan reclamaciones por «un mal seguimiento médico, con demoras para atenderlo y un tratamiento inadecuado» tras esa errónea colocación de la sonda.

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El Consell Jurídic se hace cargo del caso y encarga una investigación e informes médicos para evaluar el procedimiento. En los informes de funcionamiento se indica que los servicios médicos no actuaron con mala praxis, pero el informe médico pericial afirma que el paciente falleció por un fallo hepático «secundario a la infección peritoneal por la llegada de alimento a esa cavidad al intestino», explica. Y resalta que si en un TAC o ecografía, en lugar de una radiografía, se hubieran dado cuenta de esa mala evolución, que terminó con la muerte.

Así pues, este informe concluye que la introducción de alimento en la cavidad peritoneal por error «desencadenó el fallecimiento» y añade que «no se tuvo la suficiente diligencia la segunda vez que acude al hospital para ver si la PEG estaba en buena posición». Esa infección es la que el doctor que realiza el informe señala como causa de la muerte.

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«Está claro que la unidad de endoscopias no actuó correctamente y no se comprobó que la sonda estuviera adecuadamente posicionada, dejándola fuera de la cavidad gástrica y directamente en el peritoneo, lo que ocasionó un cuadro infeccioso», establece el facultativo que firma este análisis, que resume este proceso como «una actuación deficiente por parte de los servicios sanitarios». Un informe contundente en el que se ha basado el Consell para determinar esta indemnización a la Conselleria de Sanidad.

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